Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

  • Nosotros: 25 años Acuerdo de Paz

     

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    Nosotros es un concepto de unidad que hace referencia al preámbulo de la constitución norteamericana: “We the People of the United States, in Order to form a more perfect Union, establish Justice, insure domestic Tranquility…” que en nuestra vida nacional se encuentra por primera ocasion en la carta de Manuel José Arce el día 8 de noviembre de 1811, del primer Gobierno Revolucionario de Centroamérica; “Manuel José Arce consciente del momento y la trascendencia histórica dicta una carta hacia las provincias y los gobiernos locales, en este documento se indican conceptos de: “Felicidad. Defensa de los ciudadanos contra amenaza del partido de los europeos. Derechos. Pueblo que procede con inspiración superior.” … elementos que recuerdan el preámbulo de la Constitución Norteamericana : “NOSOTROS EL PUEBLO DE ESTADOS UNIDOS, a fin de formar una Unión, más perfecta, establecer justicia, afirmar la tranquilidad interior, proveer la defensa común”… Pero también el gobierno insurgente necesita fondos y de esa manera hace uso de los fondos reales para pagar a hombres que vigilen la ciudad.. ” pág 87-88 El Salvador Insurgente Centroamérica.

    Ese sentido “NOSOTROS” es unidad, es el modelo de construcción inicial de las futuras: Provincias Unidas de Centroamérica a pesar de su “efímera vida”, debido al surgimiento de las oligarquías en 5 naciones que logran separar y formar pequeñas naciones, aún ahora persiste esa separación incomprensible. Es sintomático que la unidad del pueblo se manifieste usualmente en forma negativa: una tiranía, ilegalidad constitucional, fraudes a la voluntad popular, guerras externas impuestas, catástrofes, epidemias o la intervención del imperio norteamericano. Así aconteció durante muchos años, hasta que el pueblo decidió optar por el mismo principio insurreccional del siglo XIX, el modelo insurreccional de la pasada Guerra Civil, con un sistema de organización sin precedente, el cual se expresa en la separación del “nosotros”, puesto que durante el conflicto armado de los años ochenta y noventa, las fuerzas populares estaban definidas por su opción revolucionaria, mientras la oligarquía, el imperio norteamericano y el antiguo ejército representaban a la contrainsurgencia, de esa forma “nosotros y ellos” fueron el signo de la más profunda division conocida en nuestra república. El Acuerdo de Paz logró contener el accionar armado, reformó la constitución, las instituciones, una nueva legalidad nos permitió la alternancia política, etc., pero la antigua concepción de separación mental, espiritual o nominal entre oligarquía-imperio-extrema derecha versus pueblo-antimperialismo-izquierda no desaparece, parece que se profundiza en estos 25 años de paz, en esa forma en cada proceso electoral y en los voceros partidarios el modelo conceptual refiere esas arcaicas formulas. El nosotros: pueblo, nación, república, constitución se pierde en un mar de falacias, se pierde el rumbo de la nave que nos puede conducir a una realidad aceptable, menos violenta, con mejor nivel educativo, etc. Si eliminamos la separación aún persistente de la fenecida “Guerra Fría” los problemas a solucionar deben ser la prioridad, no se debe priorizar el dolor económico por un evento electoral, ni el insano deseo de conducir a la nación al impago gubernamental, puesto que el daño será irreparable, y los pobres terminarán pagando ese alto precio económico.

    Nosotros “el pueblo” es un concepto en construcción, una aspiración republicana de unidad, los politicos deberían abandonar su fundamentalismo y optar por soluciones posibles.

    www.cesarramirezcaralva.com

     

