Caralvá
La Brecha Digital según Wikipedia: “hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a Internet y aquellas que no, aunque tales desigualdades también se pueden referir a todas las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como el computador personal, la telefonía móvil, la banda ancha y otros dispositivos. Como tal, la brecha digital se basa en diferencias previas al acceso a las tecnologías.[] Este término también hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización, carencias, y problemas de accesibilidad a la tecnología. También se utiliza en ocasiones para señalar las diferencias entre aquellos grupos que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y aquellos que no. El término opuesto que se emplea con más frecuencia es el de inclusión digital y el de inclusión digital genuina (Maggio, 2007)[] . De aquí se extrae también el concepto de "infoexclusión" para designar los efectos discriminatorios de la brecha digital.” Esta situación es apremiante en nuestra nación, donde la demanda de tecnología digital es un escalón de las actuales generaciones de estudiantes para en un futuro obtener la ciudadanía digital. Es evidente que el Ministerio de Educación no tiene ni tendrá los recursos necesarios para atender la demanda estudiantil sobre esta materia, por lo tanto es necesaria la cooperación de las empresas de telecomunicaciones para aumentar la conectividad en todas las escuelas del sistema público. La solución puede ser política con una Ley de Conectividad para elevar el nivel de acceso a las redes de telecomunicaciones, de tal forma que las empresas telefónicas brinden este servicio a toda escuela de la nación, lo cual redundará en costos para las empresas pero en beneficios para la educación, los detalles de esta situación se pueden amparar en los conceptos de Responsabilidad Social o en principios constitucionales (art. 35 El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores y garantizará el derecho de estos a la educación y a la asistencia.), desafortunadamente el acceso a la tecnología es desigual y las nuevas formas educativas digitales están creando exclusiones sociales que deben evitarse. Si brindar servicios de conectividad a las escuelas es un problema, el otro es el equipamiento de las escuelas. Las computadoras o los dispositivos educativos son un rubro de inversión que requiere el apoyo de toda la sociedad, existen ejemplos notables de empresas que realizan el equipamiento de escuelas, pero la mayoría de las escuelas públicas no las posee… así perdemos todos, debido a que no existe una regulación sobre el tema, pierde la educación sin formación digital, los alumnos no utilizar la tecnología, las empresas porque sus productos no tendrán aplicaciones masivas, la economía no crecerá debido a la falta de aplicaciones tecnológicas y las herramientas disponibles de última generación no se usarán, etc. Si la desigualdad es aceptada en este caso, nuestro presente no tendrá futuro en ningún tiempo.
Quizás el tema consista en la racionalidad política, bajo un espíritu nacional incluyente que asocie: empresas telefónicas, Estado, iniciativa privada, maestros y la sociedad en un concepto de educación digital, un modelo de al menos diez años, que construya la infraestructura para la nueva educación requerida. De nada servirá la tecnología G4, G5…etc si el mercado local no tiene la educación necesaria para usarlo a favor del desarrollo nacional.
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