Caralvá
Existe en la agenda Centroamérica, un nuevo punto ineludible: el narcotráfico.
Este fenómeno de rápido crecimiento y en expansión, pone a prueba nuestros modelos institucionales, porque sus estructuras rebasan parámetros convencionales.
La agenda centroamericana en materia de gobernabilidad, tiene los valores tradicionales que hacen presión a las administraciones, como la demografía, la pobreza, el medio ambiente, la migración etc. y un elemento que irrumpe en todo lugar por su poder desestabilizador es el narcotráfico.
Este factor del narcotráfico se está convirtiendo en un signo más del subdesarrollo, puesto que el combate a la adicción de las drogas consume tantos recursos que obliga a derivar gastos hacia la estabilidad social y la seguridad, por ejemplo se considera que la población de reclusos es de 15,000 esto significa una enorme inversión para los ciudadanos que pagan sus impuestos, en consecuencia se descuida y deteriora la salud de los niños y jóvenes, de igual forma su salud mental.
No es prudente señalar que el fenómeno del narcotráfico afecte a toda Latinoamérica, porque existen ejemplares excepciones, pero la plaga de las drogas debe implicar esfuerzos multilaterales, porque es la región centroamericana la llamada a unificar fuerzas contra este Satán que destruye nuestra sociedad.
El narcotráfico continuará como un “invitado de piedra” al menos en los siguientes 10 o 15 años junto a gobiernos democráticamente electos, mientras el consumo de drogas no se detenga al interior de los Estados Unidos.
Necesitamos esfuerzos multilaterales contra el narcotráfico, porque en distintos países acontece: la producción, refinamiento, comercio y consumo de las drogas.
La producción y refinamiento se efectúa en Suramérica, en sitios insospechados, con tecnología, con personal profesional; no es casual que la cantidad de droga se contabilice por toneladas, si pensamos en la logística que implica, los números se multiplican; del comercio y el consumo de drogas si estamos seguros que suceden en Estados Unidos.
Centroamérica es solo el puente del narcotráfico en su camino hacia el Norte geográfico, no obstante los hechos de Guatemala con la implicación de narcotraficantes en la muerte de los diputados salvadoreños, nos hacen reflexionar sobre la grave condición de nuestros gobiernos y la amplia corrupción en las entidades oficiales.
Cuando afirmamos que los esfuerzos deben ser multilaterales, es debido a que la zona de influencia de Centroamérica se encuentra en el camino de Suramérica hacia Estados Unidos, resultando artificial las llamadas fronteras físicas, porque la realidad demuestra que estas bandas de narcotráfico se pasean por estas tierras sin temor alguno.
No es exagerado solicitar ayuda internacional contra el narcotráfico, porque la capacidad de estas poderosas fuerzas es notoria, lo han demostrado en diversas naciones.
El triste caso de los diputados asesinados en Guatemala, es el signo de alarma total, porque afecta la estabilidad regional y la seguridad centroamericana.
http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=3410
Narcotráfico en Centroamérica
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Narcotráfico: tema obligado de la agenda