  • Construir un acuerdo económico 2017-2042

    Construir un acuerdo económico 2017-2042

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    La máxima confrontación civil de nuestra nación finalizó con un Acuerdo de Paz, evidentemente a partir de Enero de 1992 se marcó el inicio de la nueva legalidad, condición que permitió la incorporación de las fuerzas populares a las instancias políticas, la tolerancia ideológica, ciertas formas de propiedad privada para militantes de izquierda, apertura de estudios o divulgación social antes proscritas, formas cooperativas, expansión de ONG, política de seguridad nacional, creación de la policía nacional civil, así como un nuevo ejército entre otros elementos trascendentales, pero fracasó en un acuerdo económico antimonopolios, libre mercado, democratización de la economía, acceso universal en telecomunicaciones. Muchos de los ciudadanos participantes en ese evento, ingresaron a una forma de capitalismo individual; la Universidad Nacional facilitó estudios a nuevos estudiantes, mientras otros actualizaron su hoja de vida con títulos académicos, la etapa de la novedosa legalidad significó el retorno y repoblación de los antiguos pueblos abandonados, la cooperación internacional favoreció muchas regiones, pero después de décadas de conflicto no era extraño que la reinserción capitalista se convirtiera en un largo camino sin esperanzas, debido a que cada quién debía ganarse el pan con un trabajo mercantil, lo cual no era nada fácil, entonces aconteció que los espacios eran limitados a ONG, instancias privadas modestas, empleos no tradicionales, pequeñas empresas, participación activista en eventos electorales, opciones en instituciones parlamentarias con oportunidades mínimas… integrarse al modelo capitalista no era una autopista fácil, sino un camino rural empedrado y sinuoso aún en construcción. Transcurrieron veinte años de gobiernos derechistas para poseer opción de izquierdas en la conducción del auto gubernamental en las autopistas económicas, mientras tanto la izquierda sufrió graves fragmentaciones, a la inversa de la derecha que en dos décadas espolió al Estado, ejecutó peculado, corrompió su administración y algunos expresidentes respondieron a la justicia por enriquecimiento inexplicable.

    El verdadero desafío actual es consolidar la economía capitalista, el problema es: ¿qué forma capitalista? Si descartamos el neoliberalismo por su reducción del Estado, mínimos impuestos a capitales, abandono de áreas estratégicas como la agricultura, exclusión en salud, educación, seguridad etc. que profundiza la desigualdad y crea la extrema pobreza por considerar la inversión social como gastos innecesarios, llegamos a un capitalismo más participativo.

    Al proponer un cambio del neoliberalismo se debe promover el retorno del control de Estado en áreas estratégicas como las pensiones o la democracia económica creando nuevas empresas, invertir en salud, educación, seguridad e incluso el derecho de las telecomunicaciones, que en muchos casos son los motores del desarrollo nacional. El modelo capitalista tiene en esencia el problema de la desigualdad, solucionar la “desigualdad social” es un problema ineludible… al menos en los últimos 7 años las nuevas administraciones han generado esperanzas, aunque el resultado no es suficiente.

    El modelo económico debe democratizar la economía, eliminar el monopolio, permitir el libre mercado y la inversión de nuevos capitales, pagar impuestos por ganancias, pagar impuestos por capitales, eliminar los monopolios y permitir la competencia, en ciertas áreas se debe nacionalizar la economía y las deudas… nadie desea otra guerra civil en los siguientes 25 años, en consecuencia debemos construir un Acuerdo Económico 2017-2042.

    www.cesarramirezcaralva.com

  • Los grupos de presión y terrorismo salvadoreño

     

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    Existen grupos de presión que son antigubernamentales, no distinguen el daño que ocasionan a los ciudadanos honrados, pero resulta que coinciden con la oposición política que niega la buena voluntad para la gobernabilidad de la nación.

    Esta condición no es extraña a la nación, los actos irregulares de todo tipo se multiplican en períodos pre-electorales o electorales, incluso después del evento consultivo ciudadano persisten en negar legalidad al proceso simplemente por haber sido derrotados en la consulta popular.

    Recientemente una organización de excombatientes declara que realizarán acciones violentas de no ser incluidos en el presupuesto nacional, son anuncios desafortunados y peligrosos, la constitución especifica quienes tienen iniciativas de Ley, no obstante en épocas pasadas y también en estos años es de sobra conocido que toda amenaza debe tomarse con seriedad, son amenazas que deterioran la seguridad nacional…¿quién los financia? ¿es constitucional su petición?; a cualquier respuesta asoma un control político desestabilizador, solicitan un imposible económico, así como una petición de extrema dificultad para resolverse; mientras tanto ese grupo irregular se pliega a los intereses de la oposición.

