Caralvá
¿Qué pretenden los criminales que ejecutan a ciudadanos indefensos? Acaso enviar el mensaje que tienen el poder en sus manos, que pueden hacer lo que deseen impunemente o son dueños de las ciudades y todas las personas, pues de ser así están equivocados.
Si su objetivo es demostrar que no existe gobernabilidad y sus fechorías quedarán impunes están totalmente errados, lo único que propiciarán será elevar la gobernabilidad porque la república concentrará las decisiones bajo niveles superiores de seguridad nacional y en ese momento no existirán leyes que cubran delitos de sospechosos.
Tal vez el estado conservador de nuestra sociedad se deba a los niveles de horror presenciados durante la guerra civil, pero de la misma manera la república en conjunto puede reaccionar reclamando justicia y aplicándola a su favor, al elevar los niveles de Seguridad Pública se eliminarán algunos derechos ciudadanos por mucho tiempo, el tiempo suficiente para controlar la violencia.
Las acciones terroristas pueden contrarrestarse bajo diversos mecanismos democráticos, si estos fallan, la historia demuestra los niveles de algunos Estados que no les tiembla la mano para demostrar su poder con toda la crudeza necesaria para disuadir a los opositores, pero eso no es deseable.
En nuestro caso, luego de los sucesos de mejicanos del pasado domingo 20 y superado el estado de estupor por la matanza, recobramos conceptos que pueden salvar a nuestra nación de esta agresión del crimen organizado, primero: la unidad nacional en identificar un enemigo común, esos enemigos son los que se amparan en las asociaciones ilícitas; un segundo punto a impulsar debe ser el abandono de banderas ideológicas ante tan grave amenaza; tercero calificar estos horrendos crímenes como terroristas de igual forma que sus organizaciones, iniciando un largo proceso de conjugación con fuerzas nacionales e internacionales para impedir el avance de estos delitos terroristas.
La unidad Nacional debe dar muestras visibles en la clase política, eso constituirá las bases de la nueva estabilidad indispensable en momentos tan trascendentales, donde la seguridad nacional esta a prueba.
Es sorprendente y patético que en medio de la tragedia algunos políticos acusen a los adversarios de la tragedia, ya sabemos a que sitio conducen las interminables discusiones, solo nos llevan a la parálisis de acción hacia los intereses nacionales, por esta razón al menos en este caso de terrorismo, la unidad nacional debe ser manifiesta.
Finalmente las acciones terroristas deben ser perseguidas hasta los autores intelectuales, se debe llegar a los principales responsables de esta barbarie.
No podemos cambiar la tragedia, quizás solo alentar la esperanza ciudadana que no vuelva a suceder, si la unidad nacional se concreta de inmediato.
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