Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

  • III Aniversario de atentado terrorista en Mejicanos

    P1170672.JPG

     

     

    Caralvá

     

    No puedo evitar escribir sobre este acontecimiento, forma parte de mi inventario inolvidable que me acompañarán toda la vida, quisiera que ningún salvadoreño en ninguna parte del mundo olvide este trágico evento. Sucedió el 20 de junio de 2010, un acto terrorista cometido por las pandillas que terminó con la vida de 17 personas y lesionaron a más de 14 con quemaduras de tercer grado, existen aún las secuelas en las víctimas, en los familiares, en la sociedad que reclamará por siempre a los culpables ese acontecimiento horroroso. Este evento con su historia tan repulsiva parece que rememora treinta años de sangre en un solo día, es legítimo el reclamo incluso a los hombres y la sociedad, a las mujeres e incluso a Dios para que el olvido no se convierta en cómplice de la injusticia, para que no olvidemos nunca. Podemos ser los últimos ciudadanos del planeta, pero aún así proclamar esa ira contenida que busca la justicia y no la encuentra en nuestra nación. En ocasiones pienso que nuestra vivencia histórica es similar a un tren, un autobús, un camión cargado de nacionales que en su trayecto hace paradas horrorosas, desde nuestro sitio somos testigos del infortunio de otros, pero ya llegará nuestro momento como el de aquellos, que triste realidad. En ocasiones cantamos tantas melodías funerarias que no las terminamos porque nos ahogamos en el dolor y su inverso los coros festivos son tan efímeros que dejan un sentido de culpabilidad por tanta miseria que cargamos con nuestros muertos.  Somos una nación con raíces tan injustas, que aún en democracia tenemos sed de amplitud más allá de las fronteras, que destino el nuestro con más de 300,000 deportados entre los años 2010 y 2012; algo debe existir en nuestro continente histórico para preferir morir en el intento de llegar a Estados Unidos,  que vivir acá, algo parecido al grito de los desesperados: “no tengo nada que perder”. En ocasiones el reclamo a Dios alivia levemente el dolor de los pobres, solo eso, porque en este mundo cuando los pobres tengan la voz, quizás no habitaremos este planeta. Pobres los que murieron ese día en Mejicanos con la incertidumbre de no llegar a casa, la familia huérfana, la viuda eterna, el niño confundido entre las llamas, ellos nunca sabrán los motivos de las pandillas. Existe la ira de los inocentes, pero parece que nadie escucha sus gritos. En ocasiones el cansancio de la denuncia hace proclamar falsos ídolos, son miles las protestas por este sistema de justicia que nos oprime, no defiende los intereses del pueblo, ni de las víctimas, ni de los niños, nada, solo defiende los intereses del poder económico, ese que compra abogados, jueces y toda la escala jurídica, es violencia oculta. Existen en la historia reciente ejemplos de cambios dramáticos en América Latina; el proclamado imperio del derecho, es la divisa de los opresores, apenas se habla de reformas constitucionales, jurídicas o cambios a las leyes obsoletas,  para que la nación camine al borde del Golpe de Estado; ¿esto será para siempre?, pues a mi parecer no viviremos tanto para ver las proclamadas reformas jurídicas, esas aberraciones que amparadas en tiempos legales impiden la justicia cumplida. En ocasiones los falsos juristas creen que ganan un caso a favor del acusado por sus tretas administrativas,  efectivamente ganan los casos por los fallos del sistema, por la ausencia de reformas, ellos ganan mucho dinero y su fama crece entre sus similares, pero la nación pierde, en realidad perdemos todos. Mañana será peor, no esperemos nada de este modelo que nos conduce sin retorno al desastre. Unas palabras de Antonio Machado parecen iluminar tanta oscuridad en momentos como este: Mi corazón espera /también hacia la luz y hacia la vida,/otro milagro de la primavera.www.cesarramirezcaralva.com

     

  • Sociedad salvadoreña en construcción

    P1170569.JPG

     

