Caralvá
“El 1° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro”… así reseña wikipedia fragmentos de aquella historia. Una simple lectura rápida orienta nuestra lógica del siglo XXI a nuevas realidades para los trabajadores, no es una lucha comunista contra los capitalistas, ahora los tiempos han cambiado, las reivindicaciones ya no se consideran estrategias subversivas internacionales, sino agendas por los derechos laborales aceptadas dentro de las leyes nacionales, no obstante aquellas iniciales peticiones obreras por la jornada laboral de 8 horas, en estos tiempos tiene otra visión por las revoluciones tecnológicas, de igual manera la acumulación científica y financiera que ha cambiado el destino de millones de trabajadores, pero continúa igual el espíritu de mejoras salariales y muchas demandas por un mejor nivel de vida.
Ahora el mundo observa con atención a las potencias económicas mundiales: EE.UU., China, India, Japón, Alemania, Rusia, Reino Unido, Francia e Italia; la segunda potencia es China, con un modelo que tiene una organización comunista pero una visión estratégica capitalista, acepta los dos modelos y gobierna para 1 339 724 852 habitantes, a los cuales debe alimentar, educar, vestir etc, imaginemos entonces las reivindicaciones de los trabajadores en una nación de este nivel, con tecnología, ciencia y finanzas muy diferentes a las del siglo pasado, los tiempos han cambiado, pero no dudamos que allá también existe un clamor por acceder a mejores niveles de vida, puesto que siempre existirán nuevas metas que cumplir y superar.
Hace algunos años era un tema de soñadores pensar que un modelo híbrido uniera el socialismo y el capitalismo, pero en estos tiempos se menciona que la economía no tiene ideología, solo tiene negocios, el resultado es el mismo: ganar-ganar.
Las reivindicaciones de los trabajadores bajo este punto de vista, serán una constante hacia la superación educativa, el acceso a la tecnología, la ciencia y los modelos financieros, de esa forma podemos comprender claramente la crisis iniciada por el mayor fraude financiero en toda la historia del capitalismo moderno, así como el desempleo actual de millones de europeos y las consecuencias en nuestra nación, esa es la historia del actual capitalismo fallido en las otrora metrópolis del primer mundo.
Nuestra nación debe promover a los trabajadores hacia la ciencia, la tecnología, la educación para superar el lamentable estado del subdesarrollo que parece herencia de siglos, los pueblos orientales nos enseñan que la cultura es la base de los milagros económicos, es la educación, los valores, la moral, pero esa parece que es nuestra debilidad histórica.
No se trata de tesis comunistas, ni lucha de clases, ni fanatismos de ningún tipo, las luchas de los trabajadores son las luchas del pueblo salvadoreño, una lucha que busca profundizar la democracia, ese horizonte que tiene por objetivo la movilidad social, la libertad ciudadana por nuevas conquistas o las reformas constitucionales que aprisionan los mejores ideales de la juventud de ésta época.
En 1985 Lawrence Harrison publicó su trabajo: “el Subdesarrollo es un estado mental”, con una serie de comparaciones entre naciones, la diferencia era el modelo educativo… esa es la llave para superar los mayores problemas, incluso aquellos que se consideran imposibles.
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