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Sports

  • Nueva Iglesia del Fútbol

    Caralvá
    Frente a la pantalla de televisión la comunicación instantánea evoca acciones de un remoto juego de fútbol. La simultaneidad es una nueva condición de la humanidad, ahora podemos ver imágenes y escuchar sonidos, con un sentido de omnipresencia que antes era exclusiva de los dioses, ahora casi todos los mortales tiene esa opción.
    Estamos mejor comunicados que el César de Roma y muchos reyes o reinas de hace apenas un siglo.
    ¿Qué observamos en la televisión en un partido de fútbol? Tan poderoso es el mecanismo de atracción que detiene las jornadas laborales, naciones enteras palpitan al borde de un equipo electrónico y gravitan entre: euforia o melancolía en cuestión de segundos.
    Las multitudes además de ver lo evidente, establecen un diálogo inconsciente con su memoria colectiva ancestral, aquello evoca partes de la supervivencia de la especie, es el combate por la vida, es la historia no escrita que llevamos como humanidad, es el retorno a la escena de Caín y Abel en el Génesis (4) donde el resultado es… uno de los dos gana y el resultado es más o menos agradable al Creador.
    El fútbol es un teatro que reproduce la vida individual y colectiva al borde de un balón, es un credo universal que connota: habilidad, fuerza, violencia, trabajo en equipo y evoca la supremacía de unos sobre otros.
    La estructura de la diversión entre las multitudes fue inventada en Roma, pero antes los griegos con sus juegos otorgaban a los vencedores una categoría de semidioses. Pero los romanos instauraron una diversión perversa, con luchas forzadas entre soldados prisioneros, esclavos-gladiadores que combatían por su vida. Al fondo estaba la multitud divirtiéndose a costa de su vida. Al final los romanos otorgaban unas espadas de madera llamadas rudis a los gladiadores en señal de libertad, para que nunca más usaran las verdaderas. Ser libre después de ser esclavo significaba la culminación de hazañas que pocos humanos podrían concebir posibles.
    Del Coliseo nacen una serie de conductas entre las multitudes: sed de muerte, sangre, violencia y los signos inequívocos de los vencedores (burla, ignominia, soberbia, humillación, crueldad) y no crean que esto es cosa del pasado, con un simple recuento de escenas estoy seguro que estos actos que consideramos del pasado, viven en nuestro mundo. Recuerdan Abu Ghraib la infame prisión iraquí y que me dicen de los asesinatos en nuestra ciudad con extrema crueldad. Pensar que vivimos casi 29 siglos desde el inicio de esas prácticas crueles, porque los primeros indicios de estos actos son del siglo 8 antes de Cristo.
    El fútbol es una sublimación de todo esto, no hay prisioneros, no hay exterminio de los cautivos, no hay esclavos que son forzados a combatir por su vida, pero nos recuerda la disposición de celebrar a los vencedores. Los mejores logran la categoría de semidioses, porque realizan acciones increíbles. ¿Acaso en Argentina no existe una nueva Iglesia que idolatra a Maradona?.
    Entre las multitudes las lecturas del fútbol, nos evocan pasiones por el otro lenguaje inconsciente, no parece que hayan transcurrido 29 siglos, seguimos disfrutando de la transformación de los combates entre libertos que luchan por la supremacía final. Como en tiempos de los griegos y romanos sus reseñas serán escritas y la memoria venerada, disfrutamos desde nuestro lugar el sabor de la victoria o lo amargo de la derrota en tan poco tiempo que olvidamos que el fútbol solo es un juego. Poco hemos cambiado en estos siglos, nuestra naturaleza es la misma.
    www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2765