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    Las diferentes expresiones individuales y sociales, son características de una nueva sociedad, vemos en el escenario la Justicia, con signos de crisis por los cuatro costados, pero el principal elemento es el clamor de las víctimas de tanta injusticia que no tiene salida institucional, víctimas históricas, víctimas de extorciones, un rosario completo de violencia contra la mujer, asesinatos de jóvenes etc., la justicia no ve al frente sino a los costados, con fallos escandalosos donde las víctimas son las culpables y los culpables son inocentes.  Esta condición genera una violencia oculta, genera el descontento popular donde poco falta para hacer justicia por la propia mano de los oprimidos. Nuestra historia reciente con apenas veinte años de paz social, requiere un cambio en el modelo jurídico, el clamor popular lo pide desde el sitio que ocupan las víctimas coaccionadas, los jóvenes obligados a renunciar a sus estudios, los que tienen que emigrar forzados por las amenazas y este clamor puede ser escuchado por las calles de las ciudades, donde el peligro se encuentra en las veredas cantonales, con muestras de ilegalidad de las bandas organizadas. La Justicia debe reformarse, el respeto a la vida debe ser el primer eslabón del cambio, no podemos permitir que esta sociedad que tanto ha costado a los salvadoreños termine en la decadencia material y espiritual que parece que nos acecha a cada paso. Así como la Justicia, la economía, la salud, la educación, agricultura, son motivo de preocupación de la ciudadanía, puesto que la vida de los jóvenes con sus proyecciones se deteriora rápidamente, pero esto es parte de la herencia para cualquier gobierno, mientras que para nosotros los ciudadanos, proponer reformas constitucionales debe ser el objetivo estratégico.

     

    En la construcción de nuestra nueva sociedad democrática encontramos nuevos conceptos: pandillas, narcotráfico, crimen organizado, extorción, territorios de maras, grafitis que lesionan la propiedad habitacional etc., se trata de fenómenos sociales que necesitan soluciones, no solo a un Estado fuerte, sino también a la ciudadanía, quizás también a terceras naciones, así la referencia de nuestra sociedad civilizada debe construirse de nuevo contra la barbarie, que trata de imponerse en nuestras calles y barrios.

     

    Construir justicia, derecho ciudadano, reformas para proteger a la ciudadanía es parte de nuestra realidad, para resolver el gran dilema de nuestra sociedad entre: profundizar las reformas democráticas y eliminar a las bandas criminales o condenarnos a la inestabilidad y aceptar la destrucción de esta sociedad democrática: barrio por barrio y municipio por municipio.

     

    Un diálogo de la película Casablanca, acontece cuando un grupo de nazis pregunta al dueño del Rick´s Café Americain: ¿cuál es su nacionalidad?... Soy borracho, responde Rick Blaine; algo parecido sucede en nuestra sociedad, cuando se interroga a los antisociales..

     

    De nuestra sociedad en construcción cada paso se iniciará y terminará como los modelos clásicos políticos, desde las unidades básicas de los barrios y los municipios, así como las democracias, así deben construirse de nuevo las reformas para erradicar a las organizaciones criminales. 

     

    Los fenómenos sociales de esta naturaleza también muestran la desorganización y rezago en el tratamiento preventivo de la violencia, pero aún es tiempo de reformar dentro del marco democrático las leyes que cambien el rumbo de la historia actual.

     

    www.cesarramirezcaralva.com

     

     

     

     

     

  • Desafíos electorales: jóvenes, seguridad y emigración

    P1170518.JPG

     

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    El tema de las deportaciones implica un sector de adultos, jóvenes y menores de edad, pero principalmente a personas con plena capacidad productiva, en general jóvenes de ambos sexos, que buscan concretizar su “tiempo generacional”, en otras palabras: estudio, hogar, hijos, patrimonio etc. El motivo esencial de la emigración es la demanda laboral en Estados Unidos y otras naciones, si no existe empleo en la nación, la respuesta es encontrarla fuera, además la oferta de “trabajar en cualquier cosa” es un himno que cantan todos los emigrantes, condición que los norteamericanos usualmente aprecian, unido a ello la existencia de “coyotes” en la nación, los cuales funcionan casi al descubierto, pero ellos prefieren autodenominarse: “los que llevan gente a Estados Unidos”.

     

    Así los jóvenes, la emigración, la seguridad se convierte en una nueva oferta política para elevar las esperanzas en los campos mencionados, que en realidad están plagadas de dificultades, puesto que el sustrato de nuestra economía para combatir la pobreza es débil y algunos sectores de la iniciativa privada no creen en nada, ni siquiera que el Bulevar Monseñor Romero tiene ese nombre.

     

    Los temas de la seguridad y el desempleo son temas de todos los días, paradójicamente son objetivos juveniles, ¿Qué joven se siente seguro en su comunidad? ¿Cuántos jóvenes buscan a diario empleo a pesar de poseer alto grado académico? Este sector es el más vulnerable y el más golpeado por estos rubros, son ellos el principal blanco de las organizaciones delictivas, los puntas de lanza en actos ilegales,  los menores de edad son los actores de un drama que marca toda su vida, de ahí la responsabilidad de una oferta electoral posible en los siguientes años, hacia la re-educación para estos jóvenes.

