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bicentenario

  • 1814-2014 Bicentenario del II Grito de Independencia

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    César Ramírez

     

    @caralvasalvador

     

    El próximo 24 de enero de 2014 será el Bicentenario de un acontecimiento histórico que nos orgullece como nación, nuestro pueblo muestra al mundo su firme determinación de independencia bajo cualquier circunstancia, la sed de libertad en diversos aspectos: desobediencia civil, organización, foros de opiniones políticas, libertad de imprenta, estos elementos se deben a la promulgación de la Constitución de Cádiz de 1812. El Capitán General del Reino de Guatemala José Bustamante y Guerra informa a sus Superiores del acontecimiento de 1814: “En los pueblos que se conmueven para libertarse de alguna vejación determinada, removida la causa de la inquietud, se establece al momento la calma y se gozan todas las dulzuras de la paz. En los que se agitan para declararse independientes, las medidas generosas, tomadas para remover las causas que se pretextan, no cortan la raíz el mal, y los inquietos se aprovechan de ellas para allanar su inicua carrera. Se quitó a San Salvador al europeo que los mandaba como Gobernador intendente; se concedió (indulto) absoluto a autores del primer movimiento, se nombró jefe político a un criollo hijo de esta capital; se les dio la constitución más liberal que podía necesitarse; se les declararon derechos que no conocían ni deseaban anteriormente. Los resultados no han sido, a pesar de esto, los que debían esperarse. Se disputa con furor, dice el jefe político, sobre la constitución; los pueblos parecen academias; apenas será en el vecindario el uno por ciento el que merece absoluta confianza; el espíritu de la insurrección avanza a largos pasos; los planes del 1814 han sido más malignos que los de 1811; y si en las primeras conmociones se fijaron en puntos determinados, en la última se avanzaban a meditar una constitución formal de independencia. Vivo sigue en América  el sentimiento interno de libertad; y al mismo tiempo se ha abusado del derecho de elección concedido a los pueblos, haciéndolo en los de peor nota, en los sospechosos, o por lo menos en los de concepto muy dudoso; se ha abusado de la autoridad dada a los ayuntamientos, pretendiendo éstos extenderla aun a departamentos que notoriamente no les corresponden y tomando un tono de superioridad muy ajeno de su instituto; se ha abusado de la institución generosa de las diputaciones provinciales, intrigando para que sean unas pequeñas cortes;  se ha abusado de la libertad de imprenta, publicando papeles que esparcen semillas venenosas, cuya vegetación será algún día muy difícil embarazar…” así calificaban las autoridades coloniales las legítimas aspiraciones del pueblo: “La clase de los que se llaman principales ha sido en efecto la primera que manifestó  ideas subversivas y  principios dañinos al sistema de oligarquía, a que aspira. Comienzan al presente a manifestarse en la clase media a la cual era natural que se comunicasen, pero puede decirse que en lo general no han penetrado hasta ahora a las clases ínfimas; y éstas se han conmovido en algunas provincias, ha sido sin duda porque como autómatas infelices se mueven según la dirección de las manos que los impelen”… se justifica la represión y se otorga a San Salvador la iniciativa insurreccional: “La historia de la presente revolución de América: Quito, Caracas, Nueva España y otras infortunadas provincias ofrecen ejemplares en abundancia; y en esta capital de Guatemala, en Granada, en León, en San Salvador, se presentan reincidencias tan escandalosas como tristes”. Aquellas palabras son el reconocimiento de nuestra tradición insurreccional libertaria.  

     

     

     

  • Elecciones 1813, Insurrección 1814. Bicentenario 2014

    Parque Libertad

     

     

    @caralvasalvador

     

    ¿Quiénes votaron en las elecciones de diciembre de 1813?