    Hace unos días se denunció que vendedores informales realizaron actos terroristas al incendiar el Mercado de Zacamil, según las notas de prensa estos grupos de nuevo se reunieron previamente con directivos del mayor partido opositor, son en pocas palabras otro grupo de presión política, encargados de dañar la gobernabilidad.

    En otras circunstancias se conoce la reunión de dirigentes de ese partido opositor con terroristas agrupados en las maras, la saga de aquellas acciones condujo a favorecer a ese partido en el evento electoral, pero a la fecha no se han realizado aún acciones fiscales, esas organizaciones como las nombradas anteriormente son grupos de presión política, lo son porque se identifican con la violencia de grupos irregulares que actúan a favor de intereses políticos.

    Si a ello agregamos la constante desinformación en los medios de comunicación, el sabotaje económico que significa no pagar impuestos, negar los votos para el presupuesto nacional que incluye la seguridad, educación, salud etc., son en conjunto grupos orquestados para crear el caos y disminuir la imagen positiva de un buen gobierno.

    La situación ya no es una polarización política puesto que se ha rebasado la legalidad constitucional, más bien parece la pérdida del control político de esos grupos delictivos que en lugar de avanzar hacia la democracia, la legalidad, el orden institucional se convierten en antisistema y terroristas, en pocas palabras se pierde la gestión democrática.

    El momento es crucial, no se puede ser legal en una escena nacional e ilegal con acciones delictivas, un partido político no puede propiciar y favorecer a las fuerzas irregulares con acciones terroristas, es incongruente bajo el Acuerdo de Paz de 1992 y la Constitución de la República. Es la Ley la que debe actuar, son las autoridades las que tienen la palabra, pero hace años que observamos que el ejercicio de la Ley tiene intereses políticos, de tal forma que muchos jueces se convierten en cómplices de esos grupos de presión al servicio de un partido político ¿tendremos una salida a esta situación?... me parece que no es posible por el momento, mientras tanto la sangre de inocentes enlutará la nación, hasta que los propios patrocinadores del terrorismo sean víctimas de esas bandas delictivas. www.cesarramirezcaralva.com

     

  • Perspectivas para el año 2017

     

    César Ramírez

    El próximo año se cumplirá un cuarto de siglo del Acuerdo de Paz, para nuestra generación no existe evento más trascendental que celebrar una nueva legalidad, un nuevo proyecto de nación, la apertura democrática que significó un alto costo de sangre de los salvadoreños.

    Será un año difícil, por la referencia de Estados Unidos hacia nosotros cuando los republicanos ganan la presidencia, así en los años ochenta del siglo pasado Ronald Reagan en su primer mandato arreció la guerra en forma tal   que llegó a significar un millón de dólares diarios para sostener nuestro conflicto, muchas vidas se habrían ahorrado si el 1979 la oportunidad de un gobierno democrático hubiese triunfado, pero no sucedió, de tal forma que el daño irreparable a nuestra sociedad sigue veinticinco años después, ahora con un gobierno constitucional y democrático.

    Debo anotar que los términos de izquierda y derecha como calificativos a mi entender no son suficientes para identificar las tendencias políticas del Siglo XXI, se trata acaso de una visión sobre la democracia o sus discursos partidarios sobre aspectos económicos, administrativos, sociales, educativos, impuestos etc., que afectan a los trabajadores y a los propietarios de los medios de producción, esa condición ha cambiado en los últimos años, mientras el concepto democracia de los siglos pasados está ampliada o reducida por las comunicaciones masivas… ahora existe un factor que niega esa integración ciudadana, es la propiedad privada ampliada en opinión pública, esencialmente los medios de comunicación; la democracia se encuentra secuestrada únicamente en el proceso electoral, después de ese evento los ciudadanos son simples espectadores de las decisiones que toman los políticos en diversas instancias, en determinado momento esas decisiones destruyen a la nación, tal es el caso de los empréstitos que se requieren para evitar el impago del Estado ¿esa acción es una decisión es de izquierda o derecha?... Así hemos arribado con esa vieja herencia de la guerra de calificar todo bajo esa óptica sectaria, esa negación al bien de la nación es violencia, es agresión a la inteligencia, finalmente es perversa contra los trabajadores.