  • Acuerdo nacional: Historia para todos

    Caralvá

    Los fascistas no creen en la historia y casualmente los comunistas tampoco, ambos la interpretan a su modo. El quehacer del hombre común es ubicarse dentro de la Historia, así divide a la Historia en los que hacen historia y los que la acompañan. Hegel proclamó el fin de la Historia al celebrar las victorias de Napoleón Bonaparte, La Biblia narra incluso el fin de la humanidad, no sin antes anunciar que después de todo se inician mil años de paz (Apoc. 19-20). Más recientemente Francis Fukuyana en 1989 proclamó en su libro: “El fin de la Historia” un modelo de paz basado en el triunfo del liberalismo económico y no al fin de las ideologías.
    El liberalismo en nuestra nación tiene una gran oposición, porque no existen unanimidad por las reformas sociales, la lucha contra la corrupción, el narcotráfico, el lavado de dinero.. etc.
    Para no ir muy lejos: ¿qué sucedería si los principales partidos políticos renuncian a su ideología? Las discusiones serían por la velocidad de las reformas en salud, educación, las leyes o la factibilidad de la nación en los siguientes 20 años. Es más prudente eliminar la pobreza estructural, que continuar con ese cáncer que produce delincuentes organizados llamados Maras.
    Debemos iniciar un proceso hacia un Acuerdo Nacional por encima de los partidos políticos, puesto que la opción de los partidos políticos es sobreponer sus visiones políticas (ideológicas) sobre toda la nacionalidad salvadoreña. Pero también incluir el proceso de desclasificación de documento secretos, para construir una historia más objetiva.
    Si el criterio de historia es básico ¿por qué no iniciar (y concluir) un criterio de Historia Nacional? En Estados Unidos de América se desclasifican documentos con más de 20 años y los ciudadanos tienen derecho a la información… estamos muy lejos de esa condición en nuestra nación. Debemos crear un concepto de paz social para todos. Un criterio de Historia Nacional, una historia común entre las principales fuerzas políticas nacionales e incluso las iglesias o fuerzas civiles. En otras naciones las sociedades civiles llegan a estos acuerdos nacionales (Pactos Sociales) ejemplos como: Chile, Argentina, España o EEUU con las versiones históricas de la guerra del Vietnam, nos ilustran sobre lo necesario de un criterio sobre el tema. Un período histórico debe iniciar y concluir para todos. Escribir la Historia no es un juego, ni una interpretación unilateral. Debemos escribir una historia que implique los componentes nacionales durante el siglo XX para unir los criterios más extremos, de modo que lo escrito sea la más clara enseñanza para las futuras generaciones. Si esto no es posible, si no somos capaces de realizar un esfuerzo de comprensión sobre las grandes enseñanzas de nuestra reciente historia nacional, no será extraño que las diversas versiones contadas en muchas publicaciones, se conviertan en acciones que tarde o temprano justificarán un nuevo conflicto social. Podría parecer poco práctico tratar que los actores principales escriban la historia, casi es una utopía, pero si este esfuerzo no se realiza, las puertas estarán siempre abiertas a un potencial conflicto, si no se escribe la historia definitiva como un mea culpa de los actores, tendremos una invitación a las fuerzas antisistema a cualquier interpretación fanática, como un cáncer que lentamente contamina todo a su alrededor.
    Escribir la Historia o construir un Acuerdo Nacional sobre este tema, es más fácil que vivir el retroceso hacia un populismo legal, un mesianismo o un clientelismo electoral, que servirá para crear un nuevo conflicto social.
    http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2783

