Enriquecimiento “lícito”… suena a broma
Caralvá
El Estado Nacional con sus características clásicas: Soberanía, territorio, población, constitución etc., comienza a caminar muy lento en relación a la demanda de la economía, las migraciones de poblaciones económicamente activas, las obras de infraestructura, las leyes regionales y las condiciones del comercio mundial.
En algunas áreas del Estado Nacional existen ausencias que a diario vivimos, esas son las fuentes generadoras del subdesarrollo y la pobreza.
Hay nuevas reglas internacionales, la insignia de todo esto es el sistema capitalista, pero ahora con el distintivo de consolidarse como el primer modelo económico mundial. Nunca en la historia de la humanidad un sistema económico realizó esta ecuación simultánea, un solo sistema para todos los pueblos del mundo.
El sistema capitalista mundial necesita Estados Modernos.
Para llegar a este nivel de Estados modernos, el comercio internacional demanda una serie de “acumulaciones” estratégicas entre ellas: financiera, tecnológica, informática, telecomunicaciones y una que causa verdadero dolor de cabeza a las metrópolis: la migración de poblaciones económicamente activas.
Ante la inminencia del CAFTA, algunas de las áreas que necesitamos “modernizar” son: las Aduanas, las leyes comerciales, la Asamblea Legislativa, el registro de nacimientos (en los bolsones fronterizos) y en otras naciones como Estados Unidos. Hago mención de la Asamblea Legislativa porque si se anteponen intereses partidarios al comercio internacional o a la apertura internacional de capitales, entonces simplemente no estaremos en tiempo para los siguientes acontecimientos comerciales regionales.
Existen Capítulos del Estado que debe modernizarse, pero su mención se considera “tema político”, no obstante el resultado de modernizar el Estado, puede llevarnos al enriquecimiento lícito de los ciudadanos, todos deseamos una riqueza aceptable y lícita ¿por qué no aspirar al enriquecimiento lícito?, aunque en nuestro medio afirmar que existe enriquecimiento lícito suena a broma. Todos recordamos la anécdota bíblica del buen samaritano, porque tenía dinero y no solo por sus buenas intenciones. Si esa condición fuese posible, al finalizar nuestras vidas con una riqueza lícita, podríamos repetir las palabras de Grucho Marx: “Surgiendo de la nada hemos alcanzado, las más altas cimas de la miseria”...
Algunas condiciones del Estado tienen criterios del siglo pasado, no me detendré a observar lo evidente y que todos conocemos hasta la saciedad, pero ante nuestra vista, el mundo cambia a velocidad máxima, se unifica la moneda, se unen los parlamentos, las fronteras desaparecen, se cambian las banderas y existe una fusión racial en las naciones.
En general el Estado evoluciona hacia una condición de conglomerados mundiales en continua integración social, económica y cultural.
El causante de todo esto, no es una potencia mundial, ni un genio creador, es el sistema capitalista que lo demanda, este sistema no tiene preferencias por sexo, religión, cultura, territorio, partidos políticos, todo esto es el avance del desarrollo capitalista mundial, que provoca un desvanecimiento de los componentes del estado clásico, lo único que le interesa al sistema capitalista mundial es la libertad de comercio y las condiciones democráticas de cada nación. Es sorprendente encontrar esta coincidencia entre el comercio mundial y la evolución de los Estados, ambos necesitan la libertad y ambos saben que la mejor respuesta a la pobreza del mundo es la democracia.
opinión
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Enriquecimiento "lícito"... suena a broma
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Don José María Aznar y la victoria sobre la muerte
Don José María Aznar y la victoria sobre la muerte
Caralvá
Antes que nada un saludo a todos y todas sin excepción.
Estoy hablando en serio, un cordial saludo, pero si escribo con toda la solemnidad que se imaginan, terminarán por pasar a la siguiente página…
He tomado un sorbo de café, para disfrutar de su silencio, respetuosamente.
He de confesarles que además tomé unas notas del pasado evento: VI ENADE. Desde mi sitio en la llanura pude observar a muchas personalidades, todas ellas de diversas ideologías, por alguna razón aquél salón me recordó mi época escolar y universitaria.
Al escuchar a los expositores y al Sr. José María Aznar, rápidamente tomé mas notas que en mi época de estudiante ¿no sé porqué a mi alrededor nadie las tomaba? pero dejando de lado mi vergüenza, para mi era importante anotar aquella experiencia, incluso de sus chistes, que fueron de lo mejor.
Todos queremos un país mejor y en aquella reunión no existieron diferencias, quizás porque los que disentían observaron desde las calles el cortejo de autos diplomáticos y oficiales. Frente a mi mesa había una totalmente vacía con el rótulo: “diputados”, a su lado otra mesa totalmente abarrotada con igual rótulo: “diputados”, bueno asistir o no, era cuestión de voluntad, así es la democracia.
Al final mis notas son demasiadas para reproducir todo; en su discurso el Sr. Aznar dijo: “Creo en la iniciativa estratégica de largo plazo. Soy optimista por naturaleza”, esto para mi es extraordinario y si en España esto sucedió en 30 años, nosotros apenas llevamos 13 años, así amigos, ánimo solos nos faltan 27 añitos, espero no hagan cuentas de su edad, porque ahí si nos volvemos pesimistas… todos.
“En algún momento España solo era un país de emigrantes, toda Europa y América recibía a nuestros ciudadanos, luego de las reformas los emigrantes retornaban a su patria para vivir como ellos lo deseaban”. ¿Esto de seguro no les recuerda nada verdad?, tenemos aún 27 años para lograrlo.
“Existen gobernantes light” estos no toman decisiones y eso es muy fácil, uno debe tomar decisiones, porque tomar decisiones es muy difícil”. En aquél momento el salón dejó escapar sonrisas de aprobación, “Un gobernante nunca encuentra un momento oportuno para hacer reformas”, porque los ministros y asesores tienen otras apreciaciones, ellos dicen: “no te compliques la vida, no hagas nada”… acá no sabría anotar cuantos años nos faltan, necesitamos tantas reformas.
“La verdadera revolución social es crear empleos” y en otra parte de su discurso dijo: “Según una ley que abolimos, si el jefe de la familia fallecía la empresa también moría , la empresa se disolvía (por cuestiones de impuestos), pero nosotros resolvimos que si alguien moría, pues se moría, pero la empresa que no muriera con él… la sala reventó en aplausos, aquella era la victoria sobre la muerte, una de esas victorias que todos deseamos, que nuestra empresa a pesar de todo sobreviva..
La clase había terminado y mi cuaderno de notas también.