    Dentro de poco tiempo habrán transcurrido veinticinco años de ese Acuerdo de Paz, un balance significa: veinte años de gobierno de ARENA y siete del FMLN, la resultante es desigual, puesto que un cambio cultural y social es de largo plazo, en ello se necesita una visión de nación, de unidad, de nuevos acuerdos que son superiores a los calificativos de izquierda o derecha.

    En el pensamiento de los ciudadanos, en su vida cotidiana, en su actitud de combate a la injusticia y la defensa de las instituciones que ejercen la seguridad nacional, existe el apoyo absoluto hacia éstos organismos que protegen la vida de los ciudadanos honrados; si agregamos la urgencia de estabilidad económica, salud, educación, me parece que nadie se opondría excepto a quienes desde su nivel delincuencial les conviene.

    Nadie lucha por disminuir su libertad, nadie se opone ¿por qué entonces negar el desarrollo nacional con acciones que afectan a los trabajadores como aumentar el salario mínimo?.

    Las perspectivas para 2017 a pesar de todo, son optimistas, se trata de oponernos a la desmoralización, al temor del futuro, a la violencia cotidiana, de preservar nuestros valores ciudadanos, de vencer al infortunio, en una palabra de ejercer la solidaridad entre la ciudadanía y los trabajadores.

    www.cesarramirezcaralva.com

     

  • El calvario del presupuesto nacional

     

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    Vivimos las estaciones dolorosas del calvario para aprobar el presupuesto nacional, las interpretaciones sobran, las discusiones se convierten en emociones encontradas entre partidos políticos y no de soluciones para la nación, es un mundo de ruidos donde todos gritan al mismo tiempo, pero quienes sufrirán las penalidades resultantes serán los trabajadores.

    Las deudas acumuladas por décadas de administraciones anteriores crecen, son un incendio forestal que se expande en la zona boscosa, el fuego avanza amenazando consumir todo a su paso, incluso las mansiones más lejanas arderán; sin presupuesto no existirán nuevos proyectos, ni financiamiento para problemas urgentes en salud y educación. Si buscamos culpables les encontraremos con banderas que ahora tienen discursos exculpatorios, si buscamos soluciones la realidad nos golpeará con una nación postrada por tanta deuda interna y externa.

    Las soluciones esenciales resultan de pagar las deudas propias y ajenas (!), hablamos de la viabilidad de la nación no de un partido político, con la diferencia que en este caso no hablamos de personas particulares, sino de millones de ciudadanos que se merecen un mejor futuro.

    Tampoco se trata de un solo acontecimiento, sino una saga de eventos económicos que amenazan provocar un verdadero terremoto financiero, los cuales se inician hace décadas, el tratamiento de la economía ha sido negligente, corrupto, degradado al uso particular de los dineros del pueblo.

    El modelo es perverso y vigente, el sistema de pensiones debe reformarse a favor los trabajadores y disminuir las ganancias de los propietarios, así como existen pensionistas que reciben mensualidades sin haber trabajado “nunca” debido a truculentos servicios corruptos, su lado opuesto es de otros trabajadores a quienes les negaron su pensión por insuficiencia a pesar de cotizar durante años, y la proporción de las pensiones es monumental e insultante.

    Si agregamos el bloqueo por interpretaciones constitucionales, la constante negación a los empréstitos internacionales, la intervención jurídica desigual al juzgar por enriquecimiento ilícito a unos y no a sus compadres, acusar a funcionarios de filiación política con destituciones públicas y sin derecho de defensa, etc… nos ilustra un cuadro desolador de interpretaciones políticas que no ayudan en nada a solucionar los problemas nacionales, son elementos que solo contribuyen a la autodestrucción nacional.

