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  • Delincuentes cobran por planilla a servidores públicos

    Caralvá

    Asistí a una reunión comercial, con diversos temas e invitados. Mi vida es parte de un complejo de negocios que comunican vida y empleos.
    Durante la reunión nos acomodamos en pequeñas mesas a departir sobrios alimentos, pero compartimos puntos de vista y el acontecer ciudadano.
    A mi alrededor algunos hombres de negocios comentaron el nivel delincuencial al cual nos exponemos, entonces surgió la chispa de la confesión.. “tengo varios negocios en diversos puntos de las ciudades, tengo 16 años de trabajar en el negocio de los servicios, pero desde hace un tiempo, he recibido llamadas de los delincuentes reclamando una cuota mensual de varios miles de dólares, casi $1,000 por cada negocio”, -afirmó despacio, como reclamando silencio a sus palabras- luego no ocultó su temor…todos callamos.
    ¿Porqué no lo denuncia?.
    Temo por la vida de mis hijos, temo y desconfío de todo… somos muy vulnerables.
    Creo que me iré para Estados Unidos de alguna forma.
    En otro caso, en Usulután, los comerciantes son sometidos a vigilancia y rastreo de sus actividades cotidianas.
    Aquellos señores con años de trabajo honrado en pequeños negocios, ahora son sangrados por cuotas de estos delincuentes.
    Hace unos meses una familia de comerciantes fue asaltada al momento de realizar sus actividades comerciales, los delincuentes sometieron al vigilante, encañonaron a todos los miembros del grupo familiar, los amarraron, los vendaron. Los delincuentes llegaron con un furgón y procedieron a llevarse todo, incluso los muebles… hace un par de días, los mismos delincuentes les han pedido medio millón de dólares so pena de muerte para todo el grupo familiar… (Como si tuviesen facultad jurídica sobre la libertad y la vida).
    En San Francisco Gotera, a trabajadores públicos también les exigen cuotas, “por planilla”, miembros de esas organizaciones (narcotraficantes) han llegado a pedir las planillas a los vigilantes (amenazándolos de muerte) y con ellas “cobran”, cuotas a los trabajadores, estos individuos saben cuanto ganan los trabajadores.
    Este acontecimiento sucede también con muchos maestros, que son obligados a pagar por trabajar en los centros educativos. Pareciera que hay dos gobiernos, uno legal y el otro un narcopoder que impone sus crudas leyes a ciudadanos indefensos.
    El mal surge desde las prisiones: “un móvil en dentro de una cárcel es más peligroso que diez fusiles en la calle” así se expresó Godofredo Bittencourt Director de Investigaciones en São Paulo, Brasil.
    Algunos médicos también han sufrido injurias al momento de llegar a sus casas, han sido amenazados y también pagan cuotas dinerarias. Algunos médicos han abandonado sus plazas hospitalarias, encaminando sus pasos hacia un incierto futuro en Estados Unidos.
    Ayer un médico, ahora un sacerdote, mañana comunidades enteras. Estas bandas delincuenciales son parte del narcotráfico internacional, son crimen organizado.
    Existe una relación directa entre el consumo de cocaína (drogas en general) y el aumento de la delincuencia, por esta razón no hay soluciones fáciles.
    Las respuestas a este problema están relacionadas con el desarme general, el aumento de la cohesión social, programas sociales de reinserción y mucho tiempo para comprender que la unidad nacional es una gran opción ciudadana.

