Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

  • La ley versus el crimen organizado

    DSC00817.JPG

    Caralvá

     

    En estos momentos difíciles en todo el horizonte nacional, la Ley Antipandillas se convierte en un instrumento más del arsenal de la sociedad civil versus la acción constante de grupos dedicados a delinquir, acción aclamada por los ciudadanos honrados que poco tienen en su defensa ante la intemperie de esas agrupaciones del mal.

    La Ley no es el final del camino, es apenas el inicio de un largo camino para reorientar a mucho jóvenes que transitan por el sendero equivocado y aunque las palabras “se las lleva el viento” la esperanza  de la sociedad salvadoreña tiene más alcance que muchos discursos temporales, al igual que la férrea voluntad nacional de no ceder ante las amenazas delictivas.

    La sociedad ha iniciado diversos proyectos durante años anteriores para cambiar esta amenaza las pandillas, esfuerzos auténticos de corregir el desvío de muchos jóvenes mal orientados, pero la realidad parece negar todo intento de re-educación ¿qué podemos hacer para cambiar el rumbo de esta condición? En realidad no existe respuesta única, sino un complejo de experiencias de otras naciones con modelos exitosos pero que han requerido de gran apoyo gubernamental, iniciativa privada, sociedad civil e instituciones humanitarias, participación ciudadana; además como si fuera poco los programas de cambio de alimentos por armas y otras especies han contribuido significativamente al avance de pacificar zonas urbanas en otras naciones.

    El conjunto de las agrupaciones ilícitas parece nutrirse de un combustible exterior: las drogas y el narcotráfico, en este rubro la tendencias internacionales parecen coincidir en que no existe mejor tratamiento que construir una sociedad de naciones para unir esfuerzos que coincidan en el tratamiento de este flagelo, la gama de tratamientos es un mosaico de acciones que van desde apoyo logístico, hasta bases militares.

    El conjunto de las anteriores acciones también se acompañaron de reintegración para exconvictos que demanda mucha especialización y prolongados modelos de vigilancia, no obstante han logrado significativos avances en aquellas sociedades de primer mundo.

    Nuestro caso sobre el tratamiento de este fenómeno social, tiene el defecto de considerarse político, casi un tema electoral, cuando en realidad el combustible inicial de este cáncer excede los intereses de los partidos políticos, silenciosamente la presencia de las drogas se convierte en una experiencia cotidiana, de ahí parte la descomposición de los jóvenes.

    Nuestra sociedad no lucha contra los jóvenes,  nuestra democracia tampoco tiene como objetivo incrementar la violencia en todos los niveles, mucho menos cerrar los espacios de reintegración de sus miembros, prácticamente las leyes responden al modelo delictivo, pero también pueden en su momento proponer modelos de promoción social.

    Así las leyes son un componente del conjunto social y no únicamente el sector gubernamental, implican a los sectores sociales estratégicos principalmente y la Iniciativa Privada, puesto que el objetivo no debe confundirse con el triunfo o fracaso de una administración,  sino como el avance nacional hacia el desarrollo y la democracia, de esta forma unimos a la nación sobre cualquier amenaza interna o externa.

    www.cesarramirezcaralva.com

     

  • El terrorismo hablando de derechos

    2010-09-05 11.17.13.jpg

     

    Caralvá

     

    El día 7 de septiembre de este año, observamos  a miles de trabajadores dirigiéndose a sus rutinas laborales a pesar del paro al transporte colectivo,  el cual fue motivado por supuestos miembros de pandillas solicitando diversas condiciones humanitarias en los centros penales y otras extraviadas peticiones.

    Las amenazas terroristas de estos delincuentes deben tomarse en cuenta, pero no deben impedir nuestro desarrollo laboral, ni provocar temor alguno, ni  llevarnos a paralizar nuestro modelo cultural o social.  El modelo social que gozamos puede tener muchos defectos pero la democracia es perfectible, además muchas generaciones de salvadoreños han pagado un alto precio por las libertades que ahora disfrutamos.

    Es tiempo de valorar el logro de nuestro modelo social, sus mecanismos de solución de problemas, la inclusión democrática, el respeto a la vida etc. también es tiempo de valorar las causas generadores de estas violencia y proceder a la defensa de nuestra democracia, porque el fondo de estas amenazas es destruir la República al intentar chantajear por medio de la violencia a la nación; estas organizaciones intentan eliminar nuestras creencias y cambiar nuestros principios, pero están absolutamente equivocados, tanto en  sus demandas, como en sus argumentos porque el crimen no paga.

    Con acciones de este tipo que llenan de incertidumbre a la sociedad, se crea mucho temor porque son conocidas sus violentas acciones indiscriminadas y desesperadas contra ciudadanos indefensos. No obstante estas estructuras denominadas: Maras,  están propiciando el efecto contrario a sus demenciales propuestas, se están esforzando en crear un estado psicológico en la ciudadanía honrada de unidad en los principios nacionales hacia la defensa y ofensiva contra los enemigos de la patria.

