Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

zoonpolitikom I - Page 110

  • Asusta ser testigo

    Asusta ser testigo

    Caralvá

    Acaso son las 21: 14 horas, suficiente juicio horario para tratar de dormir un poco, pero existen compromisos que uno fácilmente se impone como privilegio de la vigilia.
    Todos en la nación conocemos esa palabra llamada política, su concepto nos impacta con diversas emociones, mucho más si estas contienen elementos históricos.
    Uno de los elementos que conduce a la política es la ideología, la cual definiremos como: conceptos que nos llevan a la acción, aclaro que es un elemento simple, para no entrar en los infinitos sentidos discursivos.
    Las ideas, ideales e ideología concluyen en las siguientes nociones: derecho, política y las instituciones, al final el derecho es parte del ciudadano y este tiene necesidad de los demás. Esto idealmente, porque amargamente sabemos que durante el siglo XX, algunas instituciones (nacionales e internacionales) estaban por encima de estos criterios, aún ahora, no concluimos plenamente en el derecho como parte de nuestra realidad.
    Quizás el famoso Estado de Derecho, sea inalcanzable, así como otras palabras con las cuales siempre estaremos en deuda, por ejemplo: justicia, igualdad, libertad y en otros términos: acumulación financiera, tecnológica, científica etc.
    La política podríamos anotar, es la culminación del derecho, como ya escribió el maestro Luis M.Farías en su libro: Así lo recuerdo, de ahí que usualmente la mayoría de los políticos sean abogados, aunque no necesariamente deban serlo.
    Hemos conocido a fuerza de violencia, una política extraña a los libros hasta 1992, así nos encontramos poco a poco en esta convivencia entre partidos durante el momento electoral, que ofrecen diversas plataformas, a las cuales llamamos ofertas políticas.
    Los partidos políticos tienen una dinámica de movimientos, los cuales pueden ser de opinión, movilización, acciones legales e ilegales.
    Podemos ver como las voluntades se mueven bajo diversos colores, esto es lo mismo que durante la guerra civil, bajo diversas banderas la sociedad se aferra a un criterio político, ya sabemos cuales son los resultados de esa guerra… la creación de una nueva institucionalidad.
    Si bien la política es una actividad que busca resultados, lo que a nuestra vista tenemos como resultados de las gestiones administrativas de los últimos 3 años, se convertirá en voto ciudadano.
    De ahí la política en sus escenarios: el mejor es la política para hacer el bien, como elemento natural del derecho. Su lado oscuro tiene diversos nombres: fraudes, golpes de estado, intervenciones militares, eliminación de adversarios políticos, campañas sucias etc.
    Dos criterios a reflexionar. Primero: Si no se democratiza en profundidad, entonces no existe voluntad política para resolver los problemas conocidos. Segundo: Si no se permite el avance del pluralismo, la nación caminará hacia la miseria de gobernabilidad.
    Lo más razonable es permitir el avance del pluralismo, eso abrirá las puertas de la conciliación, aunque en realidad asusta ser testigo (sin protección) de estos criterios.
    De ahí que la participación ciudadana en estas acciones es crucial para descubrir la cultura política y en sus prácticas, el logro de los medios para la estabilidad, junto a la pluralidad con unidad del poder.
    La nueva Cultura política exige competitividad, incluyendo estratégicamente a la sociedad civil.

