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El Martinato sin Martínez (1955)

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Caralvá

Julio de 1955 nadie sospechó que de pronto sin previo aviso la figura del ex dictador Maximiliano Hernández Martínez regresaría a El Salvador, después de los sucesos de abril de 1944.

Los acontecimientos posteriores a la salida de dictador fueron:  Un gobierno dirigido por el general Andrés Ignacio Menéndez (1944) que convocó  a elecciones “libres” pero fue derrocado el 21 de octubre de 1944, luego asumió la presidencia otro coronel: Osmín Aguirre y Salinas quién convocó elecciones para 1945, la oposición afirmó ganar con el candidato Miguel Tomás Molina, pero los militares proclamaron el triunfo del general Salvador Castaneda Castro que gobernó hasta 1948, fecha en la cual de nuevo fue derrocado por sectores del ejército que instalaron un Consejo de Gobierno Revolucionario y en 1950 se redactó una nueva constitución bajo la tutela del teniente coronel Oscar Osorio 1950-1956…  La visita del General Maximiliano Hernández Martínez causó indignación en los sectores intelectuales y otros de la sociedad civil, pero también cierta felicidad inocultable en grupos nostálgicos que aplaudieron el retorno del dictador. Al conocerse la llegada del Ex Dictador, la reacción fue inmediata en los sectores estudiantiles agrupados en AGEUS, así como los sectores profesionales de la Universidad de El Salvador,  además del repudio de familiares de militares fusilados. Los estudiantes inmediatamente convocaron a asambleas estudiantiles, movilizaciones e izaron una bandera negra en contra  de la visita “incómoda” en  la democracia aparente.

Mientras el ex dictador era recibido en pleno por el Alto Mando Militar de igual forma que se recibe a un  activo Comandante General de la Fuerza Armada, los periódicos locales reseñaron  a los Jefes Militares y todos las armas del Ejército en reunión con el ex dictador, aquello parecía una reunión familiar y antiguos camaradas que sin “rencor” departían el anecdotario de los 10 años posteriores al martinato ¿o sería que nada habría cambiado? ¿Acaso era un Martinato sin Martínez? De esa forma el esquema implantado desde los años treinta estaba intacto: expresión cultural (instaurando modelos de cultura oficial como el regionalismo liderado por Salarrué), sus relaciones exteriores (algunos intelectuales fueron embajadores de los golpistas), las fuerzas armadas, el modelo económico,.. etc..  La sociedad civil pide juzgar al Gral. Martínez y el 14 de julio de 1955 que nombre su defensor… No obstante el sector estudiantil aglutinado en AGEUS convoca a movilizaciones de repudio (14 JUL955), mientras sectores conservadores comandados  por “apellidos” defensores de la “democracia dictatorial” hacen lo propio (20JUL955), aquello termina en una batalla campal: “a pedrada limpia” que provoca desordenes callejeros, mientras el ambiente calienta, los familiares de los “fusilados” del Estado Mayor insurrecto en abril de 1944, presentan demandas contra el ex dictador, entre ellos Juan Manuel Baños Rodríguez, hermano del Teniente Alfonso Baños fusilado por Martínez y el mismo condenado a 16 años de prisión (21JUL955).  Los alzados militares del 2 de abril de 1944 fueron comandados por Adolfo Marroquín y Tito Calvo quienes fueron  fusilados sin juicio al siguiente día. Mientras el ánimo polariza la sociedad, el ex dictador decide su salida hacia Miami (23JUL955) y es despedido por el Estado Mayor en pleno de igual forma que a un Jefe Militar. ¿Aquello fue la muestra de una dictadura sin dictador? el legado del martinato parece que aún llega hasta nosotros, disfrazado de viejos modelos culturales y los nostálgicos de las dictaduras…  

www.cesarramirezcaralva.com

 

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