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nuevas ideas políticas

  • “Fábrica de ideas e innovaciones”

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    Caralvá

    Así refiere Striker Mcguire el ayuntamiento de la ciudad de Londres, bajo la conducción de Alexander Boris de Pfeffel Johnson..
    En realidad necesitamos una fábrica de ideas en la nación… porque el cansancio es insoportable ante la monotonía de la campaña electoral.
    Queremos soluciones y realidades, no fantasías e improperios, basta de anuncios “pronosticables”, apenas se inicia un spot publicitario sabemos su final, que pobreza imaginativa, la realidad comunicativa política es muy semejante a nuestra condición de subdesarrollo económico.
    El verdadero desafío no es, si caeremos al abismo más profundo o ascenderemos al esplendor de la gloría prístina por la elección de un partido, el verdadero desafío es la palabra “nación”. Somos nación, no somos partido, somos ciudadanos, no números o borregos.
    Durante estos años el carácter excluyente en el reparto de la publicidad estatal ha sido feroz contra medios de comunicación que poseen un pensamiento plural, algunos medios son “castigados” y no reciben pauta publicitaria alguna, mientras otros medios son premiados con tantos anuncios que parece “reparto de utilidades” en una sociedad anónima… esta realidad impide el desarrollo profesional de muchos que trabajan en estos medios; de igual forma la realidad es deprimente para profesionales de diversas áreas que no pueden insertase en el mercado laboral porque no poseen “recomendaciones “ de los de arriba.. ¿esto es política de Estado o directriz de un partido político?, en cualquier caso, no se construye la democracia excluyendo a medios independientes, ni a profesionales que no son afiliados del partido.
    ¿Acaso estos vicios deben permanecer por siempre?, si logramos vencer esta exclusión construiremos “nación” no un partido político.
    Me atrevo a pronosticar que el candidato que llame a la “unidad nacional” sin excepciones ganará la batalla de percepciones.
    El candidato que posea la audacia suficiente para proclamar que su gabinete de gobierno incluirá a miembros del partido opositor será el elegido y finalmente el candidato que distinga entre diferencias secundarias y principales ante el infortunio del capitalismo decadente, tendrá mi voto.
    Para algunos la inclusión de la oposición en el gobierno es lo más “ingenuo” del mundo, es posible lo acepto, pero es el menor costo para la gobernabilidad; si en realidad deseamos “construir la gobernabilidad” debe acompañarse de “hechos visibles”, un ejemplo: el presidente norteamericano Barack Obama ha incluido a un miembro del partido republicano como Judd Gregg en el cargo de Secretario de Comercio, mostrando que es posible construir gobierno aún con opositores políticos.
    Una fábrica de ideas consumiría menos tiempo para que la derecha se convierta en izquierda o la izquierda en derecha; además el costo es risible en comparación con las promesas de “tumbas… para los opositores” o un paraíso sin capitalismo, la realidad nos exige imaginación, condición que solo será posible en democracia.
    Necesitamos ideas nacionales contra: el narcotráfico que da señales de bestialidad, la pobreza que golpea las puertas de las familias honradas, la defensa del empleo ante la crisis internacional, la agricultura que es la llamada a salvarnos de las hambrunas potenciales, la economía que tiene notables logros y defectos corregibles, voluntad política para contener el descontento popular ante la intemperie del capitalismo salvaje. Para esto necesitamos ideas e innovación.