  • Identidad Imperial

    Identidad Imperial

    Caralvá

    Dos elementos fundamentales coinciden en la identidad de El Salvador: revolucionaria (comunista)-antimperialista y la otra: conservadora-anticomunista.
    Entre ambas existen muchas agrupaciones, entre ellas la Iglesia Católica que demostró su noble carácter para unos y para otros lo opuesto en los últimos 30 años.
    La identidad de estas dos tendencias evolucionó en las condiciones post-conflicto hacia posiciones políticas expresadas en formas legales, con cuotas de poder en el parlamento y en gobiernos locales.
    La identidad de las poblaciones mayoritarias al margen de estas dos tendencias, también se expresó durante el conflicto, la población no combatiente prefirió el exilio bajo la forma de refugio (económico, político, diplomático, voluntario.. etc) mostrando iniciales formas de desarraigo de su antigua nación.
    Existía en la condición de refugiado una subordinación en territorio extranjero: “yo soy refugiado-este es tu país” que podríamos traducir: “yo soy apatrida-esta es tu patria” o finalmente: “yo soy salvaje-tu eres la civilización”, puesto que la condición de desarraigo y exilio connota el despojo, intemperie, soledad de los ciudadanos, abandono.
    Bajo estas condiciones la Patria es de otros, la Patria es de los que se quedaron y tienen un proyecto (político, económico, social, cultural) para los “exiliados”, aquello comienza a ser un territorio que desintegra su pasado.
    La identidad de los revolucionarios (comunistas) y antiimperialistas, la realidad nacional confirma su razón de ser, muchos años de lucha social, son representantes de sectores que justifican su pobreza porque esta se debe (según ellos) al despojo del primer mundo y a la oligarquía.
    Para su polo opuesto (los conservadores-anticomunistas), su avance en posiciones de poder confirma sus tesis de su justa lucha, (según ellos) todo el mal parte del comunismo.
    Estos dos polos de identidad deben abandonarse, ya no significan nada para el futuro de la nación, lo único que generará es pobreza de gobernabilidad.
    Para la población excluida (20% de la población), en sus refugios económicos fuera del territorio (TPS, ilegalidad en Norteamérica o simplemente refugios territoriales), su exilio (una forma de derrota, exclusión, expulsión involuntaria) desde el momento de su salida comienzan a desconfiar de su futuro, de su identidad, podemos llamarla identidad en extinción. La identidad en extinción se inicia en una nueva nación (huésped), la nación donde han nacido sus hijos, aquellos que no conocieron la guerra, ellos poseen una identidad subconsciente de una nación lejana y una nueva identidad norteamericana (u otras) que nada tiene que ver con su pasado.
    Al final tenemos tres proyectos intuitivos de nación: el comunista, el anticomunista y el de exilio o disemi-nación globalizadora.
    Esta identidad imperial-globalizadora integra las metrópolis con el tercer mundo, los hijos de los refugiados no tienen identidad de arraigo, tienen identidad subconsciente de la patria lejana, las otras identidades, (revolucionaria y conservadora) terminarán en un híbrido de viabilidad hacia la democracia, amparados en el nuevo centro de gravedad de los emigrantes, aquellos que están cambiando nuestra realidad a pesar de no encontrarse físicamente presentes, es como si el espíritu de las remesas está con nosotros y nos anuncian las buenas nuevas, en una identidad imperial.

  • Fascistas y comunistas son antisistema

    Fascistas y comunistas son antisistema
    Caralvá

    El pluralismo polarizado es un concepto de Giovanni Sartori, que inició un debate sobre la caracterización de los partidos políticos.
    Recorremos el zodíaco político con nuestra naciente democracia, es tiempo de recordar que somos producto de una evolución de regímenes de gobiernos antidemocráticos, que eran los mismos en toda América Latina, los mismos peces en el mismo acuario.
    De ahí que al instaurarse la apertura democrática, se inicia un debate entre el parlamentarismo y el presidencialismo, al igual que el resto de América Latina.
    En realidad ni presidencialismo, ni parlamentarismo es lo que buscamos en nuestra nación, porque nuestras expectativas están mucho más allá del proceso electoral.
    Se nos impone un sistema presidencial porque esto ha funcionado en forma excelente en Estados Unidos de América y funciona desde un poco más de 200 años, cabe destacar que funciona casi siempre, porque en condiciones como el Watergate, aquello pareció paralizarse.
    Estas condiciones de presidencialismo implican un sistema de mayorías, que implica un sistema de mayoría parlamentaria, las cuales eligen al presidente en Estados Unidos. El voto es delegado e indirecto, donde un colegio electoral decide. Aquellos elementos están reseñados en el famoso: federalist paper, es un magnifico documento que presupone un sistema de división de poderes para que pueda funcionar, lo que se llama mayorías compartidas.
    Pero que tenemos nosotros en nuestra nación, nuestro parlamento esta dividido, no en dos, sino en tres potenciales mayorías, que en determinado momento paralizan el llamado presidencialismo.
    Valga también las consideraciones del caso, en comparación de nuestro sistema político con otros latinoamericanos y Estados Unidos.
    En realidad la tal división de poderes se deteriora… si un sistema parlamentario es soberano con amplias mayorías, entonces funciona bien, pero si la mayoría no es notoria, entonces la asamblea parece no funcionar, debilitando el presidencialismo.
    Nuestro sistema parlamentario tiene poca evolución, se limitan a crear leyes, todo lo demás lo realiza el Estado.
    Entonces llegamos al momento de caracterizar a nuestros partidos políticos.
    ¿Cuántos partidos políticos tenemos? ¿Qué distancia ideológica los separa?
    Como afirma Sartori, el pluralismo polarizado es un criterio contable, con uno o más partidos antisistema.
    El partido anti-sistema es el indicador de distancia ideológica, pero definido en forma clásica: el Partido Anti-Sistema no es un partido revolucionario, sino un partido que no acepta los valores del sistema vigente y en tal sentido, en nuestra nación al menos nominalmente, todos aceptan las reglas del juego democrático, por lo cual, de existir afirmaciones individuales, no representan a los institutos en contienda electoral.
    Históricamente los comunistas se identifican como antisistemas, de la misma manera los fascistas, ambos desean desmembrar al Estado, porque profesan valores contrarios a la democracia.
    ¿Nos acercamos a un sistema de pluralismo polarizado? Con oposición antisistema, caracterizado por oposiciones polarizadas, ubicación central de un partido, distancia ideológica, oposiciones irresponsables que no se orientan hacia el gobierno, política de superoferta…Es una pregunta a resolver, puesto que el resultado de ese sistema es el descontento y el temor… de eso ya tuvimos suficiente, tanto que con la mitad podríamos hacer reír a los muertos.

