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poder ejecutivo

  • Relación Económica Social

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    Caralvá

     

    El desempleo en la nación es una constante en los últimos años, solo el año 2010, el ISSS reporta 10 mil empleos perdidos, este fenómeno se repite a escala mundial, pero recuerda a una nación como España que el último trimestre del 2010 alcanzó una tasa del 20.3% , la peor  en los últimos 13 años, según agencias internacionales.

    Con las enormes diferencias entre España y El Salvador, una situación particular llama la atención sobre  el proyecto  de la reforma al sistema de pensiones que prevé un retraso en la edad de jubilaciones desde los 65 a los 67 años. Según los cables internacionales: “El proyecto qué deberá ser ratificado por las cámaras legislativas, contó con el acuerdo de los sindicatos mayoritarios, de izquierdas y la patronal de empresarios tras casi tres meses de arduas negociaciones”.

    Desempleo, negociaciones, parlamento ¿por qué no podemos hacer lo mismo? Cualquiera que sean las variables por ejemplo: generar asocios públicos-privados, reducir endeudamiento, incentivo a las exportaciones, reducción de la delincuencia etc.

    La discusión de cualquier problema y su solución es parte del juego capitalista, quizás el elemento estratégico pase por la modernización del Estado y los modelos económicos, condición que resulta un poco complicada por las potenciales opciones a seguir en los próximos años, pero cualquiera que sea el caso, la  modernización es un camino sin fin, es una inmensa carretera que apunta hacia la internacionalización económica y la integración regional  tanto en el esfuerzo productivo como la concertación permanente de los sectores nacionales. 

    Pero la modernización también se refiere a las empresas, puesto que ellas adquieren nuevas formas administrativas, tecnológicas e innovaciones. El sector privado no debe autoexcluirse en la construcción de las  relaciones estratégicas hacia la armonía  entre los trabajadores y la administración gubernamental.

    Bajo estas premisas el enorme desafío para nuestra sociedad es crear empleos con mayor remuneración e incorporar a la economía a los crecientes sectores informales.

    Quizás el futuro hable de alianzas en lugar de batallas solitarias contra dragones imaginarios.

    De tal forma que participar en alianzas hacia el desarrollo nacional, sea la guía de coincidencia hacia objetivos coincidentes en nuestra nación.

    En América Latina en los últimos 40 años, los gobiernos regionales han cambiado sus formas económicas con opciones de derecha e izquierda, pero cualquiera que sea el caso, el modelo capitalista ha demostrado ser más fuerte que las posiciones ideológicas, nosotros no somos la excepción y nadie puede negar la posibilidad que en las próximas elecciones presidenciales, la izquierda repita su triunfo con igual o superior margen de electores.

    Bajo estas formas de realidad, los puntos de coincidencia entre el sector privado, el sector de los trabajadores y el sector gubernamental deben ser potenciados antes que las diferencias. ¿Existirán puntos de encuentro entre el sector privado y la actual administración gubernamental? Ocupando la fórmula anterior; por ejemplo: “impuestos, negociación, parlamento”… en realidad han existido problemas mayores, pero la nación ha salido adelante.

    Alianza económica social, podría ser una buena plataforma de encuentro entre la iniciativa privada y el poder ejecutivo, puesto que el desafío regional e internacional avanza más rápido que las diferencias entre sectores nacionales.

    www.cesarramirezcaralva.com