César Ramírez
@caralvasalvador
Los temas fundamentales de nuestra nación son: pensiones, emigración, economía, territorios, seguridad, Fuerza Armada, etc. pero los destinatarios de tomar la “decisión delegada” por el pueblo, juegan a la imagen del voto en los siguientes doce meses; es ridículo pensar en una elección mientras el pueblo clama por la estabilidad en su futuro inmediato. La situación del pueblo es dramática, acosado por los grandes medios de comunicación a diario las noticias son: deformes, parciales, inducidas, falsas “de absoluta falsedad” -como dicen los abogados- o como la nueva tendencia de la administración norteamericana “realidad alternativa” que siembra en el imaginario popular daños a la imagen de personas, instituciones, creencias, degradación moral individual o social, que no tienen una contraparte de los afectados; no obstante en el caso de los temas cruciales de nación se evidencia la desconfianza política, que genera violencia en todo nivel, puesto que las agresiones de esa naturaleza impiden el acuerdo “racional” del futuro de sociedad salvadoreña.
Es necesario afirmar que el bienestar del pueblo salvadoreño no depende de un proceso electoral, sino de la honestidad de sus gobernantes, funcionamiento de las instituciones, del componente electoral transparente no viciado, que conforma la credibilidad de la nación en su ruta por superar los actuales problemas históricos antes mencionados.
Si no existiese corrupción, no se necesitarían impuestos, poseeríamos los mejores hospitales de la región, tendríamos comunicación marítima comercial con Centroamérica, el lavado de dinero sería visible inmediatamente por la adecuada fiscalización de capitales, la administración de justicia no absolvería a los delincuentes, etc. en resumen El Salvador sería próspero y estable.
Las consecuencias de las malas administraciones anteriores en nuestra nación la observamos en la vida cotidiana, el sistema de pensiones no tiene futuro en este momento, nuestra emigración continúa inalterable, la economía no se salvará si no se ejecutan nuevos impuestos y si no se recuperan los millones defraudados al “dinero del pueblo” todos perderemos más de lo imaginado.
Hablemos entonces de solución… sinónimo de respuesta a la crisis, la cual debe resolver cualquiera que se la administración, por ejemplo las pensiones… es comprensible que algunos hombres de negocios obtengan ganancias de sus inversiones, durante un tiempo, pero no se debe olvidar que el actual modelo es un “capital” que tiene su nicho en nuestra nación, donde el Estado es el dueño de todo y la crisis se origina por la reforma a ese modelo, de tal forma que es necesario recordar Art. 1 Cn. “El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común” … y las pensiones no están fuera del modelo constitucional, ni la moneda, el territorio, las concesiones de telecomunicaciones (que me parece vencen en el año 2018) etc., por lo tanto, se debe imponer la “racionalidad política” bajo los intereses de los millones de ciudadanos. Se trata de eliminar la desconfianza política, de acuerdos básicos sin esquemas mediáticos para ventajas electorales, la nación muestra agotamiento de tanta farsa que cotidianamente destilan los grandes medios de comunicación defendiendo sus intereses excluyentes.
Busquemos soluciones, no más pajas para incendiar la hoguera de la pobreza.