  • Incrédulos en el Estado Seductor

    Casi incrédulos en el Estado Seductor

    Caralvá

    Esta figura connota un esquema de la visualización del Estado en su más reciente evolución en los medios de comunicación, el cual es magistralmente detallado en el libro: El Estado Seductor. Las revoluciones mediológicas del poder de Régis Debray, el cual nos ayuda a comprender ¿qué sucede con la diversas comunicaciones en nuestro país?
    Hace muchos años que las funciones clásicas del Estado, han cambiado desde la misma formación de las repúblicas, evidentemente nuestra nación también sufre de estos cambios. Como ciudadanos damos por pre-sentadas un sistema de creencias, que son productos de criterios políticos o en su caso de formas filosóficas.
    El Estado funciona en base a creencias, las cuales son comunicadas por los medios masivos, todo el aparato de comunicación está en relación a este nuevo modelo de hombre-imagen, que poco tiene que ver con el clásico hombre-príncipe que encarnaba los principios de legitimidad y sacralidad, el concepto de Jefe de Gobierno, es sustituido por el Sr. Presidente.
    En la aproximación del génesis de la mediología (estudios de los medios de comunicación), encontramos que tanto el símbolo como la ideología concluyen en representaciones de poder, que se imponen para la conducción de las multitudes.
    De fundamental importancia son los esquemas de video-comerciales, informerciales (políticos), que terminan por detallar funciones estatales al servicio de los ciudadanos desde las pantallas de televisión, nos presentan una serie de acciones estatales, reflejadas en un hombre-imagen que en realidad hace próximo al Estado de los ciudadanos.
    Nos acercamos a modelos de personalización del poder, esto motivado por la telepresencia: la cual transparenta el Estado contemporáneo, como un solo dirigente, un jefe de estado, el Rey, el primer ministro, configurado como símbolo jurídico, que une la idea física y la moral. De ahí que las funciones del Estado sean publicitarse, porque esta publicidad se convierte en sus acciones, con el objetivo de tener multipresencia.
    Desde luego podemos comprender que el Hombre-imagen es necesario para el teleestado, puesto que en su entorno se construye un soporte, un vehículo para fortalecer las creencias.
    Pero algo de nuestra fe, comienza a fallar, cuando creemos que vivimos en democracia y nos percatamos que aún debemos construirla, creemos en nuestras instituciones y delegamos nuestra representación pero no hay opiniones independientes en su interior, creemos que combatimos el tráfico de armas, narcotráfico, delincuencia, cuando con horror nos enteramos de matanzas a manos de asesinos; en muchos casos no existen respuestas satisfactorias a las demandas ciudadanas, creemos que trabajar es un medio para lograr los objetivos vitales y a diario trabajadores del servicio del transporte colectivo son asesinados por sicarios terroristas.
    Esos magníficos anuncios comerciales, atrapan la belleza de un país paradisíaco, tal parece que somos prisioneros de la belleza en la imagen; pero su lado oculto (el que no se muestra) es una nación sometida a la pobreza y a las armas de estas bandas delincuenciales, en realidad existe terror de estos sicarios de diversas denominaciones.
    Asistimos a un momento crucial de nuestras creencias, antes que nos convirtamos finalmente en incrédulos. Ahora un proceso electoral nos llama a “depositar y delegar” en la asamblea legislativa todo el poder de conducción política, mientras los ciudadanos demandamos respuestas claras a los atropellos que sufren los más desprotegidos. Por esta razón la política es cada vez más vacía, porque los políticos nos recuerda el lado oscuro de la belleza comunicacional: la que destruye con su olvido la vida de jóvenes futbolistas asesinados por narcotraficantes en los cantones de un Departamento llamado: La Paz.