     

    En muchos casos jóvenes y adultos emigran como opción vital, obligados a abandonar sus estudios, bajo la presión de los grupos delictivos, sin ningún recurso a su favor, su suerte corre en los mismos rieles del tren de carga mexicano llamado La Bestia, en esos senderos clandestinos de los emigrantes, ahí son prisioneros de la intemperie humana.

     

    Los jóvenes son un tema migratorio sensible, en noticias recientes (09JUN013) 77 salvadoreños fueron deportados de México entre ellos 12 menores de edad, ese caso nos connota un sistema de redes activas a lo largo de Centroamérica y México, son estructuras multinacionales que causan daño y comenten delitos contra las personas que cruzan diversas naciones, esas organizaciones marcan una evolución en la privación de libertad de los emigrantes, con múltiples aristas internacionales pero que produce millones de dólares, un tema que implica la seguridad, los jóvenes, la emigración e influye en la realidad de las naciones involucradas.

     

    Este acontecer emigratorio tiene cifras sorprendentes, los totales en deportaciones hacia El Salvador de Estados Unidos en el año 2010 fueron 29,187;  2011  25,336 y en 2012  31, 174; si no cambiamos el entorno de la realidad interna con ofertas políticas posibles y acciones audaces, este drama continuará sin importar el partido político en el gobierno.  La emigración a fin de cuentas: ¿pertenece a una sola institución política o un tema nacional e internacional?... la suma en deportaciones entre el año 2004 y 2009 fue de 219,251, pero agregando los años 2010-2012 el dato tiene por resultado 304,948;  el número refleja nuestra realidad del complejo tema: Jóvenes, seguridad y emigración, que necesariamente debe ser parte de la oferta electoral. El objetivo principal debe ser eliminar la incertidumbre de los jóvenes, el desarrollo local y controlar la delincuencia, respuestas que la nación no puede evadir en los próximos años.

     

    www.cesarramirezcaralva.com


     

     

  • Desafíos para el fin del quinquenio

    DSC00145.jpgDSC00142.jpg

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    Los últimos meses de la Administración del Presidente Mauricio Funes, implicarán una ardua tarea de diálogo para avanzar en la gobernabilidad y la pluralidad, con temas referidos a la elección de los magistrados de la Corte de Cuentas, sistema de pensiones, regulación de los temas hídricos, condición económica de los lisiados de guerra, desarrollo de puertos y aeropuertos, seguridad nacional (en el tema de las pandillas), narcotráfico, escuchas telefónicas ilegales (espionajes móviles), etc. muchos de estos temas acompañados del ruido de una campaña presidencial prematura, que aumenta el tono de crispación al divulgar acusaciones que en otro contexto serían motivo de acciones legales.

     

    Un tema sin solución  es la pobreza estructural, esa que radica en el modelo productivo, en el cual se profundiza el ciclo vicioso de baja educación, salarios “de hambre” y precariedad en la integración económica que provoca subempleos, ilegalidad, marginalidad social, etc.

     

    El conjunto de estos problemas nos plantea la necesidad de continuidad en los cambios sociales, que al menos la actual administración ha dado muestras significativas de logros inéditos, los cuales no se pueden garantizar si las elecciones se pronuncian por el retorno al pasado.

     

    Un tema de los mencionados parece ser crucial, la seguridad nacional referente a las pandillas, este aspecto implica gobernabilidad, pluralidad, alianzas políticas, además de un significativo caudal de votos en el próximo año, puesto que el manejo del marketing político es emotivo, es publicidad, imágenes positivas o negativas, de tal forma que la arquitectura de estas iniciales pautas en los medios de comunicación pretenden el posicionamiento de los partidos en contienda; la diferencia en el tratamiento de este problema es claro: el retorno a la violencia o el impulso de medios innovadores.

     

    Cualquiera que sea la modalidad del tratamiento, será una herencia para el siguiente gobierno, pero también una decisión política ciudadana, en ese punto no podemos olvidar el enorme daño y dolor causado a la familia salvadoreña por estas organizaciones criminales, por esta razón estos últimos meses serán decisivos, no solo para el momento electoral, sino también para los implicados en estas organizaciones delictivas, ellos serán los responsables directos de su futuro en los siguientes meses, con una grave decisión: continuar con el crimen y exponerse al retorno a la violencia o demostrar resultados convincentes que no dejen duda de la opción de la buena voluntad hacia la reinserción social.

