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Nostradamus

  • Nostradus, W. Churchill y G.W.Bush

    Cuando la Historia toca a nuestras puertas

    Epístola a su hijo César (1555)
    “estos reinos, sectas y religiones los encontrarán de tan poco gusto, que impedirán su publicación”
    Michael Nostradamus


    Caralvá

    Sin duda recordar la Historia es encontrar de nuevo la sabiduría de muchos hombres que antes que nosotros dieron sus versiones sobre los acontecimientos de su época, algunos de ellos como Hegel en su libro La Filosofía de la historia 1827, escribió: “Lo que la experiencia y la historia nos han enseñado es esto: ni los pueblos ni los gobiernos nunca han aprendido nada de la historia; tampoco han basado sus acciones en los principios derivados de ella”... pues bien, ahora demos una aproximación cercana de los recientes trágicos acontecimientos del 11 de septiembre en el World Trade Center, y las palabras de Sir Winston S. Churchill de su libro: The Second World War (1948-1954) The gatherim storm, publicado en español como las memorias de Churchill 1965, Churchill refiere: “.. Algunos consejos de prudencia y moderación pueden convertirse en agentes primordiales de mortal peligro y como los procedimientos intermedios inesperados por el deseo de vivir con tranquilidad pueden llevar de cabeza al desastre” y más adelante cuando las condiciones se agudizan y la figura de Hitler se aproxima a su cenit, Winston Churchill escribió sobre Mein Kampf: “... Aquél era un nuevo Corán de guerra y de fe, un Corán ampuloso, verborreíco, informe, pero preñado de posibilidades”.. Los paralelos entre las condiciones históricas casi tienen simetría con la actual condición, en libro El Retoñar en 1928 escribe: “La muerte aguarda atenta y expectante, lista a servir, lista a barrer los pueblos en masa, lista a destruir, si la invocamos, y esta vez sin esperanza de reparación, lo que de la civilización queda. La muerte no espera más que una orden. La orden de un ser frágil y arrebatado, atónito que, tras haber sido por largo tiempo víctimas de la muerte, es ahora – por única ocasión- señor de ella.”
    Bien la Historia toca a nuestra puerta de nuevo, ahora precipitada por trágicos acontecimientos, no obstante, esta especie de señor de la muerte, tiene en estos momentos una sombra que es exactamente perfilada en la palabra religiosa muy invocada en estos tiempos: “el anticristo”, pero de que otra manera se podría llamar a alguien que tiene por signo la destrucción y el exterminio. Si bien es exacto tomar la Historia y observar su trayecto, no menos preciso es recordar las palabras del presidente George W. Bush, en su discurso a la nación (20.09.2001) “Las directivas de los terroristas les ordenan matar cristianos y judíos, matar a todos los estadounidenses y no hacer distinción entre militares y civiles, incluyendo mujeres y niños... y más adelante: “Ellos quieren derrocar gobiernos existentes en muchos países musulmanes como Egipto, Arabia Saudita y Jordania. Ellos quieren sacar a Israel de Oriente Medio. Ellos quieren expulsar a cristianos y judíos de vasta regiones de Asia y Africa”.. Es una condición que la Historia reconoce desde hace siglos, y es también un momento oportuno para defender la libertad, por ello el presidente refiere: “Nosotros hemos visto su clase antes. Ellos son los herederos de todas las ideologías asesinas del siglo XX”..
    Esto no es una condición de concordancia histórica, es la historia uniendo la voluntad de los estadistas en su lucha por la libertad de sus pueblos: “Esta es una lucha del mundo. Esta es una lucha de la civilización. Esta es una lucha de todos los que crean en el progreso y el pluralismo, la tolerancia y la libertad”, en esta situación de conflicto internacional, el presidente Bush proclamó: “Nadie debe ser señalado ni maltratado ni ofendido de palabra por su origen étnico ni su fe religiosa..” lo cual es preciso, la lucha por la justicia no es una cruzada religiosa, es en su máxima expresión la voluntad de defender la democracia y la libertad de muchas naciones, que de otro modo, deberán portar distintivos en sus pechos identificando su nacionalidad, o practicando sus creencias en la clandestinidad y condenando a sus mujeres a la total exclusión de la educación elemental, ya son conocidos estos ejemplos, y las palabras de sir Winston S. Churchill y el presidente George W. Bush reafirman la voluntad de las naciones de luchar tanto ayer, como ahora, por los mismos objetivos libertarios, cuando la Historia toca a nuestra puerta.
    También es el momento de dar fe de haber leído y comprendido aquella epístola del modesto Michael de Nostradamus a César, 551 años después...