  • La muerte de un visionario

    La muerte de un visionario

    Caralvá

    Nada en este mundo es eterno, ninguna generación humana ha conocido el mismo mundo, ni respirado el mismo aire, todo, excepto el sol que parece vigilante en el cielo aparenta ser inmortal, todo lo humano perece en un momento… incondicionalmente.
    En nuestro pequeño mundo, todos nos conocemos, la vecindad en los pasos de amigos o enemigos es posible escucharla al borde de nuestras puertas, y mucho más cuando nos adelantan cobros de diversa índole, llegan en su momento a pesar de nuestra voluntad.
    Así la vida transcurre bajo diversas condiciones del llamado tiempo histórico, que inmerso en ese criterio crea escenarios donde ejecutamos nuestra propia vida, convencidos de realizar lo mejor, este mundo es un juego de espejos, como las monedas, todo tiene un envés y un revés, incluso la belleza tiene un lado oscuro destructivo, el cual llama a la acción desde su halo de serenidad.
    La muerte no tiene agenda fija, ella solo cobra viejas deudas y ejerce su función con enérgica precisión, después todo termina en silencio.
    Cuando un hombre o una mujer con visión social muere, parte de su discurso vital continúa viviendo en sus amigos, corresponde a la posteridad juzgar su obra, porque aquella visión amada-odiada, es la lectura irrenunciable del juego de espejos que conforma nuestra sociedad.
    Las tradiciones árabes señalan que todos los muertos son buenos, de cierta manera es uno de los mejores criterios democráticos, la igualdad tan soñada en este planeta de vivos, solo la encontramos en la muerte, ahí todos somos iguales, ella nos termina coronando con ese signo irrenunciable y definitivo.
    Algunos pueden juzgar de locos los juicios de estos seres visionarios, algunos pueden alegrarse de su muerte, pueden imaginar festines de comparsas en cortejos de carnaval, pero junto a esos trinos triunfales estarán los que no tiene nada de que festejar, nada que alivie su tristeza, nada que consuele el vacío de un amigo o amiga al cual no verán nunca más.
    Para aquellos que se alegran de la muerte de un ser humano y desean bailar sobre la tumba del feroz oponente, habrá que recordarles que de este mundo nadie sale vivo y entonces la moneda tendrá el mismo revés, para ajustar cuentas de sus delirantes acciones.
    Al final en nuestra patria, proclamar la fe, pregonar otros reinos, trabajar por la justicia, construir un mundo mejor para los pobres, alimentar a los hambrientos, trabajar por la paz, no es patrimonio de ninguna ideología, es continuar quizás a pesar de su diminuta sencillez, una obra de amor, aquella que dice: “amarás a tu prójimo como a ti mismo” que a la luz del Nuevo Testamento incluso se transforma en: “amarás a tus enemigos”..
    Mateo 5,43-48. Cf. Lc 6, 28.
    La muerte no derrota los sueños de nadie, es la vida la que acaba con las pequeñas cosas que dejamos abandonadas: un ideario del mundo, la amistad de todos, la nación que construimos, la realidad insospechada hace 50 años, porque a pesar de todo, en ciertas ocasiones cada quién camina por su lado, incluso con objetivos opuestos, en otros momentos caminamos juntos, hombro a hombro, porque la nación lo demanda y la paz lo requiere.
    Hace 50 años, pensar en la democracia eran sueños imposibles, relatos disparatados, imágenes incoherentes, monólogos de locos, ahora por la contribución de seres visionarios heredamos lo poco que tenemos y nos harán falta otros 50 años para lograr intentar construir un mundo mejor, pero al menos los primeros pasos ya orientan nuestro camino. Nuestra nación ya no será la misma y la historia nos llama a continuar.

