Caralvá
La sala llena de mar. Afortunado de llegar temprano.
Observar la mar, plenas de distancias con la magia del horizonte saludando nuestra realidad.
Luego escuchar las melodías impresas en los cuadros.
Recordé aquella canción: Engaña de Gustavo Cerati…
“recuerdo el mar
Soñé estar aquí
Y no recuerdo despertar…
…
Recuerdo el mar
Ya no confiaba despertar
Tal vez engañe..”
Y esa mínima canción acompañó la exposición de Javier.
Aquella estancia fue la prolongación de la familia en la familia.
Grandiosa familia ampliada: el arte y la creación en la nación en crisis, compartimos la mar.
La mar a la altura de la esperanza..
Así compartimos este jueves la obra.. con ese recuerdo de mar a la altura de nuestras navegaciones.
Así compartimos un ágape de Javier en pleno centro urbano.