César Ramírez
@caralvasalvador
El Sector empresarial tiene por objetivo invertir en sus negocios, debe construir una estructura económica más allá de una administración gubernamental, con una mentalidad de crecimiento y desarrollo. Hemos observado durante estos últimos años una distorsión del objetivo estratégico del sector privado, convirtiéndose en actor político, pronunciándose en áreas que no le pertenecen como en las pasadas elecciones, así muchas empresas fueron denunciadas por promover el temor a sus trabajadores si votaban a favor de un partido político, esta connotación provoca una imagen distorsionada del empresario tradicional. El empresario está llamado a desarrollar su empresa, crear relaciones con todos los sectores de la sociedad, expandir su negocio con diversificación, elaborar un producto de tanta calidad que compita en niveles internacionales, ese empresario visible en otras naciones quizás dejó de existir en nuestra nación. Es posible que el conflicto armado creara los fantasmas necesarios para el discurso: “amigo-enemigo”, “amigos son todos los capitalistas, quienes no piensen como nosotros son comunistas”, ese discurso obsoleto aún persiste, es una lástima. ¿El sector privado evoluciona al mismo ritmo que el capitalismo o involuciona bajo un discurso político del pasado?, es evidente que la eterna oposición a toda la democratización de la economía provoca un retraso en el mismo desarrollo del capitalismo, hace mucho tiempo que la movilidad social tiene serios desajustes en nuestro modelo económico, la correspondencia estudio-empleo-salario no coinciden con las ofertas de trabajo, de tal modo que la meritocracia no aplica, de esta forma muchos profesionales son desempleados, tiene sub-empleos o simplemente emigran del país… esta condición es una resultante de la relación empresa privada, gobierno, inversiones internacionales, demanda laboral, etc., la apertura del mercado en todas sus modalidades también parece una ficción, el libre mercado tiene doble discurso por ejemplo en las radiotelecomunicaciones; la nación necesita un cambio de mentalidad hacia la democratización del capitalismo, ello significa generar confianza “política” entre trabajadores y empresarios, crear un clima de diálogo entre el gobierno junto a la iniciativa privada, aceptar la Reforma Tributaria para sumar esfuerzos bajo la unidad nacional.
La opinión pública es bombardeada con mensajes negativos sobre la Reforma Tributaria, se difunden conceptos políticos pero no argumentos económicos, así los mensajes llenos de falacias golpean día a día a la población como una campaña política, pero nunca en toda la historia de la nación se han divulgado con la misma intensidad las ganancias anuales de algunas empresa exitosas por más de $100 millones después de impuestos, salarios y derivaciones, son utilidades extraordinarias, estas acciones jamás son divulgadas, ¿por qué no anuncian los excedentes con la misma vehemencia? Estos datos se pueden encontrar en los estados financieros y en los informes anuales públicos hacia los accionistas. No existe un límite a la ganancia de estas entidades, cabe destacar que en otras naciones los límites de utilidades están normadas y al sobrepasarlo pagan impuestos. Necesitamos entonces una nueva mentalidad del sector privado, que retorne a la visión estratégica de invertir. El Estado necesita de una Reforma Tributaria acorde a la realidad nacional, un cambio de mentalidad es necesario para la garantizar los intereses de la nación en los siguientes años. www.cesarramirezcaralva.