Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

  • La divina interpretación constitucional

    La divina interpretación constitucional

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    El ejercicio de nuestra justicia es deprimente, el coro de miles de voces que denuncian las injusticias de los jueces llega hasta los Estados Unidos y al resto del mundo, muchos se pronuncian año con año contra nuestro sistema, porque si existe un estamento casi intocable son los jueces… el gran perdedor es el pueblo.

    Con mucha atención seguimos el desarrollo de los juicios públicos, algunos de los cuales son contra exfuncionarios de antiguos gobiernos, es maravillosa la actuación de los abogados defensores de las causas de enriquecimiento, las cuales son ganadas con argucias fantásticas y peor aún, milagrosamente ninguno es condenado… “ver para creer”.

    Las diferencias del pueblo con la Sala Constitucional se refieren al elemento visible en la Constitución y sus funciones específicas, pero resulta que “lo no escrito”, “la interpretación” parece una función de “Gracia Divina” orientada a impedir la gobernabilidad, veamos el Art. Cn 174: “La Corte Suprema de Justicia tendrá una Sala de lo Constitucional, a la cual corresponderá conocer y resolver las demandas de inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos, los procesos de amparo, el habeas corpus, las controversias entre el Órgano Legislativo y el Ejecutivo a que se refiere el Art. 138 y las causas mencionadas en la atribución 7ª. del Art. 182 de esta Constitución” etc. en resumen su competencia son: “Leyes, decretos y reglamentos”, pero en ninguna parte se menciona la exclusión de un ciudadano por su filiación partidaria, concepto muy riesgoso, parecido a los antiguos dogmas cristianos contra los protestantes, extranjeros y otras creencias; la repentina calificación de los Magistrados de la Corte de Cuentas de la República parece ser una saga del mismo tema.. Incluso el 14OCT013 la Sala declaró inconstitucional el nombramiento de Salomón Padilla... “El derecho a optar al cargo público de juez y magistrados de la CSJ es incompatible con la afiliación partidaria, a menos que exista una separación o desvinculación real del partido político y que ello no constituya un fraude a la Constitución”…

    Existe un abismo entre las aspiraciones del pueblo y los fallos de inconstitucionalidad, así todo puede ser calificado de iniciativa “partidaria”: el SITRAMS, la emisión de bonos por $900 millones, la Amnistía, el cargo para la inversión social en energía eléctrica… etc.

    Existe una lejanía en la vocación del pueblo y los fallos de interpretación de nuestra constitución republicana, muchas de sus decisiones están reñidas con la realidad social, económica, jurídica, etc., los Magistrados de la Sala son electos por la Asamblea Legislativa, quien por delegación del pueblo ejerce su representación, pero la Sala Constitucional no pasa ningún ejercicio democrático directo.

    La situación de interpretación constitucional imita los argumentos políticos, parece un oficio de gobierno de jueces y no de ejercicio democrático, si las elecciones delegan su representación a la Asamblea Legislativa ¿por qué sus decisiones son invalidadas?...

    Es muy preocupante el panorama nacional, un escenario cargado de agendas políticas y no de vocación hacia la estabilidad jurídica, la gobernabilidad, el bien común, hasta parece que la democracia ya no es la voz del pueblo, ni de Dios, sino un fallo político a nombre de la divina interpretación constitucional. www.cesarramirezcaralva.com

  • Los “medios” justifican al capitalismo oligárquico

     

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    La sociedad salvadoreña en los términos conceptuales republicanos jamás logrará la utopía de la igual social, debido a que los procesos electorales no admiten diferencias de conducción ni tampoco una reforma sobre el modelo capitalista, así nuestra división artificial entre ricos y pobres es el resultado de una visión materialista a fin de cuentas “contractual”, las personas son objetivadas como productos utilitarios no como ciudadanos, si observamos todos los movimientos actuales de las derechas y sus aliados e intérpretes constitucionales, todos debemos pagar iguales impuestos aunque “sus millonarias propiedades sobrepasen los ingresos de miles de salarios mínimos”, las inversiones sociales son gastos innecesarios y populistas porque a los pobres no se les debe ayudar “así nacieron”, el Estado no debe endeudarse porque los beneficios sociales solo sirven para fomentar el ocio de quienes se acostumbran a vivir de sus salarios “no a crear empresas”, etc., esta condición es inalterable bajo la premisa que la sociedad es un contrato capitalista y por supuesto su interpretación constitucional. De ahí la vigencia de Carlos Marx y su concepto de alineación del trabajo que no solo aplica a los trabajadores, sino a las personas que se transforman en humanos-dinerarios, no piensan como ciudadanos sino como dinero viviente en cada célula de sus cuerpos, de ahí que se arrojen del último piso de sus empresas cuando Wall Street deja de perder un porcentaje de ganancia en sus acciones o en lugar de un minuto de silencio solo guarden diez segundos porque pierden mucho capital al recordar a sus deudos; en otras palabras el capital tiene “vida propia” es una célula alienada de dinero que no reconoce personas sino “intereses”, tampoco tiene ética sino porcentajes de compra-venta, además su pasión se resume en “medio-resultado” una mutación de Nicolás Maquiavelo “el fin justifica los medios”; de tal forma que no importan los medios, ni las personas, ellos viven un totalitarismo “dinerario” ansiosos por alimentar una sociedad en perfecta desigualdad. Reproduzco una cita sobre el tema: “El Teorema de Arrow y la utopía de una “sociedad de mercado”: totalitarismo o caos. Los axiomas de racionalidad y los valores democráticos que Arrow postula como deseables y razonables, definen en realidad una “sociedad de mercado” (con su correspondiente ética del mercado), es decir, una sociedad que se constituye (y se interpreta) a partir de la racionalidad formal o, en palabras de Max Weber, de la racionalidad medio-fin, que es una racionalidad concebida a partir del individuo calculador, y donde las relaciones interpersonales son relaciones contractuales, esto es, relaciones voluntarias entre propietarios de cualquier cosa. Tenemos aquí la médula de la concepción burguesa de igualdad (y de libertad). En efecto, la igualdad burguesa es una igualdad contractual (no simplemente formal): somos iguales porque actuamos como individuos que pactamos contratos unos con otros y procedemos según esos contratos (los contratos obligan a actuar correspondientemente). Todos los intercambios son vistos en términos contractuales, todo es mercado: mercado de bienes, mercado de servicios, mercado de factores productivos, mercado de votos, mercado de afectos, etc.”… -GPC Costa Rica-

    El conflicto actual “salvadoreño” entre los aspirantes a oligarcas y los trabajadores puede resolverse democratizando al capitalismo, eliminando las desigualdades, alentando la movilidad social, facilitando la gobernabilidad sin promover un golpe de Estado “desarmado”, permitiendo que el capitalismo se desarrolle en las veredas de la nación y los barrios de San Salvador. www.cesarramirezcaralva.com