     

    José Trías Monge en Constituciones de Puerto Rico: “En lo que respecta al gobierno de Ultramar, la Constitución de 1812 representó notables avances. La constitución les reconoce a los territorios ultramarinos, al  igual que había hechos antes de 1809 la Junta Suprema y Gubernativa de España e Indias en el inicio de la resistencia contra Bonaparte, la condición de parte integrante de España, con igualdad de derechos a las provincias españolas y  el status de tales. No se distingue tampoco en lo que atañe a la  ciudadanía entre peninsulares  y colonos. La constitución les concede la ciudadanía española a todos “aquellos españoles que por ambas líneas traen su origen de los dominios españoles de ambos hemisferios, y están avecindados en cualquier pueblo de los mismos dominios”. (art. 18), así como a “los hijos legítimos de los extranjeros domiciliados en  las Españas, que habiendo nacido en los dominios españoles no hayan salido nunca fuera sin licencia del Gobierno, y teniendo veintiún años cumplidos se hayan avecindado en un pueblo de los mismos dominios, ejerciendo en él alguna profesión, oficio o industria útil” (art. 21). A los esclavos o descendientes de esclavos se les podría expedir por las Cortes carta de ciudadano bajo circunstancias especiales (art. 22). Un tercer logro fue la obtención por las colonias del derecho de representación en la Corte. Como hemos visto,  la Constitución no discrimina en este  sentido entre peninsulares y americanos, pero en las propias cortes de Cádiz no privó esta igualdad, que hubiera resultado de hecho en el control del parlamento por los diputados de América. Al requerirse también que los diputados fuesen personas nacidas en la provincia o avecindadas en ella por un número de años se asegura una representación autóctona, sin paso al cunerismo. Obteniendo asimismo las colonias, al mismo tiempo que las provincias españolas, las otras conquistas que encarna la Constitución de Cádiz, el sufragio universal, los ayuntamientos electivos, la diputación provincial, el reconocimiento de la libertad de expresión y otros derechos individuales, y la restricción en fin del absolutismo monárquico”. En San Salvador se realizan elecciones en diciembre de 1813. Las leyes de las Cortes de Cádiz daban a San Salvador el derecho de elegir veinticinco electores por tener más de 5.000 habitantes y estos veinticinco electores elegían  a su vez a los miembros del Ayuntamiento. Había además la elección de los alcaldes de los barrios. Fue esta última al parecer de menos significación, la que dio principio a la lucha entre Peinado y Bustamante y la ciudad de San Salvador. “La elección de Alcaldes de los Barrios, escribió el intendente a  Bustamante, recayó en personas sospechosas… a excepción del Barrio de Candelaria,  cuya elección fue a mi gusto”. El intendente mandó hacer de nuevo las que le parecieron. Pero fue nuevamente derrotado. Incluso Bustamante impuso a Barroeta como diputado a las Cortes. El 03 de enero de 1814 el Capitán General Bustamante, informa de conjuraciones de los partidos independientes y haber “aprisionado a gentes”. El 16 de enero “En casa de los padres Aguilar, se reúnen los patriotas  para deliberar sobre la manera de efectuar la insurrección y quitar las armas a los Cuerpos Voluntarios”. Días antes del 24 de enero de 1814, se realizaron fiestas para celebrar la elección del cabildo insurgente, agradeciendo a los Padres Aguilar, por su contribución para derribar al gobierno “Cachuco”… el 22 de enero de 1814 se realiza una junta secreta de Alcaldes, Regidores y Síndicos, pero el 23 las autoridades españolas se enteran del plan insurreccional. El 24 de enero de 1814 se inicia la insurrección popular.

     

     

     

  • 5 de noviembre de 1811 (Historia y olvido)

    bicentenario

     

     

     

     

     

     

     

     

    Caralvá

     