    http://www.latribunahispana.com/news/one_news.asp?IDNews=10344

    http://simpatizantesfmln.org/index.php?name=News&file=article&sid=374

  • Una omisión histórica, ausencia del indígena en la Constitución de El Salvador

    Una omisión histórica, ausencia del indígena en la Constitución de El Salvador

    A fray Bernardino de Sahagún

    Caralvá

    Al borde de cualquier pragmatismo, nuestra constitución no menciona ninguna referencia de las etnias izalco y cacaopera, las cuales componen aún, el diez por ciento de la población del país, según investigaciones de la antropóloga norteamericana Virginia Tilley (2005).
    Nuestra Constitución Política tiene en nuestra historia una gran trascendencia social, debido a que refleja el carácter y vocación de la República.
    Esta ausencia de reconocimiento, denota el no reconocimiento de nuestra composición pluricultural, con base fundamental en nuestra etnia. Esta ausencia del sentido de etnia, provoca la desprotección del desarrollo de la lengua, usos, costumbres, recursos, formas de organización social y por lo tanto, no existen garantías que sus integrantes logren un efectivo acceso a la jurisdicción del Estado.
    Parece que vivimos en una nación que posee una sola cultura “española”, que la etnia no existe, ni nunca existió, que “desapareció” o fue simplemente exterminada un 25 de enero de 1932, como ya hemos hablado.
    Es tiempo que nuestras leyes protejan a nuestros indígenas, es tiempo de reconocer “legalmente” el aporte étnico como fundador de pueblos, como miembros legítimos de nuestra República y que tienen un gran aporte en la participación de toda nuestra historia y son parte de nuestros días en el siglo XXI.
    Es notoria la ausencia del concepto étnico, se trata con ello de unificar a la República con una sola clase de cultura, como si Las Ruinas del Tazumal o Joyas del Cerén hubiesen sido importadas de España. El legado indígena no se reduce al pasado. En cambio, este aporte vivo posee una actualidad sin precedente. Su herencia es concederle a nuestro país su verdadero legado pluricultural, plurireligioso y plurilingüistico...de otra manera es avergonzarnos de la existencia del indio, de su tipicidad social y concepción del universo.
    Nuestra nación esta colmada de hallazgos arqueológicos, una visita al Museo de Antropología puede ilustrar a cualquiera de nuestra riqueza étnica, en realidad son siglos de cultura mucho antes que la colonia española, existen piedras labradas, glifos, templos, ciudades completas, que nuestra constitución parece ignorar.
    Podrán explicar los doctos que al garantizar los derechos individuales está implícita la mención indígena, no es correcto, puesto que una constitución refleja al pueblo que va a regir, de este modo como documento formador debe incluir el respeto por los pueblos inmersos en nuestro territorio ¿podrán decir que no existen? y esa en realidad es una forma de negación e injusticia para la etnia que ha formado a nuestra nación.
    Otras grandes naciones del continente han reconocido este concepto y lo incluyen en sus constituciones: México a partir de 1992, Bolivia 1947, Perú 1933 ¿no existe etnia en nuestra nación para reconocerla?.
    El reconocimiento étnico al final nos conducirá al encuentro de nuestra sociedad con la historia, al reconocimiento de nuestra sociedad plurietnica, que somos mestizos y no tenemos vergüenza de ello, como otros pueblos, somos productos de muchas culturas y que somos parte de la humanidad.
    ¿Podremos eliminar esta omisión histórica en nuestra constitución?

