César Ramírez
@caralvasalvador
Ahora resulta que los defensores del pueblo son los oligarcas, los adalides de la democracia salvadoreña son los millonarios de la nación, los mejores protectores de los pobres viven en las barriadas de ricos y potentados, que los saqueadores del dinero del pueblo denuncian el despilfarro por un vaso de leche a los niños y acometen con recursos de inconstitucionalidad para que las víctimas de accidentes de tránsito queden en la intemperie… ver para creer. Estos señores potentados con sus gremiales partidarias, se rasgan las vestiduras con titulares amarillistas por la inseguridad cotidiana, es muy extraño puesto que ellos no viajan solos, siempre tienen sus guachimanes o achichintles armados que incluso infunden temor a los parroquianos que se atraviesan en sus caminos en forma inocente, pero pierden la voz predicando que la inseguridad arremete contra ellos; ahora día tras día los grandes medios de comunicación en el mejor estilo de la “guerra sucia” lanzan infundios sin que exista denuncia pública firme, ni delitos comprobados que conduzcan a las conocidas acciones legales; no obstante contrasta con otros casos similares donde los Estados Unidos de América llevan procesos de investigación documentada por movilización de dineros sospechosa, de ahí que ahora en defensa del pueblo lancen todo tipo de réplicas con los mismos temas: “todo está en ruinas”, “es inconstitucional”, “recuperemos El Salvador” y niegan el derecho de respuesta, en su mejor estilo autoritario; así sus “empleados” enviados a los medios de comunicación hablan de transparencia, pero no dicen nada del desvío de fondos del Gobierno de Taiwán, ni el caso CEL-ENEL que al final debemos pagar millones a una empresa extranjera. En lugar de lanzar campaña tras campaña que fracasa en cada evento electoral, ¿por qué no toman la iniciativa para pagar sus impuestos? ¿Por qué no invierten en la nación en lugar de llevarse sus capitales para el exterior?... ahora resulta que de no cumplirse con los requisitos con el famoso voto cruzado, existirá “fraude electoral” y piden al Poder Ejecutivo vetar una ley emanada de la Asamblea Legislativa. Los grandes empresarios que nunca defendieron a los pequeños comerciantes, ahora gritan las pérdidas de los comercios informales… es una comedia, “crearon la pobreza y ahora les piden sus votos para acrecentar su negocios millonarios”… fantástico.
La derecha toma las banderas de la izquierda en defensa de los pobres y se atreven a pronunciar: “el pueblo unido jamás será vencido”, pero nunca habla de justicia, nunca hablan de la rendición de cuentas ante los trabajadores, ni de sus ganancias o recursos inconstitucionales para eludir impuestos… para creerles deberíamos iniciar por lo “justo”, existe tanta pobreza por la acumulación oligárquica que deben levantar muros frente a la pobreza que les rodea.
Los ricos con banderas de los pobres nos hablan del sufrimiento de los desposeídos, de las escuelas sin techo, de hospitales sin medicina, del transporte colectivo donde ellos jamás viajan, de los niños descalzos y hasta del nuevo nombre de la calle del asesino de Monseñor Romero… pobres ricos. Como en los viejos tiempos niegan el derecho a respuesta de los ofendidos, la pequeña oligarquía aún no ha aprendido a escuchar pero: “oíd… el pueblo no cree sus mentiras”.
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