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Cuatro años de gobierno… mañana será mejor

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Caralvá

 

 

 

Cualquier palabra de este texto puede ser interpretada como declaración política, no me parece nada mal, después de todo lo bueno que deseo escribir en unas cuantas líneas.

 

En el año 2009, el triunfo de la izquierda aún parecía un sueño difícil en el corazón de miles de personas; después de 20 años de gobierno de la derecha, la distancia parecía acortarse con los resultados de las estadísticas de los institutos de opinión pública, un triunfo del candidato del FMLN era posible, los resultados confirmaron aquella presunción. Así hemos recorrido el tiempo bajo una administración diferente, con altibajos, con signos controversiales al interior y exterior de la sociedad salvadoreña, entre ellos el nombramiento inicial de Ministro de Defensa Gral. Munguía Payés lo cual generó una cascada de protestas de los grupos conservadores que gritaron a voz de cuello: “atropello a la institución armada”, pero el tiempo se encargó de llevar la paz y la tranquilidad con la mano suave de Estados Unidos al otorgar el apoyo a la alternancia política, en ocasiones una ayuda de ese nivel no es despreciable para nadie, menos para el pueblo salvadoreño. Esa acción me recuerda aquellas palabras: “toda ayuda se agradece”.

 

En ocasiones debemos recordar que la herencia negativa de la sociedad salvadoreña son veinte años de un gobierno de derecha para las derechas, donde todo cambio democrático aún era calificado de: “comunista”, gran error de todos los tiempos… puesto que si las reformas en todos los niveles se hubiesen aplicado en su momento, muchas catástrofes sociales se hubieran evitado, pero eso es historia, quizás esa es una norma no escrita; una reforma (constitucional, económica, social etc. ) no aplicada en su momento genera deuda social para la clase política que las siguientes generaciones les cobran con sus votos y en ocasiones con las armas, de tal manera que los dirigentes políticos no deben olvidar y poseer el coraje para llevar adelante las reformas constitucionales permanentes, al igual que el diálogo con todos los sectores sociales, incluso con quienes consideran sus adversarios. Si algo debemos anotar de esta administración es el carácter de profundizar las reformas, ahí están los avances educativos, la salud, la atención a la mujer, infraestructura, transparencia, ese camino bien lo pudieron realizar los gobiernos de derecha pero no lo hicieron nunca, a pesar de poseer un inmenso poder económico, en el fondo a la derecha no le interesa la movilidad social, ni la democratización de la economía capitalista, ni el desarrollo de nuevos capitales.

 

En estos años hemos observado una sistemática lucha de sectores aliados a los poderes conservadores, con el objetivo de provocar la ingobernabilidad, ese carácter desestabilizador que en ocasiones parecía que terminaría en el caos social, jurídico, económico, pero las predicciones apocalípticas de los profetas del desastre no han sucedido… Gracias a Dios.

 

Hablar de los nuevos programas de gobierno es cuestión realidades en la población, grandes logros son visibles, incluso la palabra “imposible” ha dado paso a la palabra: “hoy ya no es como antes”… algo es algo...

 

No obstante aún falta mucho camino que recorrer e impulsar en la seguridad de la familia, el control a la delincuencia y la racionalidad política que debe unir a la nación hacia las amenazas potenciales, donde no existan diferencias ante los futuros desastres, sino soluciones posibles en problemas concretos, en ese trayecto, aún nos falta mucho, pero el futuro es alentador. www.cesarramirezcaralva.com

 

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