    http://archive.laprensa.com.sv/20060228/nacion/431190.asp

    ONU pide 28FEB006


    http://www.diariocolatino.com/nacionales/detalles.asp?NewsID=11603

    ONU pide 10MAR006




    http://www.laprensagrafica.com/lodeldia/156.asp







    USA 08MAR006

  • No es el comunismo o el anticomunismo nuestra razón de ser en la República

    No es el comunismo o el anticomunismo nuestra razón de ser en la República

    A Rafael Lara-Martínez

    Caralvá

    Primero fue un Golpe de Estado que rompió con el orden institucional y democrático, entre el 2 y 4 de diciembre de 1931.
    Luego el mayor invento político del siglo XX en El Salvador, la creación de la confabulación comunista, para justificar el Golpe de Estado y tratar de ganar el reconocimiento nacional e internacional.
    Bajo ese sustrato, se cometió el mayor genocidio en la historia republicana de la nación el 25 de enero de 1932.
    Un 25 de enero celebramos la conversión de Pablo al cristianismo, hace muchos siglos sucedió aquél acontecimiento celestial, lo cual no fue suficiente para evitar que se cometiera el mayor genocidio contra la etnia nahua de El Salvador. Aquél día se aniquiló sin piedad, a miles de pobladores de Izalco, Sonzacate, Nahuizalco y Juayua, en este último fueron quemadas las biblias protestantes y mataron a los recién convertidos por ser comunistas.
    La estela de muerte no fue denunciada por nadie, ni la Iglesia Católica, ni la inicial iglesia protestante, no defendieron el quinto mandamiento de la Ley de Dios: No Matarás. Tampoco hubo defensa de las iglesias o los gobiernos de Honduras, ni Guatemala, los únicos que dudaron de aquella barbarie fueron los costarricenses, condición que ahora agradecemos incondicionalmente.
    Se afirma que las tropas extranjeras no desembarcaron en la nación, la realidad es otra, podemos leerlo en: Reporte confidencial del V. G. Comandante Brodeur que desembarcó con tropas canadienses en Acajutla el 23 de enero de 1932 y recorrió las zonas afectadas por indios con el General Dn. José Tomás Calderón.
    La causa de aquella acción catastrófica, fue el levantamiento de la etnia nahua por: “fraude electoral, exclusión de sus tierras comunales (hasta 1879, un cuarto de tierra de El Salvador era de las comunidades indígenas), depresión económica”, recordemos que incidentes similares (saqueos) han ocurrido en Nueva Orleáns, Buenos Aires, Brasil, sin que los saqueadores sean acusados de “comunistas”.
    En El Salvador la solución fue tildarles a todos, sin excepciones de comunistas, aquella patraña fue inventada por los golpistas y su grupo de poder. Una supuesta invasión soviética fue el fantasma y la feroz mentira, pero la realidad era otra. El Partido Comunista de El Salvador, era apenas conformado por unos cuantos jóvenes entusiastas, sin capacidad orgánica, sin fuerza militar, solo tenían una valentía de nombrarse comunistas, que marginalmente actuaron por su cuenta.
    De esta falsedad se derivan muchos males actuales, la izquierda hace el juego a la derecha al continuar con esa dualidad estéril. No es el comunismo o el anticomunismo nuestra razón de ser en la República. Nuestra razón de ser en la República es la democracia. Ese lenguaje de armas, de gatilleros militares, de grupos clandestinos, de criminales asueldo, ha sido derrotado por la nueva realidad de Acuerdo de Paz y Derechos Humanos. Es hora de cerrar el ciclo histórico de calificar a cualquier opositor demócrata de comunista, porque es un invento del célebre militar golpista que fusiló a su propio Estado Mayor, cuando aquellos valientes militares trataron de restablecer el orden constitucional, el 2 abril de 1944.
    Ya es tiempo de pensar en una sola Paz para la Patria de Todos, fortalecer la democracia, impulsar la razón, el debate nacional por el futuro social, el recurso de la conciliación por métodos pacíficos. Cuando leo: "Yo no creo en la historia, porque la historia la escriben los hombres apasionados. Y mi conciencia me dice que he cumplido con mi deber" General Martínez… a nombre de todos aquellos nahua, civiles y miembros del Estado Mayor, que fueron fusilados, puedo afirmar: “la historia te condenará siempre” General Martínez.

    http://archive.laprensa.com.sv/20060228/nacion/431190.asp

    ONU pide 28FEB006


    http://www.diariocolatino.com/nacionales/detalles.asp?NewsID=11603


    ONU pide 10MAR006




    http://www.laprensagrafica.com/lodeldia/156.asp







    USA 08MAR006