  • 666 : Impunidad y Corrupción

    Caralvá
    Dogma: en griego significa: “parece bueno”... o como traducen otros: parece verdad…
    El concepto griego-platónico une en belleza: bien y verdad, van juntos... pero acá tenemos lo opuesto: lo grotesco une el mal y la mentira que también van juntos.
    Durante años se ha creído en el dogma (parece verdad) que acá no existe Sicariato, esa peste de seres que asesinan por encargo. Ellos existen en nuestra nación, son grupos de asesinos a sueldo… por eso asusta ser testigo.
    El dogma que solo los pobres padecen y los ricos no, la ecología parece desmentirlo. La ecología se ha convertido en un nuevo referente nacional, tanto así que es innegable la relación entre la fragilidad social y medio ambiente. Desea usted ver el avance social, vea como están nuestras comunidades durante los tormentas tropicales, ese es un parámetro visible. 4 días de lluvias son suficientes para que nuestros centros escolares se inunden de refugiados, no resistimos el agua, ni los períodos prologados de sequía ¿acaso esto no es un espejo de nuestra realidad social? En cierto momento las zonas exclusivas de San Salvador se vuelven zonas peligrosas por las inundaciones, ahora ricos y pobres enfrentan severas inundaciones. El dogma que solo los pobres sufren las desgracias de la naturaleza, está muriendo.
    El dogma que las maras son pequeños grupos…Las maras son un fenómeno creciente y amenazante, se pensó durante un tiempo que este movimiento no pasaría de ser una moda, los años demuestran que este no es un accidente juvenil, con horror descubrimos a diario matanzas indiscriminadas, ahora transportistas, ayer jóvenes futbolistas, otro día simples ciudadanos que se dirigen a sus empleos y son asesinados sin piedad, sin razón. El asesinato de niños y mujer embarazada por su condición de testigos, clama por la justicia. Existe impunidad y corrupción en estas acciones, el dogma que la justicia es igual para todos… es una patraña. El dogma que solo en los barrios pobres sucederán estas masacres es falso, porque esta secuela pronto circulará sin control. Existen evidencias de algunos asesinatos en sitios exclusivos. ¿La justicia está secuestrada por estos sicarios? El dogma de la seguridad para todos se viene al piso, porque el dinero no salva de exposición de estas bandas armadas. Esto provoca una nueva ola de refugiados: ahora un médico, mañana un deportista, otro día una familia completa que deciden emigrar a los Estados Unidos. El dogma que las maras no pasarán a niveles sociales o políticos, esta cayéndose a pedazos. Impunidad y Corrupción son el 666 de nuestra nación.
    Existe la creencia que los pobres (asalariados en general), tienen la tendencia a robar en puestos de gobierno y que los ricos en cambio, por su condición “natural” son inmunes a ese pecado. La historia delictiva de nuestra nación nos muestra que apellidos ilustres están involucrados en severos despilfarros de dinero, precisamente desde entidades gubernamentales, tanto en bancos estatales como asociaciones financieras; los apellidos ilustres de estas personas destruyen el dogma que los ricos y poderosos no roban, la diferencia quizás es el monto, unos piensa en miles, los otros en millones.
    Otros dogmas nacionales son fantásticos, alguno de ellos son: que no existe etnia en El Salvador, que todos los males nacen del demonio-comunista, que no hay lavado de dinero, ni tráfico de drogas en gran escala, que no hay evasión de impuestos, que la muerte de ilustres sacerdotes será olvidada con el paso el tiempo, que la impunidad y la corrupción derrotarán a la ciudadanía honrada…están equivocados. La solución es fortalecer la democracia, porque una democracia fuerte es capaz de combatir la corrupción y la impunidad, de lo contrario seremos un Estado fallido, a merced de bandas armadas y terroristas.
    http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2748

  • El Código Da Vinci, Jesús y Dan Brown

    Caralvá

    Llegué al cine del domingo, pero no estaba solo, creí que por las diversas declaraciones la sala estaría vacía, me equivoqué, junto a mi habían muchas personas. Jesús incluso estaba ahí, sin preocupaciones, por cierto. Esperamos un poco, la taquilla estaba cerrada, un joven que esperaba llamó mi atención, era un joven descalzo como Adriano o Sathya Sai Baba, con rasgos extranjeros, llegó antes que yo. ¿Pensé que los hippies eran dinosaurios extintos? Hubiese pensado que era un turista como otros, excepto porque sin pronunciar palabra parecía hablar con las personas circundantes. Tenía una camiseta que decía: Juan 8,1-11. Este es un país libre después de todo, pensé. Un relámpago de imagen cruzó mi mente… “llevaron a Dan Brown acusado de mentir y adulterar las sagradas escrituras, lo colocaron en medio y le dicen: “Maestro, este hombre ha sido sorprendido en flagrante mentira, ha adulterado las palabras de Dios. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estos hombres. ¿Tú qué dices? Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: “aquél de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra”. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra (Absolución del cómplice, Abusos sexuales, no desearás la mujer de tu prójimo, no mentirás, no robarás…) Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con Dan Brown, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Dan, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» Dan respondió: «Nadie, Señor». Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no mientas más».
    Cuando finalizó el relámpago, también había finalizado la película.
    Uno ama a Sofía por la “voluntad de Dios” y puede ver en todas partes la obra del creador.
    Diálogos, historias, ficciones, más ficciones, buena fotografía. “Incluso un eco geométrico muy bello”.
    En general, no entiendo ¿cuál es el escándalo? No he visto nada en la película que no fuera humano y que no esté en otros libros a la venta en diversas librerías. El contexto es la antigüedad y un pasado remoto y violento. En algunas partes incluso pensé que veía un documental de cualquier conflicto actual: Afganistán, Irak, frontera EEUU-México, emigraciones y pobreza, fotografías de nuestras calles.
    Hay muchas citas históricas, en realidad la película se queda corta, la Historia es aún más violenta y descriptiva; afortunadamente eso sucedió hace siglos, ahora no nos quemarán por ver la película, como quemaron todos los libros de los Mayas porque según aquellos, fueron escritos por demonios, pero eso ya pasó, espero…
    En nuestra nación hay situaciones más dolorosas que una película y los pobres (me cuento entre ellos), hemos llorado amargamente sin un solo consuelo, sin una sola defensa, no publicaré todas las ocasiones porque son harto conocidas… por ejemplo: el magnicidio (sin culpables), el martirio de un Consejo Superior Universitario (sin acusados intelectuales), las matanzas de cristianos indefensos incluso clamando a Dios, cientos de inocentes fueron secuestrados y asesinados sin piedad… pero hay buenas noticias… Jesús esta entre nosotros, plenamente entre nosotros.
    “Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” Mt18-20.
    http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2716