    Los delincuentes están equivocado al creer que por medio de amenazas y acciones desesperadas lograrán sus objetivos decadentes, lo único que  lograrán será un estado superior de beligerancia que la historia ya ha registrado en el pasado, un estado en el cual el clamor popular reivindicará su vida dentro del modelo democrático y la nación triunfará sobre el chantaje terrorista que a hora nos habla de derecho. ¿y el derecho de los ciudadanos calcinados en un bus que clamaron por sus vidas?

    Es impropio atender las demandas de terroristas, cuando durante años se les ha tendido la mano y por medio de personas maravillosas como Christian Poveda que intentó re-educarles, seres que por medio de llamados a la paz les invitaron al reencuentro con la sociedad, pero su respuesta fue el asesinato y la traición.

    Si estas estructuras del crimen organizado amenazan, no debemos subestimarles, sabemos de las atrocidades que son capaces, pero también conocemos del valor, el coraje y honor de los salvadoreños, si la nación llama a filas contra estas bandas terroristas no lo duden que millones de cuscatlecos alzarán las banderas libertarias contra esta nueva opresión del crimen organizado.

    El crimen no paga, ni la sociedad cederá ante demandas irracionales de estructuras ilegales, pero aún vivimos en una sociedad que muestra benevolencia para aquellos que reparan sus delitos a la sociedad y aspiran  reformarse.

    www.cesarramirezcaralva.com

     

  • Un gobierno trans-regional para la emigración

    02SEP010 DSC01596.jpg

     

    Caralvá

     

    Todo tiene un precio en cualquier sistema político, pero la emigración legal en América Latina hacia Estados Unidos de América, tiene un costo que los pobres usualmente no pueden pagar, entonces se aventuran por sus propios recursos a la intemperie de una zona de incertidumbre de todo tipo, desde los coyotes que arrecian sus palabras de fáciles destinos hasta las truculentas acciones de sofisticadas bandas que usan medios aéreos, marítimos o terrestres privados.

    La emigración es un problema multinacional, puesto que no pocos gobiernos se ven involucrados en este fenómeno social y no solo en el grado de desinterés hacia sus ciudadanos, sino por el daño ocasionado con la muerte de cientos de emigrantes desconocidos a lo largo de la ruta del emigrante.

    En otros tiempos, el movimiento de líneas fronterizas hacia límites infinitos se consideraba el mejor símbolo de poder, ahora les parece que militarizar las fronteras es la mejor respuesta a las emigraciones, donde millones de pobres periféricos  tocan la puerta al primer mundo.

    La fuerza de los acontecimientos en Tamaulipas México,  obliga a reflexionar sobre la urgencia de un tratado del continente Americano en el concepto migratorio o establecer condiciones multinacionales para movimientos legales de trabajadores temporales en Norte América.

    La tragedia de Tamaulipas México, también incluye el concepto de Soberanía puesto que las víctimas de ese desafortunado evento incluyen a múltiples naciones en territorio extranjero.  El tránsito ilegal de estas poblaciones económicamente activas en un territorio extranjero no implica la renuncia a su ciudadanía original, de tal forma que cada emigrante involucra a gobiernos extranjeros  dentro de un marco legal soberano de otra nación, pero la tragedia se encarga de teñir de sangre la bandera de la esperanza, sin distinguir soberanías locales.

    Tratar de impedir la emigración en tiempos de crisis del capitalismo, es lo mismo que solucionar el problema del hambre en el mundo.  Esta tragedia no impedirá el flujo migratorio de las poblaciones económicamente activas debido a las severas e infames condiciones de miles de trabajadores desempleados en el continente americano, producto del mayor fraude financiero en Estados Unidos que ha fabricado la depresión económica que vivimos. Desafortunadamente no existe límite de tiempo para impedir esta postración laboral que acelera la expulsión de los mejores ciudadanos hacia Norteamérica, puesto que regionalmente tampoco existe respuesta efectiva para emplear a los propios trabajadores.

    Así debemos plantearnos la posibilidad de un gobierno transregional para este siglo XXI, que incluya estos millones de seres humanos en tránsito en terceras naciones hacia un destino laboral, puesto que a ellos no los mueve un sueño, sino el hambre. De igual forma estos millones de personas que más parecen poblaciones móviles generan derechos y servicios, en síntesis demandan un sentido de gobernabilidad inexistente por el momento.

    La tragedia nos une junto al dolor de los pobres.

    Quizás esta condición multinacional también facilite acercarnos hacia un tratado de libre migración que permita el establecimiento de las poblaciones económicamente activas en regiones que necesiten de estos recursos.

    www.cesarramirezcaralva.com