Caralvá
Aceptemos que el futuro no es prometedor y no existe.
El curso del modelo capitalista no ofrece trabajo para muchos asalariados y reina la incertidumbre sobre la renovación de contratos.
Pero esta condición no debe paralizar el trabajo.
Cualquiera que sea el panorama, nuestra mejor actitud para el logro de las metas anuales en este 2009, debe unir nuestros nombres con la empresa correspondiente.
El temor o cualquier sombra de incertidumbre sobre el empleo, no es motivo para desacelerar nuestros deberes en la empresa, por lo tanto debemos continuar cada día como el primero del contrato.
El daño que ocasiona la comunicación informal por falsas noticias, así como rumores catastróficos no debe empañar el entorno laboral, puesto que un trabajador o un asalariado que sabe su trabajo, ejecutará su obra con la mejor disposición personal; recordemos que las personas con valores corporativos son inspiradoras.
Las noticias catastróficas nos invaden, pero la historia de la humanidad es así, la humanidad nunca ha vivido en un paraíso terrenal, las noticias de guerras, pestes, desastres naturales, etc… son la naturalidad de la humanidad, quizás ya deberíamos de acostumbrarnos, porque son parte de nuestra existencia y debemos poner freno a la imaginación. Bien dicen los orientales: “en un combate entre la voluntad y la imaginación, siempre gana la imaginación”.
Hablamos de un concepto (el futuro) de tiempo y trabajo, que ha sido resuelto desde la antigüedad, incluso en la Biblia Mt 6:25-34, se hace referencia a eliminar la preocupación sobre la incertidumbre. Los griegos siempre prácticos no tenían el concepto de futuro, tenían “destino” que es muy diferente.
No tiene caso que nuestra voluntad se afecte por la imaginación, por eso debemos ponerle freno, debemos ponerle un “polo a tierra” a la mala idea del infortunio. En realidad no debemos preocuparnos, los preocupados deberían ser nuestros acreedores, nuestros administradores y la cadena ascendente financiera hasta otras naciones.
Como trabajadores aceptaremos el desafío de una realidad sin ficciones, como asalariados el mejor signo de orientación en estos tiempos tormentosos del capitalismo, debe ser el amor al trabajo, pero con la consideración siguiente: “por el momento no más deudas a largo plazo y liquidar cualquier financiamiento pendiente de ser posible ahora”.
Nuestra actitud debe ser de combate ante la incertidumbre, porque nos hace perder los valores y todos los signos positivos por la empresa, la familia y la nación.
Pensar solo en este día como el mejor de nuestra vida y trabajar duro por nuestras metas debe ser nuestra insignia. No existe mejor aspirina contra la incertidumbre que trabajar duro a diario, porque al final no solo trabajamos para nosotros.
Como asalariados, debemos aceptar el desafío de combatir la incertidumbre laboral y con estas pequeñas palabras deseo que este año 2009, salgan adelante en sus proyectos.
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Aceptar el desafío