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Solo buenos pensamientos: derecha e izquierda

Caralvá

Ya no podemos pensar más en sociedades ideales, ni en estados económicos donde la felicidad nos invada, nuestra realidad es una persistente pobreza, plagada de notables desigualdades.
Cuando hablo de desigualdades no me refiero al ideal que “todos seamos pobres”, ni mucho menos que “todos seamos ricos”, porque eso toca el terreno de los peores sueños infantiles.
En realidad deberían existir muchos más ricos, así habría menos pobres. O mejor lo diría O. Welles: “si hubiese sido tan rico, hubiese sido un hombre bueno”. Cuando hablo de pobreza, no solo me refiero a la ausencia de integración económica, baja infraestructura o deficiencia en la cultura política, porque también la hay en las formas de ver nuestra realidad. Y para pobres, yo el primero, que siempre estaré de invitado a reuniones “exclusivas”.
Así las cosas tenemos que comprender nuestro fracaso como sociedad, para que dejando la crítica, la queja y el ataque lleguemos a objetivos nacionales, un poco más cercanos a nuestra realidad que intentar gritar y gritar acusaciones o epítetos que solo son eso, porque de pronto todos gritamos al mismo tiempo y nadie escucha, así las soluciones se escapan en silencio.
Fuimos educados en ese “bien-pensar” salvadoreño que nos ubica dentro del plano del bien y el mal, conservadores y revolucionarios tiene esquemas férreos que les indican esquemas tozudos, así ambas tendencias se niegan a ver: “ojos bonitos en cara ajena”, reduciendo su pensamiento a: “todo lo que diga la izquierda es: comunismo, malo, el diablo, el anticristo caminando” y lo todo que dice la derecha es satánico: “mentiras, asesinos, fraudes, robos, la oligarquía bebiendo nuestra sangre, haga patria… mate a un cura”… con estos calificativos nuestro vecindario no puede ser más que el infierno.
Así estamos plagados de epítetos, que no solucionan nada.
En el fondo hay mucho conformismo de pensar-bien.
En El Salvador parece que pensar diferente es malo. Como decía Orson Welles “solo pensar bien es un pecado”.
Para ver nuestra realidad de otra manera, quizás necesitamos ojos de poetas, a lo mejor por eso hay tantos en nuestra nación, tantos que ahora parece que votaremos por el mejor, en otros tiempos se les ofrecía: fusilamientos, cárceles, exilios y de publicarlos en los medios masivos: ¡Jamás!… y a pesar de todo aún están entre nosotros como las estrellas.
Debemos eliminar ese esquema del “pensar-bien” salvadoreño, como muchas “creencias políticas”, que nos llevan al aplauso fácil, a la comparsa de la manada, al rebaño que no visualiza el abismo.
Hay muchas fantasías en nuestro acontecer social y recordemos que: “la falsedad es tan antigua como el árbol del edén” O. Welles.
Y esto no es nuevo en nuestra realidad, somos un poco cínicos al comprender mucho y no hacer nada, como Diógenes que vivió en el año 400 antes de cristo; se consideraba ciudadano del mundo y sostenía que un cínico se encuentra en cualquier parte como en casa… exactamente como nosotros.
Como nación debemos hacer mucho, trabajar por la democracia y fortalecer los derechos humanos, defender nuestras instituciones a pesar de todo, aún tenemos esperanzas.
http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2962

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