Caralvá
Existen múltiples visiones que podríamos citar para la novel Asamblea Legislativa instalada este primero de mayo, considerando: los planos políticos, la historia, su vida partidaria etc., pero también por el grado que afectan sus decisiones a la familia salvadoreña, donde algunas de sus pasadas decisiones no fueron acertadas. Desde mi óptica el principal elemento a considerar es la seguridad ciudadana, con asombro observamos la evolución de la contención de las organizaciones ilegales que pueden agruparse en el llamado “crimen organizado”; las instituciones que combaten a la delincuencia deben ser apoyadas en toda la línea legal, puesto que una situación es que se actúe con legítimo apego al derecho y otra es propiciar una ruptura constitucional, si la aplicación de la Ley es genuina, las leyes construirán día con día la anhelada paz social, de lo contrario la visión puede ser letal para nuestra democracia.
Otro elemento que aparece en el horizonte es la estabilidad económica, es oportuno indicar que el privilegio de recibir mes a mes un salario “estatal” no significa que el pueblo ignore que mes a mes se toman de sus salarios los respectivos impuestos, por cierto en sus deducciones no se le pregunta a los trabajadores (estatales o privados) si desean a no pagar estos tributos, simplemente se les descuentan e ipso facto su cheque ya aparece con el valor correspondiente, en otras palabras antes que llegue a manos del trabajador ya se cobró la deuda, de tal forma que los diputados deben estar conscientes que su estabilidad se la deben a la precaria condición asalariada de los trabajadores salvadoreños, así como a todos los funcionarios públicos, pero la estabilidad laboral de miles de trabajadores es frágil, existe mucho desempleo, existe mucha incertidumbre puesto que los salarios no crecen en proporción a la demanda social; además la crisis internacional acecha donde quiera que coloquemos nuestra vista, ese elemento no debe ser enmarcado como argumento político, si a un gobierno le va mal en la economía no son los funcionarios quienes sufren, si un gobierno fracasa en su política económica los primeros afectados son los núcleos familiares, la historia demuestra que estos factores: inseguridad ciudadana y empobrecimiento general llevan a estallidos sociales con resultados graves para el restablecimiento del orden público. Es necesario comprender que la Iniciativa Privada debe aportar a solucionar estos problemas, puesto que en estos años muchas empresas creyeron que despidiendo a los trabajadores solucionarían la crisis, se equivocaron porque enviar al “paro” a los trabajadores no sirve para nada, ¿acaso sus empresas han solucionado la crisis con tanto desempleo forzado? Claro que no. La salud, educación, las pensiones, las reformas constitucionales, debemos observarles para construir gobernabilidad. La guía del primer órgano del Estado debe ser la racionalidad pública, ¿qué es posible para la nación en los próximos tres años y la sociedad? Si piensan como Partido Político veremos la parálisis institucional, si existe voluntad para el cambio en breve tiempo veremos cambios positivos, pero conociendo a nuestra clase política donde priva la obediencia en lugar de la razón, el panorama no puede ser optimista.