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Bandera del Norte para emigrantes del Sur

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Caralvá

Medios internacionales anuncian reclamos de miles de emigrantes en Estados Unidos que solicitan revisión de su calidad humana y residencia, como fue en el ayer de las reivindicaciones laborales por 8 horas, en las conocidas fechas de Mayo de 1886.
La historia demuestra que se necesita coraje, para cambiar la visión de los centros de poder y otorgar a las peticiones de muchos trabajadores sus reclamos justificados. Aunque el caso sea totalmente distinto en estos días, a la original fecha que unió a los trabajadores en Chicago, las palabras: trabajadores e inmigrantes son las mismas, el nexo es la hegemonía capitalista. La historia podría repetirse, aquellas personas trabajadoras, emigrantes y desplazados de muchas partes del mundo en el siglo XIX cuando todo inmigrante era bienvenido, su origen era europeo: alemanes, polacos, españoles, rusos, italianos, irlandeses y esclavos, ahora son mexicanos, salvadoreños, dominicanos, guatemaltecos, nicaragüenses y esclavos (aunque suene exagerado, muchos trabajadores emigrantes son tratados como esclavos en pleno siglo XXI). Los modernos esclavos no tienen identidad, ni derecho a la salud, educación, aceptan cualquier pago inferior al establecido, realizan los peores trabajos, sufren discriminación por su idioma, son pobres pero llevan en su espíritu el coraje de trabajar para salir de esa condición heredada. Además de capitalismo existen otras palabras en el tema de la inmigración que unen y dividen a las naciones: legalidad y amnistía.
Millones de seres humanos se debaten en la desesperación en el seno de los Estados Unidos de América por el temor a ser deportados, en esta condición nada es peor que la separación familiar, la pérdida de sus bienes y ser culpables de aspirar a una vida mejor.
En nuestra nación la población es obligada a emigrar por la ausencia de oportunidades locales, el subdesarrollo expulsa a miles de trabajadores desempleados a la aventura del trabajo ilegal en Estados Unidos ¿Qué se puede hacer? Una propuesta es otorgar un estatus temporal de trabajadores internacionales, puesto que: ¿Acaso millones de seres humanos que huyen de la miseria económica, social, política, de la opresión de las mujeres condenadas a inferioridad de oportunidades en sus suelos natales, no encarnan en este presente algunas palabras bíblicas? “yo soy el señor, Tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud” Deuteronomio, capítulo 5, versículo 6, que destacan a pueblos inmigrantes y la condición de esclavitud, de la cual huyen.
Esta condición emigrante se repetirá por muchos años si no se cambian las condiciones del Sur, por esta razón es mejor crear legalidad y gobernar sobre millones de seres aspirantes a ser trabajadores, que simplemente deportarlos, porque regresarán a Estados Unidos de igual forma. Son tantas las nacionalidades involucradas en este tema, que el tema debería tratarse por un consejo internacional de naciones, que fije al menos, las mínimas condiciones humanitarias para miles de afectados tratados como delincuentes, por el hecho de aspirar a trabajar y contribuir con el desarrollo de Estados Unidos y sus familias del Sur.
Los emigrantes nunca entenderán que son producto de una historia mundial que reproduce en sus casas las historias de pobreza y porque para el Norte “el Sur no es importante”.
La inmigración recuerda el fracaso de Estados Unidos en sus políticas económicas, el reconocimiento de los inmigrantes como trabajadores internacionales, al menos permitiría gobernar sobre el caos.
http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=3527

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