Caralvá
Al menos esta campaña presidencial 2009, ha brindado la oportunidad de participación y exposición como pocas veces hemos observado en nuestra naciente democracia, así la alineación es forzada a favor de una fuerza u otra. El punto positivo es una definición entre proyectos extremos, sin puntos medios; el punto negativo es la obligación de elegir entre estos dos polos, no sería extraño que muchos votos terminaran nulos o en abstenciones por el carácter cerrado, como si eligiéramos: “la vida o la bolsa”…
Una visión positiva obliga a ser optimista con los resultados, pero con mucha cautela porque la diferencia de unos cuantos miles de votos a favor de uno y otro puede ser interpretada con pasión y elevarse a la violencia, de ahí el deber de la clase política a respetar el resultado electoral.
Es posible que muchos ya se consideren vencedores, sin importar el resultado, condición muy peligrosa puesto que implica el triunfo a cualquier costo, a pesar de la voluntad popular.
Habría que pedir a la clase política el “leve ejercicio” de pensar en una derrota electoral, ¿qué haría el candidato? ¿cómo aceptaría la realidad? en otras naciones, un candidato debió perder en dos ocasiones y otro hasta en tres oportunidades. Richard Nixon perdió en 1960 su candidatura presidencial e incluso en 1962 perdió la candidatura por el Estado de California, pero ganó en 1968 la presidencia de Estados Unidos por un poco más de 500,000 votos; en el otro caso Salvador Allende, perdió en 1952, 1958, 1964 y finalmente ganó en 1970 con una leve ventaja electoral del 1.7% y el Congreso decidió el resultado, pero debe anotarse que en contra de Salvador Allende existió una confabulación de Richard Nixon para evitar su ascenso en los conocidos eventos denominados: Track One y Track Two.
Art. 80 Cn. El Salvador : “Cuando en las elecciones de Presidente y Vicepresidente de la República ningún partido político o coalición de partidos políticos participantes, haya obtenido mayoría absoluta de votos de conformidad con el escrutinio practicado, se llevará a cabo una segunda elección entre los dos partidos políticos o coalición de partidos políticos que haya obtenido mayor número de votos válidos; esta segunda elección deberá celebrarse en un plazo no mayor de treinta días después de haberse declarado firmes los resultados de la primera elección”.
Mayoría absoluta según Wikipedia: “La mayoría absoluta es, matemáticamente (y así lo entiende la Real Academia Española), una mayoría con más de la mitad de los votos. Sin embargo, a veces se entiende como la mitad más uno de los votos. Matemáticamente la mayoría absoluta de 11 es 6, pero usando la segunda definición debería haber un número de votos igual o superior a 6,5 (5,5 + 1), es decir, 7”.
En estos casos, cabe una cita abreviada en los movimientos estudiantiles de Francia 1968: “seamos realistas exijamos lo imposible”, pero la original es de Max Weber: "la política consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces resistencias, para la que se requiere, al mismo tiempo, pasión y mesura. Es completamente cierto, y así lo prueba la Historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez".