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Participación e información

  • Participación e información

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    Caralvá

    En términos clásicos, el sistema de partidos políticos no es sostenible en una democracia frágil. No debe existir un parlamentarismo fuerte que excluya al presidencialismo, ni un presidencialismo absoluto que elimine al parlamento, estos dos elementos no deben ser la aspiración de la sociedad democrática, si esto sucede entonces el sistema funciona a medio gas.
    De igual forma si la institucionalidad esta a medio camino entre interpretaciones y tratamientos políticos, entonces el sistema funciona a medias.
    No obstante, existen signos alentadores que nuestra sociedad debe reconocer, esfuerzos que legitiman a la clase política e iniciativas como el recién finalizado diálogo de España, que envía magníficos mensajes para el futuro de la nación.
    Pero debemos distinguir que no es lo mismo el trato entre partidos políticos con ideologías diferentes a “imponer una ideología a la nación”, esta condición en El Salvador parece “natural” porque nuestra neonata democracia es producto del traumático suceso llamado guerra civil y las dictaduras militares, por lo tanto es natural que el lenguaje “amigo-enemigo” siga en la mente y corazones de algunos miembros de partidos políticos, lo cual dista de ser democracia.
    Para visualizar nuestro futuro simplemente realicemos el ejercicio de otras naciones, las cuales han pasado por el traumático acontecimiento de guerras civiles y dictaduras: España, Nicaragua, Chile, Paraguay, en forma parecida Argentina, Brasil, permiten cierta riqueza de opciones sobre los mismos problemas y recordemos que hasta la saciedad los académicos recomiendan estudiar la historia, pero el tiempo nos demuestra que ni el pueblo, ni los gobiernos aprenden de la historia, como decía Hegel (1770-1831) hace 3 siglos, así que no nos haremos ilusiones. El mismo Hegel que dijo: “Cien años de injusticia no hacen derecho”.
    Es tiempo de escuchar las razones del otro, porque de continuar hasta el infinito con el lenguaje amigo-enemigo no llegaremos a nada. Algunos creen que este idioma solo es político, se equivocan también es económico, cultural, social, religioso, es un esquema violento que sirve para descalificar a toda organización diferente.
    Es preciso indicar que la cultura política es sinónima de dos elementos claves: participación e información, que ayudan a formar opinión, con acciones ante los grandes problemas como la pobreza, la delincuencia, el precio del petróleo etc.
    Debemos afirmar que las razones del otro, no deben ser despreciadas.
    De otra manera, deberíamos preguntarnos: ¿si el sistema de partidos políticos estabiliza o no a la democracia? ¿exageramos las funciones de los partidos políticos? O simplemente son inoperantes para las soluciones que requiere la nación. En estos momentos solo se profundiza un bipartidismo polarizado, con un pluralismo débil y este esquema de acusaciones y descalificaciones puede durar los próximos 100 años, propiciando el mayor peligro para la democracia, que no es la dictadura, sino la legalidad excluyente, eliminando la participación y la información.

    http://www.diariocolatino.com/es/20071108/opiniones/48966/