Caralvá
Todos tenemos diversos valores que orientan nuestros pasos hacia objetivos sociales, en Libertad.
La calidad moral a fin de cuentas tiene para enfrentar nuestra realidad en el capitalismo.
Existen momentos en la vida individual que confundimos valores sociales con problemas contundentes: crisis del capitalismo, fin de paradigmas económicos, globalización, descomposición social, etc., porque nuestra interrelación: económica, política y social es multinacional, pero entonces surgen nuestros valores que nos identifican como ciudadanos en libertad y democracia.
El valor de la unidad nacional por ejemplo casi pierde su sentido a lo largo de las últimas décadas, si lo aplicamos a los partidos políticos, casi ninguno puede afirmar no haber sufrido escisiones, fracturas o abandono de algunos miembros importantes.
La unidad nacional a lo largo de los años, casi es ciencia ficción.
Por estas razones llamar a la unidad es oportuno porque la historia demuestra que en ocasiones especiales como: los desastres naturales, la paz o la solidaridad hacia causas sociales, la nación ha logrado cohesionar voluntades con notables ejemplos.
Es oportuno trabajar en la construcción de un valor olvidado: la confianza política.
La confianza política implica la condición de predicción sobre nuestro futuro social.
En términos generales la confiabilidad política descansa en la capacidad de un sistema político de funcionar regularmente, operando con eficacia dentro del Estado de Derecho, con participación ciudadana y garantizando los derechos humanos.
La cantidad de conceptos no debe asustar a nadie, se puede resumir en menos: eliminar la ideología de los problemas nacionales.
Nuestros mayores problemas nacionales no son ideológicos, no son partidarios como el caso de nuestro retrazo en infraestructura, la pobreza “coyuntural”, el analfabetismo, la salud, educación y todo el rosario de miserias que nos acompañan desde hace años, son realidades que acosan a la ciudadanía, además agreguemos el grave flagelo del narcotráfico, la delincuencia, el crimen organizado etc.
Como ciudadanos nuestros valores coinciden con la nación en que necesitamos: Libertad y Democracia, estabilidad laboral, movilidad social, Seguridad.
En estos momentos, a pocos días de un cambio de administración es bueno recordar que el modelo de unidad nacional debe coincidir con un amplio acuerdo (político) entre gobernantes y gobernados. El poder es la delegación de los gobernados a los gobernantes y esta armonía es un contrato social, de esta forma la Libertad (individual o social) tiene como fronteras las propias reglas institucionales o de otras naciones.
Es oportuno recordar la confianza política debe construirse, se necesita mucho coraje y trabajo para eliminar la ideología de problemas que invocan la unidad nacional, esto se logra incluyendo a personalidades notables en los equipos de gobierno y pensando en los siguientes cinco o más años; el objetivo de los valores sociales y la unidad nacional es la construcción del equilibrio entre Libertad y Poder, hacia el Estado de Derecho.
Comentarios
Pues ya podian estar aplicando estos valores hoy en dia, que creo que no hemos vivido peor tiempo de crisis jamas!