Caralvá
“We won´t pay for their crisis” es el lema de los trabajadores en Londres y el nuestro en Centroamérica. Ahora se habla de “otro” capitalismo, uno nuevo, que se apiade de nosotros. Nosotros somos toda aquella humanidad no representada en el famoso G-20, nos llaman naciones emergentes (emergencia) y muchos calificativos más. Pero como acontece en los grandes momentos de la historia, no fuimos invitados, pero decidirán nuestro futuro.
Algunos elementos nos afectan porque las grandes decisiones afectarán al sector público nacional, que por el momento vive una transición democrática y esta parte al menos es una buena noticia, que el nuevo gobierno inicie con planes de contingencia para crear empleos, una política social de gastos integrales, como los iniciados en Chile y México.
Es conocido que la Iniciativa Privada es la principal generadora de empleos y en estas difíciles circunstancias la defensa del empleo unirá a todas las fuerzas sociales bajo ese importante rubro social.
Nosotros como nación incrustada en el capitalismo mundial dependemos de las remesas enviadas por nuestros compatriotas, las exportaciones, los créditos internacionales, el turismo y del dólar norteamericano. Si, dependemos de la emigración, de ahí la importancia de continuar con la defensa de nuestros emigrantes en Estados Unidos de América, porque el TPS alivia la economía de muchos compatriotas y sus familias, que sin ese apoyo hace tiempo hubiéramos adelantado la crisis en la nación.
Bajo estos elementos somos parte de la geografía mundial, de ahí que la velocidad en la toma de decisiones para impulsar nuestro crecimiento económico debe ser prioridad. El Informe sobre el desarrollo mundial 2009: Una nueva geografía económica dice: “A quienes habitan las regiones cuya situación geográficamente es la menos favorable del mundo les consta que el crecimiento no llega simultáneamente a todas partes”, expresa Indermit S. Gill, director del Informe sobre el desarrollo mundial y economista jefe, Europa y Asia Central. “Los mercados favorecen a algunos sitios más que a otros. Combatir esa concentración equivale a combatir la prosperidad. Los gobiernos deberían facilitar la concentración geográfica de la producción, pero también establecer políticas que tiendan a universalizar la atención de necesidades básicas en materia de colegios, seguridad, vías de tránsito y saneamiento”.
Así la geografía centroamericana, debe considerarse como una región de cooperación entre naciones, una región de intercambios comerciales y amplia solidaridad, porque el mismo comercio internacional precederá niveles superiores de integración económica y política.
El G-20, la gigantesca montaña económica parirá un ratón para las naciones emergentes si no toma en cuenta las demandas y terribles diferencias que la humanidad padece. Y una cita de Joseph Stiglitz es apropiada: "Necesitamos un nuevo comienzo", "Las Naciones Unidas son la única institución que puede imprimir vigor a las medidas necesarias. Creo que sería bueno crear un sistema financiero global dentro del marco de la ONU". Al menos ahí, en una sala de reuniones, la geografía no impedirá exigir un mundo mejor.
Comentarios
Yo siempre me he preguntado si en el G20 se acuerdan de los paises emergentes y de los paises pobres que necesitan una ayuda para salir hacia adelante. Espero que si y que en la frase de " Necesitamos un nuevo comienzo " se acuerden de ellas.