Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

  • Diálogo con la realidad

    P1150988.JPG

     

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    ¿De qué nos habla la realidad? El lunes 21 de enero de 2013 el profesor Adrián Ernesto Aquino fue asesinado en presencia de su nieto, cuando se dirigía a comprar pan. Es un acontecimiento horrendo, las palabras no son suficientes para calificar esta violencia sin sentido. Hace unas semanas un ex combatiente del FMLN Adrián Clímaco Guardado fue asesinado (31DIC012) en su propio negocio, el martes 22ENE013 un equipo del Canal 12 es amenazado por un delincuente mientras realizaba su trabajo periodístico. El 22ENE013 un grupo armado en Guazapa asesina a dos miembros de la familia de un policía. ¿Municipios libres de violencia?... mientras acontecen estas situaciones son una burla a la inteligencia social.

     

    El diálogo con la realidad nos habla de una nación viable o inviable económicamente, según el partido que pronuncie estos conceptos, ¿acaso ese límite es nuestra prisión intelectual?, deberíamos conducirnos bajo un esquema de una nación para todos.

     

    Debemos ubicarnos como sociedad con proyección histórica, donde la legalidad funcione hacia los ciudadanos, no en contra. Los acontecimientos son tan siniestros que de continuar en este curso de colisión con la delincuencia, no quedará más que elegir entre: sobrevivir como sociedad o suicidarnos como República.

     

    Parece “extremista”, pero las condiciones históricas de otras naciones muestran que las sociedades se ven forzadas a elegir, no porque la vocación del pueblo se impone sino al contrario es la violencia la que obliga a los grandes conglomerados civiles a responder con toda la plenitud imaginable; de ello son testigos los pueblos europeos en el siglo pasado, una sociedad democrática es poco ágil en la respuesta de protección a sus ciudadanos y la denuncia es débil hacia los conglomerados civiles afectados, debido a que los ciudadanos han sido educados para delegar las responsabilidades en los partidos legales, pero la clase política en su lógica electoral, instituto y gobierno leen los panoramas así: “a favor o en contra”, esa condición limita las acciones, pero la sociedad recibe el daño irreparable.

     

    La delincuencia obliga a la República a elegir entre sobrevivir o suicidarse, donde la palabra sobrevivir puede sustituirse por una amplia gama de posibilidades, en todo caso es preferible una opción constitucional entre gobernantes y gobernados, así como la legalidad e institucionalidad.

     

    La delincuencia es la contradicción a los valores sociales, son la negación a la ley, la violencia del crimen organizado obliga a la sociedad salvadoreña a una respuesta efectiva, no es posible que un ciudadano honrado sea asesinado por un sicario y este atropello quede impune. Nuestra sociedad salvadoreña se enfrenta al abismo de nuestros principios frente a la negación de los delincuentes, la respuesta debe ser enérgica y en defensa de la familia. Al borde del abismo prefiero que esta irracionalidad termine por voluntad propia, bajo el supuesto que es posible un desarme general de la delincuencia organizada y su incorporación al cumplimiento de las leyes de la República.

     

    La realidad nos habla de violencia, de una justicia débil, la nación sin valores y con terror del crimen organizado ¿qué esperamos para responder como sociedad civil?.

     

    Las condiciones de libertad son el ejercicio de una praxis social a favor de nuestro pueblo, libertad que incluye a la República, condición que implica sacrificio, pero es una ecuación histórica, en este caso irrenunciable.

     

    www.cesarramirezcaralva.com

     

  • ¿Quiere ser presidente?... El tercer candidato

    P1150901.JPG

     

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    Se menciona el nombre de un tercer candidato, pero su destape se prolonga en espacio y tiempo, en realidad cada vez que veo el nombre de este tercer candidato, me pregunto si es un chiste, una invención mediática o una  comedia de un filme de bajo presupuesto.

     

    La Constitución de la República en su Capítulo II ORGANO EJECUTIVO, artículo 152 refiere: No podrán ser candidatos a Presidentes de la República: 1°: “El que haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial”… ¿cuál fue la presidencia anterior a la del Presidente Funes?.

     

    Durante meses esta condición de expectación llena espacios de opinión, pero la constitución expresa con claridad quienes no podrán ser candidatos.

     

    En todo caso dejo constancia que en mi opinión, el continuar con un tema de campaña presidencial con un candidato imposible, quizás tiene objetivos capitalizables para diversas tendencias políticas pero no tangibles a corto plazo, será posible después de la administración 2014-2019.