  • 11 de septiembre: 5 años después

    Caralvá

    El mundo ya no es el mismo después de aquella fecha. La lectura de las realidades ha cambiado notablemente.
    Lo podemos palpar con nuestros propios momentos declarativos: ¿quién no se sintió norteamericano ante el dolor de los inocentes? ¿Quién no deseó acompañar en la más humilde acción al pueblo estadounidense en sus momentos de dolor? ¿Quién no condenó aquél momento cruel e inhumano ante la muerte de tantos civiles? Ahí están las notas de cientos de testimonios y naciones solidarias con Estados Unidos.
    En estos momentos aún están latentes esos tristes momentos para la humanidad.
    El terrorismo es un acto desesperado, ilegal, con violencia indiscriminada contra ciudadanos civiles, que puede ser perpetrado por diversas formas de agrupaciones: civiles, militares, religiosas, supremacistas, racistas, incluyendo al Estado etc.. Utilizan su violencia contra seres indefensos o en desigualdades tan extremas que las víctimas no tienen oportunidad de defensa alguna.
    Aquél acto masivo de terror será inolvidable para la humanidad, porque no olvidaremos jamás el sufrimiento de los inocentes que como nosotros, puede ser víctima de estos grupos fanáticos. Estamos junto a Estados Unidos en su lucha contra el terror.
    De igual manera nos une la solidaridad con Inglaterra y España que han sufrido similares atentados.
    5 años después, en nuestra nación el día 12 de septiembre, un autobús fue desviado de su ruta provincial, posteriormente el chofer y el cobrador fueron asesinados en la ciudad de San Miguel, esto también es terrorismo.
    Existe algo que nos daña profundamente, aquí o allá, sea en San Miguel, Nueva York, Londres o en Madrid, los golpes de estas fuerzas nos perjudican a todos.
    Nosotros tenemos a diario atentados de estos seres que a sangre y fuego intentan someternos a su voluntad, pero no existen soluciones fáciles.
    Creo que los Derechos Humanos son necesarios, aunque Hitler de seguro moriría de risa con nuestras intenciones. La Democracia también debe ser defendida, a pesar que estos grupos (terroristas) no la aceptan porque a ellos no les interesa la sociedad y si la respuesta la buscamos en las religiones… cada lector(a) puede ver su futuro en este instante.
    Afortunadamente creo firmemente en que existe la verdad y que podemos llegar a ella por la inteligencia humana…
    Nosotros los salvadoreños somos como Charles de Gaulle en 1940, rechazamos incondicionalmente la derrota, creemos firmemente en la recuperación de nuestro honor atacado por estas bandas de sicarios, estoy seguro que tenemos la inteligencia clarividente para triunfar sobre estos señores de la muerte y como en otras ocasiones proféticamente: venceremos.
    Es tiempo de unidad, existe un solo enemigo en nuestra nación: el crimen organizado que comete acciones terroristas… y las palabras de Sir Winston S. Churchill de su libro: The Second World War (1948-1954) The gatherim storm, publicado en español como las memorias de Churchill 1965, nos puede ayudar: “.. Algunos consejos de prudencia y moderación pueden convertirse en agentes primordiales de mortal peligro y como los procedimientos, intermedios inesperados por el deseo de vivir con tranquilidad pueden llevar de cabeza al desastre”.
    En San Miguel, San Salvador, Londres, Nueva York o Madrid, la sangre de tantas víctimas inocentes también reclama justicia.

  • Las pandillas también deben recibir mensajes ciudadanos

    Caralvá

    El fenómeno de las pandillas tiene el componente de niños y jóvenes que por diversas razones sociales, han sido abandonados por mucho tiempo.
    Tenemos como nación una herencia negativa de violencia, prueba de ello es el pasado Siglo XX, donde solo por un pequeño lapso se orientó la nación hacia la democracia, pero poco a poco la violencia ha cobrado otra carácter, la violencia masiva de la guerra terminó con el Acuerdo de Paz. A principios del siglo XXI asistimos a un nuevo tipo de violencia que podríamos llamar violencia “cliquera” o violencia “marera”; este fenómeno tiene por objetivo a ciudadanos trabajadores, que indefensos poco pueden hacer frente a estos grupos armados e ilegales. En este aspecto existe un espacio de “ingobernabilidad”, porque el monopolio de la violencia “legal” comienza a agrietarse, como una gigantesca pecera que deja escapar riachuelos de agua, transformada en sangre inocente. Esta violencia “cliquera”, se ha originado en la falta de promoción social, la exclusión en todos los rubros, la falta de oportunidad de trabajo, la herencia negativa de nuestro pasado social, así como los altos niveles de pobreza y analfabetismo, ahora agravado por la expulsión masiva de delincuentes de Estados Unidos. La deportación de delincuentes alivia allá la crisis, pero transfiere acá el problema para los cuales aún no tenemos respuestas efectivas.
    Los anteriores criterios han sido alimentados durante generaciones por esta subcultura o arqueocultura de recurrir a la violencia para solucionar todos los conflictos.
    Ahora la respuesta soñada por muchos es la violencia… se ve fácil y nuestra propia historia nos demuestra lo contrario, a más violencia, más problemas.
    Con horror sufrimos asaltos, los pequeños comercios son estrangulados económicamente, los transportistas asesinados, a diario historias de sangre y más sangre.
    ¿Qué hacer? Algunas soluciones nos llegan de los propios Estados Unidos, como reconocer que estamos en problemas como nación y aceptar que estas organizaciones “existen” irregularmente, puesto que su negación creará falsas imágenes, existen y en toda la nación, así sean zonas de barriadas ricas, los delincuentes están en todas partes.
    Al reconocerlo como nación, reconocemos que el problema no es de un partido político en el gobierno, puesto que es necesario considerar entre otras cosas: ¿Qué cantidad son? ¿Dónde están?, ¿Qué condiciones alimentan sus estructuras?, ¿cómo podemos crear una alianza cívica entre escuelas, policía y organizaciones ciudadanas?...
    Debemos actuar con respuestas efectivas, organizándonos entre vecinos, comunicando nuestra preocupación general, eliminando todos los grafitis (porque son mensajes que califican territorios y ubican datos vecinales), debemos fotografiar los grafitis y compartirlos entre el grupo cívico, para finalmente descifrarlo, leerlo y eliminarlo.
    De esta forma necesitamos a la policía nacional civil como actor principal donde existe la violencia o donde la persistencia sea notoria.
    Nuestra sociedad debe ofrecer una oportunidad para cientos de niños y jóvenes abandonados a su suerte en las calles de las ciudades, fortalecer las ONG´s, crear programas sociales que les permitan integrarse, pensar en reeducación, puesto que todo su comportamiento ha sido una educación para el delito, con estos programas podríamos transformarlos.