  • ¿Nueva Legitimidad?: la frontera EEUU-México generará prisioneros de conciencia

    Caralvá

    Legitimidad tema capital de la historia del siglo XX en muchas naciones, con severos cambios en gobiernos y golpes de estado. Sobre la legitimidad política, el reciente evento electoral en El Salvador propició dudas sobre la gobernabilidad de la nación, en un tema tan delicado como la alternabilidad política. Posterior a ese evento, instituciones creíbles se han pronunciado por reformar la constitución de la República y eliminar la intervención de los partidos políticos en su interior, pero según parece, esto no sucederá. Clásicamente legitimidad política está unida a criterios de autoridad nacional e internacional, propiciando un Contrato Social J.J. Roseau 1762.
    ¿Qué significa legitimidad?
    “Por legitimidad política se entiende normalmente la aceptación por parte de los gobernados de las razones que dan los gobernantes para justificar su acceso al poder”; como lo explicó Max Weber en Economía y sociedad. Las nuevas “revoluciones del Siglo XXI” están cambiando estas lecturas, las condiciones científicas, tecnológicas, comunicaciones, financieras, emigración, etc., están transformando estas relaciones tan claras en otros tiempos. El sistema político es el que debe responder a estos eventos, pero deberá al menos evolucionar hacia procedimientos transparentes y abiertos a los ciudadanos, incrementando y alentando los niveles la intervención de las personas que velan por los Derechos Humanos.
    Los recientes debates legislativos sobre la política de endeudamiento público, tienen en su fondo implicaciones financieras internacionales, son forma contractuales, que alguien terminará pagando, ya sabemos quién pagará esto, como dice Salvador Espriú: “todo tiene un precio, pero son los pobres los que siempre terminan pagando”, de ahí la discusión sobre la legitimidad.
    La ciencia interfiere en los criterios de autoridad y legitimidad, tanto en la nación como fuera de ella. La ciencia en el momento que se pronuncia sobre temas específicos, provoca reacciones fanáticas, tanto nacionales como internacionales, algunos temas son: la contraconcepción, el aborto, la muerte, la clonación de seres humanos, la donación de órganos, el uso de energía atómica, arqueología, etc., en estos casos la legitimidad de amplios sectores entra en crisis con otras.
    Si existe un punto detonante entre la legitimidad y los criterios de autoridad nacional e internacional, es la emigración. En este caso incluso los emigrantes son objetos de derecho y obediencia, pero también se convierten en objeciones de conciencia y desobediencia civil. Los soldados en la frontera de EEUU-México, no son hermanas de la caridad, parece que ahora en lugar de emigrantes ilegales, la frontera generará prisioneros de conciencia.
    En síntesis es la globalización la que implanta nuevos modelos contractuales sociales, ahora los gobernados ya no son los asentados en un territorio nacional, ahora los gobernados nacieron en naciones lejanas y los gobernantes tampoco son las autoridades municipales locales, sino que los gobernantes del primer mundo, de ahí que el interés por nuestra legitimidad local, sea tan estrechamente vigilada por organismos internacionales, no por celo profesional, sino que al final, les interesa que nosotros en calidad de “gobernados remotamente” aceptemos las razones financieras (científicas, tecnológicas, políticas, etc) de los dueños del mundo y en su justificación del poder, firmemos con nuestras vidas este nuevo contrato social, asegurando así, la nueva legitimidad y su autoridad internacional.
    http://www.diariocolatino.com/opiniones/detalles.asp?NewsID=2699