    La sociedad civil colonial contiene elementos abiertos a discusión y estudio. La sociedad tiene como componentes principales las castas, con territorios definidos para cada grupo étnico los cuales son gobernados por sus propios alcaldes pedáneos, su modelo de producción aún es la encomienda bajo un naciente capitalismo implantado a sangre y religión, las haciendas son los instrumentos donde se genera el cambio hacia el capitalismo primitivo que produce modelos culturales serviles y feudales. En aquella sociedad que proclama la “limpieza de sangre” como signo estelar para el futuro de las familias y su acceso a diversos cargos, la exclusión es la norma; las figuras principales rotan entre autoridades peninsulares y las familias criollas con mayor arraigo, estas familias sanguíneas siguen el patrón feudal, los hijos son educados para cargos en la Iglesia, el Ejército, la Hacienda, las hijas se casan con otros principales para formar alianzas y reproducir su saga filial, pero no todas eran familias principales, también existían familias criollas marginales y funcionarios peninsulares de rangos menores, de manera que el mosaico de estos núcleos se irradia hacia todas las líneas políticas, administrativas y religiosas, por ejemplo: funcionarios peninsulares que son malos administradores, falsos curas, militares represores, alcaldes impuestos por los hacendados, contrabandistas, etc. en pocas palabras un mal gobierno. La historia colonial es un cruel recuento de muchas actividades sociales olvidadas a propósito, resulta insólito que no exista una mención oficial a los grupos étnicos que participaron en los eventos de noviembre de 1811, tampoco afrosalvadoreños, ni distingos entre la iglesia insurgente y la contrainsurgente, tampoco se hace referencia al papel de la mujer insurgente en las poderosas acciones de Metapán, Santa Ana, San Salvador etc. este concepto es parte del olvido. La ausencia del sector popular (indios, africanos y criollos (no principales) en la historia oficial desarticula la cohesión del concepto nación, su producto final es la pérdida de identidad junto a la distorsión de una casta dominante formada por familias-estados similar a una oligarquía, que nace primitiva ante el avance capitalista de otras regiones. El olvido de la historia es una constante desde esas épocas de conquista española y luego colonial. Debemos solucionar esos olvidos, el desafío es re-escribir la historia desde nuestros pueblos originales y colocar cada concepto en su lugar, avanzar para proponer nuevas lecturas y los hallazgos históricos someterlos a la opinión pública y a las academias para integrar el conocimiento a la nación. “Recordar es conocer” decían los griegos, por esa razón en ocasiones la historia construye naciones, pero también las deforma, nuestro deber es re-escribir la historia, sin olvidar a nuestros pueblos originarios.

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  • 2011 Bicentenarios y otras fechas

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    Caralvá

    El Bicentenario de nuestro primer moviendo social a favor de la Independencia de España, tiene diversas connotaciones, sus lecturas son diversas pero debemos reconocer que las interpretaciones han sido utilizadas como instrumentos de lecturas del poder, de esta forma durante el siglo XX no se reconoció la existencia de nuestra etnia en los eventos del 4 y 5 de noviembre de 1811, de igual forma la participación de africanos en esas justas libertarias. En la nueva administración gubernamental de izquierda, esta fecha debe ser un encuentro de opiniones entre diversos sectores sociales. El tema histórico es un buen ejemplo para propuestas de investigación, por esta razón hablar de historia documentada connotará la riqueza cultural que poseemos; recordar que mucho antes de la colonización española, en nuestra tierras ya existían pueblos organizados con su propia historia, lengua e identidad.

    En la nación aún se preserva el náhuat y existen valiosos estudios no divulgados por diversas razones, pero pronto instituciones de educación superior impulsarán el redescubrimiento de mitos, tradiciones y excepcionales legados de la riqueza de nuestros pueblos originarios. La fecha es un signo oportuno para las diversas propuestas de investigaciones, en especial el año de 1811 que inicia el movimiento social que culmina en 1821. Centroamérica esta unida en estas efemérides junto a la República de Paraguay, Venezuela, Colombia, anotando que este año coincide con el 75 aniversario del Golpe Militar en España que termina en la guerra civil. Podríamos afirmar que la efemérides solo son palabras y no significan nada, que podrán pasar otros doscientos años e igual, pero no podemos olvidar que esos movimientos sociales significan en este momento parte de la identidad de millones de salvadoreños, que conforman una nación plurietnica, pluricultural y con lenguas originales anteriores a la colonización española, por lo cual debemos sentirnos orgullosos, nuestros grupos étnicos dieron origen a pueblos y ciudades entre nosotros. Al menos el Bicentenario potenciará la exposición de diversas temáticas olvidadas, así como las propuestas históricas sobre: composición étnica, motivos del movimiento independentista, estructuras coloniales, descomposición del imperio español, influencia francesa, vecindad del movimiento insurgente en México y  otros que pueden cambiar nuestra visión tradicional por nuevos aportes de las ciencias sociales.

