César Ramírez
@caralvasalvador
Así se estila en el Siglo XXI con formas legales: declarar ilegítimos los procesos electorales, negar la institucionalidad del máximo organismo electoral, realizar reformas electorales días antes del evento ciudadano, aceptar recursos de amparo para retrasar perversamente el resultado consultivo, impedir que la Asamblea Legislativa se constituya en la fecha indicada por la Constitución, destituir exmilitares en cargos públicos, negar impuestos a los grandes capitales, impedir el financiamiento del Estado por préstamos internacionales, etc… podemos imaginar –solo pensarlo- que pronto los amparos constitucionales podrán declarar la amnistía como incorrecta y declarar que muchos de los actuales políticos están inhabilitados y abrir un surco de cuestionamientos sobre todo el proceso de postguerra, declarar inconstitucional al SITRAMSS, la conformación de la Asamblea Legislativa, el proceso de elección de los magistrados de la CSJ, la democratización de los medios de comunicación, etc… pero hablemos de realidades: Honduras, Paraguay, Guatemala o las referentes de Ecuador, Venezuela, ¿son casos aislados?, existen coincidencias que no pueden ser ignoradas, entre ellas la formación de grupos de presión que atentan contra la institucionalidad, esos grupos son dirigidos hacia objetivos específicos: Asamblea Legislativa, Gobernación, bloqueos de calles, ocupaciones ilegales de templos religiosos, destrucción de propiedad privada, etc… piden imposibles y es fácil adivinar hacia dónde van los golpes. Como estos elementos no son suficientes ahora las fuerzas pro-oligárquicas se pronuncian por la construcción de una ¡comisión internacional contra la corrupción! Similar a Guatemala y Honduras, o sea se pronunciarán contra la “elusión/evasión” de impuestos, harán un recuento histórico de los escandalosos peculados “culposos”, de la desviación de fondos a damnificados, de aquellos otros delitos “prescritos” en ANDA, ISSS, pasaportes vendidos a mafias internacionales, etc. ¿o eso no es corrupción?… si agregamos a este coctel maléfico los rumores: que el gobierno constitucional es “ilegítimo”, estados de sitio, atentados terroristas, cartas de treguas (magnificadas al extremo), incluso la restricción a las mujeres de pintarse el cabello de color… y por supuesto sus implementos femeninos y la apología de la violencia por los grandes medios oligárquicos que adoran provocar inseguridad e ingobernabilidad, ¿Qué es?… así el conjunto de infundios se asocia con pronunciamientos de una misión internacional que acompaña toda esa fiesta sangrienta; un hombre neonazi que interviene en nuestra política interna descaradamente, como Hitler proclamando la democracia antes de la iniciar la segunda guerra mundial, que vergüenza. En toda esta sinfonía diabólica el partido conservador pro-oligárquico acompaña estas acciones día a día, “llorando por su finca perdida”, magnificando la negatividad e incluso conferenciando con los grupos de choque, recordemos la invasión de esos antisociales a la Asamblea atendidos en televisión por sus diputados… La duda asalta el pensamiento de los ciudadanos, ¿tanta manipulación y violencia es un accidente? … No lo creo, como no creo en ninguna de las mentiras de Hitler que aún repiten los neonazis, al menos tenemos la historia del siglo pasado y esa muestra el camino, esa implica el llamado a la acción contra estas oscuras fuerzas pro-oligárquicas, el retorno a la organización popular y la movilización contra la agresión interna y externa, quizás a la clandestinidad de la resistencia popular. Si esta condición es extrema, peor es esperar el destino cruzados de brazos y observar el fin de la democracia. www.cesarramirezcaralva.com