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Asesinato de ex-Fiscal en El Salvador

  • Cadena de asesinatos

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    Caralvá

    La norma en esta sociedad es hablar de asesinatos, la excepción es que no sucedan.
    La muerte del Doctor Manuel Córdova Castellanos, que condujo investigaciones trascendentales en la Fiscalía General de la República es la última de una secuencia grotesca de crímenes sin resolver, pero la ciudadanía aún confía en que las estructuras de seguridad puedan encontrar a los culpables.
    Parece que las reglas del juego están cambiando en nuestra sociedad y el monopolio de la violencia ya no reside en un solo centro de poder, sino que se traslada a organizaciones delictivas que ejecutan a inocentes en toda la nación.
    Los motivos para asesinar a un ciudadano pueden ser simplemente un requisito para ingresar a una organización delictiva, en otras palabras: asesinar por asesinar.
    El surgimiento de estas organizaciones delictivas esta influyendo en toda la sociedad y la clase política, sus acciones son claras y pretenden imponer un sistema de reglas de sometimiento a toda entidad productiva, sus estructuras tienen como objetivo ampliar el círculo vicioso de comprar armas a través de obtener dinero ilícito y someter a quienes se opongan, de esta forma construyen territorios artificiales sobre los ciudadanos. Estos esquemas son ampliamente conocidos en Colombia, donde los narcotraficantes tienen grupos armados a su disposición.
    En realidad bajo ese sustrato delictivo se encuentra el poder de las drogas, redes de extorsión, trata de blancas etc., el nivel de control hacia estos grupos impone situaciones extremas para la seguridad ciudadana, con una visión regional y multilateral, de igual forma su tratamiento preventivo.
    En El Salvador no existe un acuerdo político en el tratamiento de este tema, pero la gravedad de la situación nacional necesita con urgencia pactos nacionales, de lo contrario estos crímenes podrían confundirse con asesinatos políticos y no acciones delictivas.
    No existen al menos por el momento, suficientes pruebas para sostener que este trágico acontecimiento tenga elementos políticos, pero el silencio sobre el tema nos recuerda muchos otros asesinatos que aún no tienen respuestas adecuadas.
    Lo positivo que están logrando estas organizaciones delictivas, es el avance en la unión policial internacional y la eliminación de las fronteras para perseguir los ilícitos, de igual forma en la construcción de bancos de datos orientados al control de personas con antecedentes criminales etc., si la tendencia avanza en complejidad pronto el ejercicio de la justicia y la persecución delictiva será sin fronteras, eliminando jurisdicciones obsoletas aún vigentes en territorio y soberanía.
    La clase política tiene una gran responsabilidad en este tema, el objetivo es contener esta cadena de asesinatos, porque la política a fin de cuentas es “hacer el bien” y en estos casos el bien de la nación, lo cual debería ser su vocación legítima de la clase política.

    http://www.diariocolatino.com/es/20071018/opiniones/48247/