     

    Pero como en esta nación, la interpretación constitucional ha pasado de ser una lectura para los sectores involucrados de una forma y para la opinión pública otra, no será extraño que la interpretación que dicten los letrados sobre el tema ponga en confrontación el texto de la Carta Magna.

     

    A menos que mi lectura este absolutamente equivocada, ante lo cual he realizado la pregunta correcta: ¿Quiere ser presidente?  Y agrego: ¿un expresidente del período inmediato anterior?, bueno veremos que dicen las autoridades competentes.

     

    Es patético en todo caso imaginar que esta posibilidad exista, si la interpretación es afirmativa el panorama tendrá tintes dramáticos, si es negativa entonces el alineamiento de partidos políticos será como en tiempos pasados, una lucha por no desaparecer del registro electoral o el mismo discurso de crispación.

     

    Quizás el efecto de presencia mediática del tercer candidato, aún no oficial, solo sea un canal de exposición comercial, puesto que hasta que no se registre legalmente ante las instancias correspondientes, solo es un material de discusión para los instrumentos estadísticos.

     

    Hace muchos años en mi educación colegial, un maestro de Constitución comentó el artículo 152, aquella situación quedó grabada en mi memoria juvenil como un mandamiento del Antiguo testamento, en aquellos tiempos era obligatorio recitar uno por uno el Decálogo, también fragmentos de historia, literatura etc., no podía omitir ni rechazar aquellas enseñanzas, era más importante el Decálogo que la Constitución,  desafortunadamente nuestra historia es pobre, igual que otras áreas nacionales. Quizás fuimos mal educados, tratando de sustituir con la memoria la solidaridad social, quizás fuimos mal orientados al recitar el Decálogo en lugar de practicarlo desde la niñez, fuimos reprimidos por diversos modelos educativos que ahora llaman desactualizados, pero al menos recuerdo ese artículo constitucional; a la nación le habría ido mejor si hubiera sustituido las Sagradas Escrituras por la Constitución de la República…Mañana existirá un Tercer Candidato, pero no será un ex presidente del período inmediato anterior.

     

    www.cesarramirezcaralva.com

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

  • La corrupción (i)lícita

    P1150935.JPG

     

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    En El Salvador hablamos de millones de dólares perdidos en la construcción de los hospitales por la administración anterior, situación denunciada por las nuevas autoridades, pero mientras no se actúe con denuncias formales y causas judiciales contra las personas involucradas, solo serán fuegos artificiales.

     

    En ese orden de dinero perdido, se mencionan otros rubros como gastos de representación, publicidad, proyectos de infraestructura abandonados, etc., al final la nación se encuentra con el mismo panorama desolador del aumento de la pobreza, la desigualdad, la falta de movilidad social, con unos cuantos que se alzan con la riqueza de la nación y muchos que sufren por generaciones el saqueo del Estado.

     

    Estas palabras desafortunadamente son “post-morten” acontecen cuando los organismos internacionales piden cuentas, entonces el dinero no aparece por ningún lado, pero debemos aclarar que milagrosamente las auditorías legales están en orden… maravilloso.

     

    Como en otras naciones, la mejor administración gubernamental es la que evita la corrupción, no es la que posea el mejor liderazgo, ni a los mejores políticos, ni siquiera la que aplica mejor las políticas internacionales del FMI o el BM; la mejor administración es la que tiene  el mayor control sobre los gastos de los dineros del pueblo y esto va unido tradicionalmente a otro evento, las obras realizadas.

     

    Un balance superficial de las obras realizadas por las administraciones en los últimos años nos permite evaluar la realidad que tenemos, institución por institución o proyecto por proyecto, los resultados son evidentes, vivimos en condiciones precarias desde hace mucho tiempo pero solo un gran sector de la población, unas minorías por el contrario viven en la opulencia ilícita, aclarando que también existe la opulencia lícita.

     

    La corrupción es un tema académico, al igual que político; en los centros académicos la corrupción es tratada como límites de concesiones, curiosamente estas licencias pasan por normativas constitucionales, al igual que términos de referencia o información privilegiada, de tal manera que se genera una cultura “aceptable” para las ventajas de ciertas empresas, asociaciones privadas o mercados con exclusividad; el problema es de tal magnitud que se llega a la conclusión que los funcionarios deben formar grupos cerrados de administración entre ciudadanos honestos, de otra forma la lucha está perdida.