    Existe no obstante la voluntad del pueblo salvadoreño a encontrar la virtud que existe, la honradez de los trabajadores, la generosidad de los desposeídos, la solidaridad ante la desesperanza por un pueblo que se merece algo mejor, un camino de éxito, de logros culturales y materiales.

    El capitalismo está diseñado para sembrar la desesperanza entre los trabajadores, vivimos en ese capitalismo, nuestra democracia es el resultado de ese evento y la inclusión de la libertad de expresión, por ello este juego entre capitalistas extremos y pueblo en general, debe encontrar soluciones, la mayor catástrofe no es el impago, es al final de cuentas el fracaso de la democracia corrupta y politiquera, que vive de eventos electorales pero no soluciona la pobreza, ni eleva la educación, ni mejora la salud… me parece que el calvario del presupuesto terminará en una nueva democracia resurrecta a favor del pueblo. www.cesarramirezcaralva.com

     

  • Intereses políticos salvadoreños

     

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    El título no es vano, ni superficial, ni inconsistente… a lo largo de los últimos años me he preguntado si existen: “intereses políticos salvadoreños” puesto que la fragmentación del ideario nacional es confuso, a nombre de la nación cualquier ciudadano, institución o gremio afirma con una tozudez categórica que defiende los intereses de los salvadoreños, es preocupante puesto refugia intereses de pequeños grupos que no representan a la mayoría. Existe un factor dominante en la visión de estos llamados “intereses políticos”, éste es el sagrado principio de la propiedad privada sobre los medios de comunicación, entonces a nombre de ello se confunde la libertad de expresión con la inducción ideológica de los máximos grupos de poder, los cuales paradójicamente no tienen intereses políticos, sino objetivos económicos excluyentes, intereses encubiertos que solo obedecen a su capital, tiene la enorme capacidad de difamar, mentir, seducir y un largo etcétera, sin ningún control, el daño causado a las personas civiles, instituciones o gobierno en algunos casos es irreparable, es similar a una muerte administrativa o una muerte civil, curiosamente no existe un equivalente para reparar esos daños a terceros, al final los intereses de la oligarquía no pueden coincidir con los intereses de la nación, es similar a colocar leones hambrientos junto a corderos en el coliseo romano y por supuesto nosotros en los graderíos proclamando justicia por las ovejitas.

    ¿A nombre de lo inmediato se pierde la visión de los siguientes 5 o 10 años? ¡por supuesto que sí! acá nadie garantiza su estabilidad en cada período electoral, de tal forma que los proyectos se quedan a medias, no se ejecutan o se pierden.

    En concreto a qué intereses salvadoreños nos referimos: al déficit de agua, la migración, el retorno de miles de salvadoreños expulsados de Estados Unidos, el narcotráfico, la seguridad nacional, el Golfo de Fonseca y sus riquezas marítimas, la dolarización y sus posibles consecuencias frente a un forzoso cambio monetario, las leyes del siglo pasado que solo sirven para justificar la corrupción, las pensiones en quiebra, el bloqueo constitucional a las iniciativas de legítimos financiamientos y un prolongado etcétera que concluye con la derrota del concepto República, donde todos perdemos.

    Es hilarante la posibilidad que un día la nación se declare extinta o en bancarrota por la voluntad de malos salvadoreños y entonces solicitarán la anexión a otra nación… Si ello es fantástico pensemos en los siguientes países fragmentados: La Unión Soviética, Checoslovaquia, Siam, Tanganica, Yugoeslavia, República Árabe Unida, Palestina-Israel fundado por resolución de ONU en 1948; de tal forma que la historia no es lineal, existen avances y retrocesos, si no tenemos intereses nacionales nada podrá salvarnos del abismo que se vislumbra en el horizonte.

