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Ben´s Coffee El Salvador, River deep, mountain high

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Caralvá

 

En plena  ebullición del desempleo salvadoreño, bebo mi siguiente café.

La estancia evoca una sala de terminal aérea  y años memoriales… rock, intoxicación de inglés, la infaltable sensación etérea del El Salvador contra la dictadura militar y México, la academia perpetua.

Este sitio es recomendación de mi amigo Javier… café americano, eso significa negro y amargo como nuestra realidad cuscatleca; desde mi sillón rojo y anglicano veo a los empleados en sus rutinas, la vida capitalista respirando dólares, mientras baladas francesas reggaetoneadas, cohabitan en los buffer verticales VSP Systems, creando una atmósfera de lagos artificiales en plena bóveda de concreto, esa música nostálgica impregna un  lago artificial de 80 hectáreas “sin cargas ideológicas” navegable, mientras en cuadro hiperrealista observo emerger de su seno artefactos precolombinos, con razón decían que pescar la memoria (histórica) de nuestra etnia era posible en cualquier parte del territorio, bajo las aguas represivas.

A pesar del arrullo francés jamaiquino, no podía sacarme de la cabeza mi desempleo, ni la música más explosiva de aquellos años juveniles:

 

“Stand back baby, and watch my love grow

And do I love you, oh my

River deep, mountain high

If I lost you would I cry

Bet your life, baby”

 

De la mítica River Deep, Mountain High by Eric Burdon & The Animals.

El sitio transporta a  brillantes  reminiscencias juveniles, el café sin prisa, la música, los diamantes ofrecidos como chocolates en los aeropuertos europeos, las chicas más amables que ofrecen sus fragancias con la misma generosidad que nosotros nuestro dólares y eso que éramos tan revolucionarios como el CHE, porque todo era lucha contra la dictadura militar… que tiempos esos… cuando morir comunista era lo mismo que conquistar el cielo…

Cuando escucho al procurador de derechos humanos pedir explicaciones sobre los despidos, veo los tomos de 45 mil archivos de desempleados de la empresa privada, a la cual nadie pide explicaciones, ¿Qué los empleados privados no existen?.. ¿ o solo los gubernamentales? Me parece que el señor procurador no debe ser ciego ante miles de desempleados de la empresa privada..

Y mi café americano dibuja una columna de humo y aroma de montaña, a mi lado dos gentleman discuten a viva voz sus problemas.

Quizás al desempleo debo agradecer la visión juvenil revolucionaria… aunque ahora la democracia implique como hace algunos años,  una condición ineludible.

 

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