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nueva igualdad salvadoreña

  • Democracia e Historia

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    César Ramírez

    @caralvasalvador

    Hemos reseñado en un artículo anterior los antejuicios contra expresidentes de la República, procedimientos realizados por la Asamblea Legislativa en el siglo pasado específicamente contra: Don Jorge Meléndez (1919-1923), Dr. Alfonso Quiñonez Molina (1923-1927) y Dr. Pío Romero Bosque (1927-1931), esos casos implican daño al Estado por compra de bonos inservibles y otros delitos económicos… no obstante en meses recientes conocemos otro procedimiento contra el expresidente Francisco Flores, con el mismo tema: “daños  al patrimonio de la nación”, estos casos nos ilustran sobre los procedimientos democráticos, como también en el conocimiento de nuestra Historia. Los recientes acontecimientos en el caso CEL-ENEL con acciones jurídicas contra antiguos funcionarios gubernamentales, confirman un cambio en el modelo de justicia nacional. Los procesos tienen un precedente en el siglo pasado, educan a la población en la defensa del Estado, puesto que el daño patrimonial implica a las futuras generaciones de salvadoreños. Aún frescas las múltiples declaraciones políticas del evento electoral, la perspectiva es alentadora sobre un caso emblemático con procedimientos que riñen con una maquinaria satánica que pretende otorgar los bienes patrimoniales de la nación a una empresa extranjera incondicionalmente, el caso ha dibujado un mapa de aliados hacia ese plan que connota una historia política, con signos ideológicos perversos. No se trata de una persecución política, puesto que ya no se disputa el voto,  el evento electoral finalizó el 9 de marzo, se trata de una generación conceptual de igualdad ante la ley, es muy significativo que la institucionalidad funcione. De la misma manera que se genera una expectación sobre el resultado judicial, también debe ser importante definir hacia donde se dirige la nación en materias tan vitales como los dineros del pueblo, vamos hacia una sociedad democrática… con un sentido de igualdad histórico. Este tema implica una arista filosófica planteada hace mucho por Aurelius Agustinus: “el mal de la política o la política del mal”… condición que refleja un carácter individual y social, individual: puesto que existe un Ser que comete un delito conscientemente;  social: puesto que un grupo de personas le apoyan con toda su inteligencia, es muy similar a Hitler, no estaba solo; en cualquier caso nos obliga a elevar nuestro nivel de ciudadanía. Así la justicia intenta en nuestro Siglo XXI educarnos sobre un caso ejemplar, casi una utopía, “somos iguales ante la ley”, de ser así una ventana parece iluminar nuestra oscuridad, las cárceles tendrán nombres comunes y corrientes, junto a una multitud de apellidos ilustres… porque quizás existen más aspirantes a oligarcas que pobres en El Salvador.

    Es muy sintomático este evento, puesto que explica el perverso modelo que produce miles de pobres al robar el dinero del pueblo, el producto final es una nación con sed de justicia, por ello cuando veo la realidad nacional veo en los pobres la verdad, ellos no mienten con su despojo, en ellos reside la injusticia estructural, son la verdad viviente. En consecuencia debemos avanzar en la democracia y que la justicia funcione.

     

    www.cesarramirezcaralva.com