    Sabemos que el capital oligárquico no tiene naciones, ni pueblos, ni siquiera tiene honor, por eso no le interesamos, hasta parecen desear el impago estatal… pero nosotros el pueblo nos alzaremos contra ese diabólico proyecto, ellos los vende-patrias niegan el diálogo, niegan toda solución, quieren hacer negocio de nosotros, niegan a Dios escrito en las siglas de nuestra bandera... pero no existirá derrota mientras exista el interés de salvar a la nación por los genuinos salvadoreños.

    www.cesarramirezcaralva.com

     

     

     

  • Reflexiones de la violencia nazi en el siglo XXI

     

    César Ramírez

    @caralvasalvador

    En el artículo anterior “el futuro del nacionalismo barato”… de Trump, frase de Obama por cierto, tiene por objetivo aprender de la historia, así como en la Alemania nazi, los fanáticos voluntarios de esa ideología totalitaria, abrazaban principios de odio en terceras personas y justificaban sus acciones sin ningún cuestionamiento moral o ético, ahora se repiten esos voluntarios en otras naciones.

    Conocemos esos modelos extremistas, el peligro de calificar a los adversarios bajo conceptos grotescos, deformando sus personalidades, inculpándolos de todo mal e incluso orientando a las multitudes a su asesinato, lo vivimos durante la guerra civil con el asesinato de Monseñor Romero, el Consejo Superior de la UCA, las matanzas de pueblos enteros en Chalatenango, Morazán, Guazapa, etc., acciones que solo conducen a la muerte de inocentes.

    Cuando las redes sociales o medios de comunicación masiva orientan a las multitudes hacia el odio bajo los conceptos mencionados anteriormente, se genera una reacción opuesta del mismo nivel en otros grupos, en profundidad repetimos la guerra, aunque vivimos un período democrático; el canto de la guerra no abandona a estos seres extremistas que curiosamente durante el conflicto armado, no estuvieron ni un solo día en las líneas de combate.

    Preocupa la disposición de los voluntarios nazis, los cuales negaban a los judíos su calidad humana, “no son humanos” proclamaban y sobre ellos caía todo el mal del mundo, toda la tragedia a ellos, todos los infortunios a ellos, las plagas a ellos… un infundio que recientemente se aplica a todos los emigrantes en Estados Unidos; los últimos acontecimientos en múltiples ciudades contra etnias, religiones o algunas naciones nos recuerdan una historia ya conocida. Una cita del libro: Los verdugos voluntarios de Hitler /Daniel Jonan Goldhagen – Santillana: México, 2005 ilustra: ¿Por qué tendría que haber actuado de otros modo (los voluntarios), puesto que concebían a los judíos como unos seres profundamente malignos? Cuando preguntaron a Erwing Grafmann, miembro del Batallón policial 101, por qué motivos él y los demás hombres no habían aceptado el ofrecimiento de su sargento antes de la primera matanza y pedido que les eximieran del pelotón de ejecución, respondió que “en aquellos momentos no lo pensamos dos veces”. A pesar del ofrecimiento, sencillamente ni a él ni a sus camaradas se les ocurrió aceptarlo. ¿Por qué no? Porque querían hacerlo”. Pág 354.

    La caracterización maligna de una etnia, religión, clase social, opción política o una categoría de emigrante, es un llamado a la violencia, un signo que será interpretado como una orden a la acción del líder hacia los enemigos en su dominio, un ejemplo de ello (04DIC016) es un restaurante llamado Ping Pong en Washington DC, una pizzería con mesas de ping-pong la cual fue vinculada falsamente con la campaña de Hillary Clinton, en ese sitio un hombre armado con un fusil llegó, disparó y causó pánico entre los clientes.

    Parece que la falsa noticia se repitió miles de veces durante la reciente campaña presidencial norteamericana, pero ahora es tarde para eliminarla de esos voluntarios extremistas que consideran que ejecutar la violencia no solo es necesaria sino justa. No obstante la Justicia norteamericana de las mayorías y su prudencia deben imponerse a los neonazis en esta hora de oscuridad para los Estados Unidos de América…

    www.cesarramirezcaralva.com