César Ramírez
@caralvasalvador
De pronto la discusión centroamericana se traslada a la Suprema Corte de Estados Unidos, el destino de aproximadamente cuatro o cinco millones de emigrantes indocumentados se traslada a una decisión de amnistía, un nuevo trabajo temporal, o la ingrata deportación de familias refugiadas en aquella nación del norte.
Es significativo que entre las naciones con mayor proporción de afectados se encuentran familias de salvadoreños, guatemaltecos, hondureños etc. países que sufrieron una guerra contrainsurgente entre el 20 de enero de 1981 hasta el 20 de enero de 1989 impulsada por la administración republicana de Ronald Reagan, en nuestro caso esos años fueron los peores del conflicto civil que originó la emigración masiva, de estas situaciones hablamos cuando preguntan diversas instituciones por nuestros compatriotas residentes en Estados Unidos; si agregamos los terremotos del 13 de enero y 13 de febrero de 2001 que destruyó una gran parte de infraestructura nacional, unido a la terrible corrupción que negó la ayuda a los damnificados de la República de China Taiwán, anotando las deportaciones durante los años 2004 y 2009 fueron de 219,251; en el año 2010 29,187; 2011 25,336; 2012 31, 174 y durante 2013 19,265, según fuentes del Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés), adscrito al ICE, (Departamento de Migración y Aduanas), el total entre 2004-2013 fue 324,213 salvadoreños, éste es un factor desestabilizador por la cantidad de personas con antecedentes delictivos que crearon un clima de violencia permanente; podemos comprender que éste fenómeno implica una compleja solución internacional que no solo pertenece a nuestra nación.
Anotemos las causas: violencia (interna y externa), terremotos, corrupción y la política norteamericana sobre la emigración centroamericana, la cual obedece a los intereses de la administración de turno, así: la correlación de fuerzas en el Congreso, el período electoral, el discurso de los candidatos presidenciales etc. de esa forma nos encontramos estudiando las leyes externas e intercediendo por amnistías o prolongación de trabajos temporales (TPS) para nuestros compatriotas, la decisión sobre nuestro destino seguirá la lógica de la voluntad de Estados Unidos de América, nuestra región ni siquiera es tomada en cuenta para resolver este problema, a pesar de importantes proyectos como Fomilenio, FIAES, cooperación para el desarrollo, por lo tanto la realidad material continúa promoviendo la expulsión de nuestros compatriotas.
Cuando el presidente Obama promueve una acción a favor de los emigrantes, convoca al espíritu que originó la grandeza de los Estados Unidos, resuelve una deuda con la historia para las futuras generaciones al garantizar la educación y el porvenir de millones de seres humanos, es un acto memorable para la humanidad. Obama afirmó el 12ENE016 en el Congreso: “los inmigrantes no son los responsables de que no suban los sueldos, son decisiones corporativas”, “EEUU es cada inmigrante y empresario desde Boston hasta Austin buscando mejorar el mundo”; quizás la mejor decisión al problema migratorio es una Amnistía o una ampliación del Trabajo Temporal a las miles de familias, a pesar que la “reforma migratoria” este quebrada; si el presidente Obama ha solicitado al congreso el fin del embargo a Cuba, ¿por qué no brindar la oportunidad a miles de familias centroamericanas, en una nueva legalidad en el siglo XXI?