    http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2996

  • Solo buenos pensamientos: derecha e izquierda

    Caralvá

    Ya no podemos pensar más en sociedades ideales, ni en estados económicos donde la felicidad nos invada, nuestra realidad es una persistente pobreza, plagada de notables desigualdades.
    Cuando hablo de desigualdades no me refiero al ideal que “todos seamos pobres”, ni mucho menos que “todos seamos ricos”, porque eso toca el terreno de los peores sueños infantiles.
    En realidad deberían existir muchos más ricos, así habría menos pobres. O mejor lo diría O. Welles: “si hubiese sido tan rico, hubiese sido un hombre bueno”. Cuando hablo de pobreza, no solo me refiero a la ausencia de integración económica, baja infraestructura o deficiencia en la cultura política, porque también la hay en las formas de ver nuestra realidad. Y para pobres, yo el primero, que siempre estaré de invitado a reuniones “exclusivas”.
    Así las cosas tenemos que comprender nuestro fracaso como sociedad, para que dejando la crítica, la queja y el ataque lleguemos a objetivos nacionales, un poco más cercanos a nuestra realidad que intentar gritar y gritar acusaciones o epítetos que solo son eso, porque de pronto todos gritamos al mismo tiempo y nadie escucha, así las soluciones se escapan en silencio.
    Fuimos educados en ese “bien-pensar” salvadoreño que nos ubica dentro del plano del bien y el mal, conservadores y revolucionarios tiene esquemas férreos que les indican esquemas tozudos, así ambas tendencias se niegan a ver: “ojos bonitos en cara ajena”, reduciendo su pensamiento a: “todo lo que diga la izquierda es: comunismo, malo, el diablo, el anticristo caminando” y lo todo que dice la derecha es satánico: “mentiras, asesinos, fraudes, robos, la oligarquía bebiendo nuestra sangre, haga patria… mate a un cura”… con estos calificativos nuestro vecindario no puede ser más que el infierno.
    Así estamos plagados de epítetos, que no solucionan nada.
    En el fondo hay mucho conformismo de pensar-bien.
    En El Salvador parece que pensar diferente es malo. Como decía Orson Welles “solo pensar bien es un pecado”.
    Para ver nuestra realidad de otra manera, quizás necesitamos ojos de poetas, a lo mejor por eso hay tantos en nuestra nación, tantos que ahora parece que votaremos por el mejor, en otros tiempos se les ofrecía: fusilamientos, cárceles, exilios y de publicarlos en los medios masivos: ¡Jamás!… y a pesar de todo aún están entre nosotros como las estrellas.
    Debemos eliminar ese esquema del “pensar-bien” salvadoreño, como muchas “creencias políticas”, que nos llevan al aplauso fácil, a la comparsa de la manada, al rebaño que no visualiza el abismo.
    Hay muchas fantasías en nuestro acontecer social y recordemos que: “la falsedad es tan antigua como el árbol del edén” O. Welles.
    Y esto no es nuevo en nuestra realidad, somos un poco cínicos al comprender mucho y no hacer nada, como Diógenes que vivió en el año 400 antes de cristo; se consideraba ciudadano del mundo y sostenía que un cínico se encuentra en cualquier parte como en casa… exactamente como nosotros.
    Como nación debemos hacer mucho, trabajar por la democracia y fortalecer los derechos humanos, defender nuestras instituciones a pesar de todo, aún tenemos esperanzas.
    http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2962