     

    Este tema recurrente en la vida social salvadoreña se profundizará en los próximos meses, debido a la internacionalización de las pandillas, con réplicas en Honduras y al menos recientemente un medio norteamericano hace referencias a la denominada: Tregua entre Pandillas, que interesa a la opinión pública norteamericana y probablemente al Congreso de Estados Unidos de América.

     

    Las pandillas deben desaparecer, en mente y corazón de sus miembros, esa es la meta de la reinserción, de lo contrario surgirá un Catón como en la antigüedad pronunciando: Ceterum censeo Carthaginem esse delendam (Además opino que Cartago debe ser destruida).

     

    Es sintomático referir la gobernabilidad, la pluralidad, el diálogo con los sectores nacionales sobre el tema, en tal sentido debemos buscar un Acuerdo de Nación en el marco constitucional.

     

    www.cesarramirezcaralva.com 

     

  • Cuatro años de gobierno… mañana será mejor

    P1170124.JPG

     

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    Cualquier palabra de este texto puede ser interpretada como declaración política, no me parece nada mal, después de todo lo bueno que deseo escribir en unas cuantas líneas.

     

    En el año 2009, el triunfo de la izquierda aún parecía un sueño difícil en el corazón de miles de personas; después de 20 años de gobierno de la derecha, la distancia parecía acortarse con los resultados de las estadísticas de los institutos de opinión pública, un triunfo del candidato del FMLN era posible, los resultados confirmaron aquella presunción. Así hemos recorrido el tiempo bajo una administración diferente, con altibajos, con signos controversiales al interior y exterior de la sociedad salvadoreña, entre ellos el nombramiento inicial de Ministro de Defensa Gral. Munguía Payés lo cual generó una cascada de protestas de los grupos conservadores que gritaron a voz de cuello: “atropello a la institución armada”, pero el tiempo se encargó de llevar la paz y la tranquilidad con la mano suave de Estados Unidos al otorgar el apoyo a la alternancia política, en ocasiones una ayuda de ese nivel no es despreciable para nadie, menos para el pueblo salvadoreño. Esa acción me recuerda aquellas palabras: “toda ayuda se agradece”.

     

    En ocasiones debemos recordar que la herencia negativa de la sociedad salvadoreña son veinte años de un gobierno de derecha para las derechas, donde todo cambio democrático aún era calificado de: “comunista”, gran error de todos los tiempos… puesto que si las reformas en todos los niveles se hubiesen aplicado en su momento, muchas catástrofes sociales se hubieran evitado, pero eso es historia, quizás esa es una norma no escrita; una reforma (constitucional, económica, social etc. ) no aplicada en su momento genera deuda social para la clase política que las siguientes generaciones les cobran con sus votos y en ocasiones con las armas, de tal manera que los dirigentes políticos no deben olvidar y poseer el coraje para llevar adelante las reformas constitucionales permanentes, al igual que el diálogo con todos los sectores sociales, incluso con quienes consideran sus adversarios. Si algo debemos anotar de esta administración es el carácter de profundizar las reformas, ahí están los avances educativos, la salud, la atención a la mujer, infraestructura, transparencia, ese camino bien lo pudieron realizar los gobiernos de derecha pero no lo hicieron nunca, a pesar de poseer un inmenso poder económico, en el fondo a la derecha no le interesa la movilidad social, ni la democratización de la economía capitalista, ni el desarrollo de nuevos capitales.

     

    En estos años hemos observado una sistemática lucha de sectores aliados a los poderes conservadores, con el objetivo de provocar la ingobernabilidad, ese carácter desestabilizador que en ocasiones parecía que terminaría en el caos social, jurídico, económico, pero las predicciones apocalípticas de los profetas del desastre no han sucedido… Gracias a Dios.

     

    Hablar de los nuevos programas de gobierno es cuestión realidades en la población, grandes logros son visibles, incluso la palabra “imposible” ha dado paso a la palabra: “hoy ya no es como antes”… algo es algo...

     

    No obstante aún falta mucho camino que recorrer e impulsar en la seguridad de la familia, el control a la delincuencia y la racionalidad política que debe unir a la nación hacia las amenazas potenciales, donde no existan diferencias ante los futuros desastres, sino soluciones posibles en problemas concretos, en ese trayecto, aún nos falta mucho, pero el futuro es alentador. www.cesarramirezcaralva.com