     

    El panorama es desolador, pero no solo acontece en nuestra nación, en el plano internacional por ejemplo: “diez grandes bancos y empresas hipotecarias estadounidenses acordaron pagar miles de millones de dólares… porque recurrieron dolosamente al embargo hipotecario” en otras palabras corrupción financiera, pero el daño esta hecho; mientras en Panamá, una casa de valores, relacionada con funcionarios de alto nivel tenían cuentas secretas, realizaban blanqueo de dinero, falsificación de documentos etc.. en otras palabras estafas públicas, con daños a terceros. De tal  forma el estudio de la corrupción no se limita a la administración pública,  existe también el fenómeno del narcotráfico que irradia a la sociedad, entonces acontece la compra de voluntades bajo amenazas, coacción y violencia de diversa naturaleza, por consiguiente mientras no se aborde este tema con seriedad, el panorama es muy triste. Existen señales de alarma en nuestra sociedad salvadoreña, no esperemos los daños a terceros, la justicia de actuar antes que lamentemos casos como los mencionados.

     

    www.cesarramirezcaralva.com

     

  • De nuevo ante la historia: Armonía de mi pueblo 2013

    P1120983.JPG

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    Cada momento de la vida encontramos un universo de preguntas, muchas de las cuales son respuestas automáticas, nos parece que el mundo tiene coherencia con cada respuesta a nuestro favor, así justificamos cada movimiento, de tal manera que se nos enseña a cursar cierto número de años en escuelas, colegios, universidades, postgrado etc. para obtener una profesión lícita y luego ganarnos la vida con ese dinero, todo el panorama es un argumento social, con valores que nos hacen integrarnos a diversos niveles económicos y culturales.

     

    Pero existen momentos donde los valores sociales no coinciden ni con la historia, ni con la justicia, ni con nuestros objetivos, entonces la respuesta individual o colectiva se divide, este es el caso de la destrucción del mural de Catedral: La armonía de mi pueblo de Fernando Llort, sucedió hace un año pero hasta la fecha, el acto parece que será similar a otros eventos destructivos de diversa naturaleza de los cuales hemos sido testigos.

     

    La decisión de tal acto a lo mejor solo tiene un nombre, no el de una institución; el evento de todos modos es incomprensible, quizás porque tenemos la idea que la Catedral Metropolitana es tan nuestra como la bandera azul y blanco, ese sitio donde la historia se une con la sangre del pueblo por la democracia que vivimos, porque en ese sitio se levantaron las banderas contra el autoritarismo o el magnífico sitio donde el Obispo Mártir Monseñor Romero proclamaba los derechos humanos, esas ideas parece que son equivocadas, quizás somos tan pobres de pensar que un mural que durante 14 años distinguió la Catedral era un signo de historia y pertenencia, pero nos equivocamos, puesto que ese mural molestaba a un sector del poder eclesial, o a otros poderes terrestres que no soportaron la presencia de esa obra monumental.

     

    Quizás el mural representaba a: comunistas, masónicos, revolucionarios o peor, signos del pueblo, porque fueron destruidos como se aniquila a los enemigos mortales, como en otros casos históricos, sin dejar nada, ni piedra sobre piedra.

     

    A Sócrates se le atribuye la sentencia: “Si la vida no se examina, no vale la pena vivirla”, podemos aplicarla a ese evento. La pregunta fundamental es: ¿qué poder autorizó esa destrucción?, ¿ese poder está sobre las leyes y los intereses culturales de la nación? Pues parece que sí, porque incluso la propiedad privada tiene límites, pero las propiedades de algunas instituciones parece que tienen señales del Medioevo.

     

    Parece que todo ha terminado, que esa acción quedará en el imaginario colectivo como un eslabón perdido del derecho y la propiedad eterna.

     

    ¿Por qué no existe reparación del daño ocasionado?

     

    A lo mejor el momento es propicio para elevar nuevos monumentos culturales indestructibles en las redes sociales, en la historia, en los muros del ciberespacio o en el alma eterna del pueblo, para que nuestros valores no se destruyan, como lo hicieron otros fanáticos varios siglos antes, cuando quemaron todos los libros mayas bajo la pena capital de ser obras del demonio. Ese evento tiene una gran lección cultural, se repetirá una y otra vez, volverá a suceder bajo los mismos argumentos. Mañana se nos acusará de ateos, miembros de sectas satánicas, protestantes, anglosajones, luteranos o comunistas… pero la verdad es que preferimos y recordaremos siempre a la catedral decorada por artesanos del pueblo, con color y con historia, en solidaridad con quienes no guardan silencio ante este atropello cultural.

     

    www.cesarramirezcaralva.com