Caralvá
Como cualquier concepto, en nuestra nación (todavía) es necesario hablar de paz (que puede tener diferentes apellidos).
Explícitamente la paz (producto-resultado-agotamiento) del modelo que conocimos antes de 1992, es ahora la vivencia cotidiana en la nación. Al profundizar podemos ver que las experiencias sufridas durante el siglo XX en la creación de la paz son inolvidables, por esta razón tenemos paradigmas que nos guían en estos momentos.
Ahora podemos hablar comparativamente de otras naciones y su influencia en nuestros esquemas por ejemplo: del colapso de la planificación centralizada, de la catástrofe del centralismo estatal y que el mercado es el mejor parámetro para dimensionar las fuerzas de producción. Cuando hablamos de estos esquemas basados en experiencias europeas o americanas, es imprescindible anotar que el sustrato que cohesiona al mercado es la iniciativa privada, señalando que no existe libertad económica si no existe libertad política, ambas coinciden en generar derechos.
Cuando fue firmado el documento del Acuerdo de Paz de Chapultepec, tenía como base la reconciliación y la reconstrucción como fue indicado por Boutros Boutros Ghali en su discurso del 16 de enero de 1992.
A unos días de cumplir 15 años del Acuerdo de Paz, reproduciré breves fragmentos del notable discurso del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas: “…Se dará a las fuerzas armadas un papel claramente subordinado a las autoridades civiles, proporcionado a sus responsabilidades como se redefinen en la nueva Constitución. Las fuerzas armadas se modernizarán, reformarán y reestructurarán en consecuencia. El poder Judicial será reformado y reforzado y se fortalecerá su independencia con la disposición de que un porcentaje del presupuesto de la nación sea automáticamente asignado a él. En el Tribunal Electoral participarán personas que no estén afiliadas a ningún partido político y el sistema será revisado para hacerlos más confiable que antes. Se han acordado principios y directrices en lo que respecta a las cuestiones económicas y sociales, incluso aquellas relativas a la tierra y se han establecido mecanismos para el seguimiento de estos asuntos…” “Los nuevos retos que platean el establecimiento, el mantenimiento y el fortalecimiento de la paz en nuestros tiempos hacen necesario que demos más atención a los nexos entre los aspectos internacionales e internos de la seguridad, al cumplimiento de los principios de legitimidad, democracia e imperio de la ley en el manejo de los asuntos internacionales y nacionales y a las interrelaciones que hay entre la paz, el desarrollo y la libertad…”. Estos pequeños fragmentos nos ilustran sobre los conceptos de Paz que a 15 años de distancia aún están en construcción.
Existen acciones que han colocado estos acuerdos al borde del colapso entre ellos: los llamados a muerte contra los adversarios en cada campaña política (con la saga mortal de activistas políticos), uso de símbolos asociativos (durante campañas políticas) de partidos políticos con la delincuencia organizada (las maras asociadas a partidos políticos), las acciones del Tribunal Supremo Electoral durante la campaña electoral de alcaldes y diputados al “tratar de impedir la alternabilidad política” con intervención del poder ejecutivo, los acontecimientos del 05 de julio cuando pistoleros (terroristas) atacaron a policías desarmados, generando acusaciones infundadas y tardíos pronunciamientos partidarios etc.
No obstante y afortunadamente, existe la voluntad de consolidar estos logros nacionales, la paz es un producto posible y creíble para todos sin excepciones.
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balance paz social El Salvador
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Paz Social sin excepciones 2007