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reforma

  • Reformas al Presupuesto Nacional

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    Caralvá

     

     

     

    Inestabilidad a la vista, los problemas del presupuesto general de la nación parecen ser el núcleo generador de los actuales conflictos sociales, es tal la magnitud de este evento que sus vértices tocan elementos de campaña electoral, manipulación política, estrategia negativa partidaria y además rumores de eventos dramáticos.

     

    El centro de gravedad implica la manipulación de millones de dólares destinados a diversos proyectos, pero ese punto tiene diferentes lecturas, para unos significa el abandono salarial y para otros justificaciones constitucionales.

     

    Sin pasiones observamos que algunos ministerios obtienen enormes ventajas sobre otros, los más perjudicados son Educación y Salud, estas entidades históricamente son casi abandonadas a su suerte, mientras otros poseen aumentos porcentuales indignantes. En el Ministerio de Salud existen trabajadores de segunda y tercera categoría, una breve revisión de sus contratos puede llevarnos a lecturas sorprendentes, en muchos casos el grado académico no es retribuido de igual manera a pesar de ser parte orgánica de la misma entidad,  no obstante esas escalas salariales no tienen comparación con sus homólogos, si los comparamos con el Ministerio de Justicia, el resultado es un absurdo.

     

    Vivimos en mundos diferentes dentro del capitalismo, mientras la mayoría lucha por pensiones dignas otros disfrutan de pirámides de oro heredadas del antiguo sistema de reparto, no obstante el sistema de pensiones privados ofrece la variante de conocer el monto de cotización, pero no brinda garantía que los pensionados puedan hacer uso de ese monto, es como poseer una cuenta virtual pero lo concreto se mide solo mes a mes, gota a gota.

     

    Las diferencias entre trabajadores es de tal magnitud que un motorista de la Corte Suprema de Justicia o Asamblea Legislativa no tiene equivalente dentro de los trabajadores de otros ministerios…

     

    Parece que la moneda de cambio de campaña electoral 2014, es el presupuesto con fines políticos, no podemos escapar a ese modelo perverso,  pero como ciudadanos sabemos que sin educación y sin salud, poco podemos hacer frente al desafío del subdesarrollo, la realidad es miserable.

     

    Las personas que toman decisiones, deberían de recortar dinero a los ministerios de lujo y si mañana los declaran inconstitucionales, habría que recordarles que ese dinero no llega del cielo, sino de los impuestos a los trabajadores.

     

    Se trata de realidades visibles, esas condiciones para los sectores populares son incomprensibles, puesto que el fin de la política es “hacer el bien”.

     

    Necesitamos reformas a esta desigualdad ofensiva, reformas constitucionales, que nos permitan construir una nación diferente, si durante décadas han funcionado negativamente, esta situación debe cambiar ahora. La lectura de las asignaciones presupuestarias nos revelará una lectura política, necesitamos un presupuesto nacional a favor de los trabajadores.

     

    www.cesarramirezcaralva.com

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

  • Acuerdo de Paz: democracia, reforma, diálogo, modernización y capitalismo

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    Caralvá

     

     

     

    Estos conceptos encierran el espíritu de la nueva era democrática salvadoreña, donde aún existen matices de viejas estructuras en transformación, pero cada día es un logro para las nuevas generaciones en paz social.

     

    Cada día es un logro, puesto que no se puede negar que alguna fracción nostálgica armada sueñe con el viejo Golpe Militar como en el vecino país de Honduras, alegando lo mismo: “violación a la Constitución” y  destrozando el modelo creado con tanto esfuerzo…en Latinoamérica todo es posible.

     

    En estos veinte años de vigencia del Acuerdo de Paz, la nueva legalidad permite solucionar por diversos mecanismos pacíficos los problemas que en épocas anteriores eran motivo de persecución política. Los desacuerdos políticos visibles en estos años,  son expresiones de grupos de poder, que afortunadamente aún presenta  soluciones viables y pacíficas dentro del marco constitucional, lo cual permite el diálogo permanente entre sectores.

     

    Los partidos políticos han cobrado un nivel de ejercicio constitucional sin precedente por la conducción civil del Estado, ello permite que la aparente crisis social no llegue a niveles de represión como en el pasado, de tal forma que los sistemas de oxigenación del modelo democrático funcionen.

     

    A pesar que existen grupos antisistema ligados a estructuras de crimen organizado y narcotráfico, estas no poseen expresiones políticas las cuales puedan desequilibrar el sistema legal, lo cual es muy afortunado para nuestra nación.

     

    Entre los máximos logros de estos veinte años bajo el ejercicio de nueva legalidad, se destaca el rechazo a los métodos violentos por los partidos políticos, condición que favorece todos los planos de convivencia social.

     

    La funcionalidad de los partidos políticos  puede observarse en sus estructuras orgánicas, que son de un nivel superior a las antiguas instituciones emotivas y plagadas de voluntariado, ahora la capacidad orgánica no solo posee experiencia en la maquinaria electoral sino efectividad en acciones sociales, con promociones a jóvenes y potencial de relaciones internacionales, además con educación permanente para sus cuadros. Pero el lado oscuro es la imposición de la obediencia al partido que convierte a los miembros en servidores y no en cuadros políticos, con ese modelo los miembros no tienen capacidad propositiva ni de conducción.

     

    El modelo de apertura democrática que disfruta nuestra nación, permite espacios para la reforma permanente de las leyes obsoletas, la herencia del pasado es agobiante, muchos rubros deben transformarse, especialmente en las áreas que involucran la problemática de los jóvenes y su incorporación a la sociedad productiva.

     

    El diálogo debe ser permanente, pero algunos partidos políticos niegan esta posibilidad, de tal forma que la ciudadanía recibe el mensaje de dos modelos ideológicos que anteponen sus principios a los intereses del pueblo.

     

    No todo es negativo, a pesar de las diferencias entre los partidos políticos, al menos el capitalismo no esta en discusión, más parece que el núcleo diferencial es la velocidad del cambio para adaptar el modelo social a los siguientes desafíos de este sistema mundial. El capitalismo en crisis es un gran peligro para la democracia salvadoreña, incluso para el Acuerdo de Paz, pero estos veinte años sirven de experiencia y en ese nivel la lección ha sido plenamente comprendida.

     

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