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Reformar la Constitución y conservar la inversión internacional

Caralvá Las integraciones económicas del Siglo XXI, nos marcan signos evidentes de los siguientes elementos: 1 Acuerdos preferenciales comerciales: estos usualmente acreditan descuentos arancelarios en un rubro de productos; 2 Libre Comercio: los países eliminan las barreras comerciales, con independencia de realizar gestiones similares con otras naciones 3 Unión aduanera: los miembros generalmente eliminan barreras comerciales, pero adoptan aranceles con países ajenos al sistema, 4 Mercado Común implica libertad de comercio y aranceles externos comunes, implica movilidad con características liberales en amplios factores de la producción y 5 Unión Económica que es una forma superior de integración, implica legislaciones e instituciones comunes con poder sobre los Estados miembros, el mejor ejemplo: La Unión Económica Europea. Agreguemos que también existen modalidades como las zonas de libre comercio. Los intercambios productivos mundiales implican formas competitivas entre las naciones por algunos de los siguientes elementos: comercio, inversión, innovaciones tecnológicas, recursos financieros etc., estos rubros favorecen a múltiples sectores como la informática, navegación, biotecnología, telecomunicaciones, servicios satelitales, aeronáutica entre otros, que propician una integración general entre las naciones. Debe mencionarse que los mercados internacionales nos marcan las nuevas fronteras nacionales, vivimos en nuevos mapas económicos tanto regionales como mundiales, nuestra economía no puede verse aislada y encerrada en un sistema doméstico o aferrada a condiciones territoriales. El reciente caso de la Industria de capital español Grupo Calvo que amenaza con retirarse del país, debe llevarnos a reflexión, no solo porque es un capital de inversión extranjera, sino por las repercusiones que esto implica en el mapa económico internacional. Al centro de la discusión están los convenios con la Organización Internacional de Trabajo OIT y la libre sindicalización, así como las reformas constitucionales al respecto. Como nación las transformaciones mundiales nos desafían al cambio, el caso del Grupo Calvo nos crea un marco de referencia entre las sociedades modernas altamente competitivas y sus vinculaciones legales internacionales o el rezago económico junto al aislamiento legal de la Unión Europea, no podemos darnos el lujo de estar fuera del mapa económico europeo y su legalidad. El problema de reformar la constitución no debe verse bajo el criterio ideológico, puesto que bajo esa óptica las consecuencias serían catastróficas para los empleos de los trabajadores nacionales. La otra cara de la moneda sería la inversión internacional, que tendría una pregunta obligada ¿también nos sucederá a nosotros? El sindicalismo no es el problema, ni un partido político, tal parece que el problema es una cuestión ideológica que amenaza con ser más fuerte que la inversión internacional, en este último caso, podrán retrazar la legalidad al sindicalismo libre, pero los trabajadores padecerán hambre. Paralelamente se crearán condiciones indeseables a muchos empleados del Grupo Calvo, entonces si reformar la constitución es más fácil que perder la confianza de la Unión Europea, es coherente unir los criterios políticos por el bien de la nación y el empleo de los trabajadores. http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2831

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