    Estas fechas cargadas emotividad, no deben cegarnos para la comprensión que necesitamos sobre acciones precisas de aquel movimiento del 4 y 5 de noviembre de 1811, si los acontecimientos han sido idealizados o si es preciso re-escribirlos debe realizarse el ejercicio pertinente. Estas fechas marcan el aporte popular y su legado para Centroamérica. El Bicentenario será un bueno motivo para celebrar la amistad entre las naciones, puesto que comprender aquellos movimientos sociales es pronunciarse por nuestra vocación de pueblo en la historia y nuestra voluntad por una patria mejor en democracia.

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  • Fuerzas populares salvadoreñas: africanos e indios en 1811

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    Caralvá

    El autor Paul Lokken: Transforming Mulatto Identity in Colonial Guatemala and El Salvador; 1670-1720, refiere el largo olvido de la presencia africana en la región, esa condición se debe a estudios racistas del siglo XIX, que contribuyeron a ignorar la presencia africana durante el proceso colonial español.

    Durante este período (1670-1720), los grupos subordinados al imperio español fueron los indios mayoritariamente y los africanos minoritariamente, pero algunos grupos coexistieron en forma libre y esclavizada, condición que posteriormente forjó una nueva identidad a través de matrimonios, servicios militares, migraciones laborales etc.

    Paul Lokken indica que el producto de estas uniones transformó la identidad hacia formas denominadas ladinas que minimizó la identidad africana en Guatemala y El Salvador.

    En nuestra nación se niega la existencia  africana e incluso la existencia de nuestras propias etnias, pero un importante artículo de Carlos Loucel, « Negros y mulatos de San Geronymo Nejapa en el siglo XVIII », Boletín AFEHC N°21, publicado el 04 junio 2006, demuestra que entre los años  de 1752- 1790 en San Jerónimo  Nexapa se realizaron 222 matrimonios entre mulatos,  3 de indios, 82 de ladinos,  6  entre mulatos e indios, 2 mulatos y españoles con un total de 330.

    Estas condiciones de acuerdo con Loucel indican que existen registros parroquiales de matrimonios mulatos en: “Opico, San Vicente, Olocuilta, San Salvador, Apopa, Paxnal, Quezaltepeque, Suchitoto, Chalchuapa, San Miguel, valle del Guayabal, Tacachico, Sonsonate, Chalatenango, Cojutepeque, Caluco, ciudad de Guatemala, Tejutla, Ocotepeque, Apastepeque, Texixtepeque, Talpa, Tenancingo, Santa Ana, Tejutla, Guazapa, valle del Paisnal. ”

    Ambos autores connotan nuestra pluralidad étnica la cual se confirma en los datos de la independencia de El Salvador de 1811, condición referida en las crónicas del proceso de infidencia a los próceres salvadoreños, “ Que un día qe.  el declarante fue abuscar a Dn. Rafael  Aguilar a casa de Arce, y estando en la ventana pasó un Europeo, y quitándose el sombrero le dijo a Dn. Manuel  Jose, Amigo aquí tenemos sena, aque contestándole el exponente, como asi le insinuo aquel; por que quando los Europeos se quitan el sombrero tenemos noticias malas y quando las tienen buenas no se lo tocan: sabe Ud. Como Renteria Ofrecio en un almuerzo la cabeza del  Pe. Cura Delgado, y de cuia noticia los mulatos ocurren a resguardarlo, y tememos una desgracia. “ pág 63..

    En acontecimientos posteriores en el pueblo de Metapán, con fecha 24 de noviembre de 1811 del citado documento: “Que ahora a las seis de la tarde se ha declarado sublevado este Pueblo: qe. la parcialidad de Yndios, unida con alguna parte de la de Ladinos formaron un escandaloso tumulto, que unos armados con piedras y otros con hierros, acometían furiosamente, proponiéndose por objeto de su indignación despojar violentamente a Dn. Jorge Guillen de Ubico de la segunda Vara de Alcalde Ond. de este Partido, únicamente por ser Europeo…” pág 385.

    Y esta conjugación de fuerzas populares, envió al agonizante imperio español la señal de independencia, que se iniciaba a lo largo del continente americano.

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