Caralvá
Mi ciudad es San Salvador.
Ella refleja a la nación, a lo mejor cada alcaldía refleja lo mismo.
Existen así diversos rostros de la nación, no uno, sino múltiples rostros de varios conglomerados ciudadanos.
Entonces observamos alcaldías pobres y otras menos pobres.
A diario transito por estas calles, pero recuerdo que esta ciudad no era así, todo cambió a partir de la guerra. Un día las calles aparecieron plagadas de vendedores en las calles que antes eran rutas de autos y transportes públicos, porque un día decidieron que las calles de la ciudad serían vías peatonales a semejanza de otras ciudades extranjeras, pero resulta que tiempo después no eran tales vías peatonales sino estancos de comerciantes, donde transita de todo, pero pocos ciudadanos, mientras los almacenes han cerrado uno tras otro, esta situación lleva así más de 20 años, muchos más. Aquellas calles peatonales a lo largo del tiempo se convirtieron en puntos de comercio donde la ley y el orden caminan sigilosos, si se atreven. Diversos gobiernos municipales han intentado “gobernar” esos puntos ciegos del comercio, pero en poco tiempo se convierten en detonantes políticos, incluso con ciudadanos fallecidos entre tiroteos, extraños incendios, saqueos, atentados contra la policía nacional, delincuencia común, en realidad tristes situaciones en una nación que aspira a vivir en la postguerra.
¿Esta condición es problema sólo de la Alcaldía?.
Las respuestas son diversas, pero mucho tiene que ver con un “Cambio Cultural”. ¿Qué clase de comerciantes se reproducen en dichas zonas? Con 20 años o más de antigüedad algunos de estos comerciantes deben ser segunda o tercera generación, multiplicando un comercio irregular, como toda la piratería en sus diversas expresiones, el resultado final solo sirve para alimentar al narcotráfico o la delincuencia organizada, según investigaciones de las autoridades.
Mi ciudad tiene macroproblemas y microproblemas, entre los grandes que implican a multitudes están el sistema de transporte en todos los niveles, el comercio y la industria, todos en desorden, nunca se previó vivir en una ciudad así, todo es producto de un crecimiento acelerado y caótico, desde áreas residenciales hasta carreteras a la mitad de bosques y en microproblemas desde la salud hasta los asentamientos humanos.
Esta condición al final nos conduce a visualizar que los problemas no se resolverán con dinero, en ocasiones pienso que el costo de la relativa calma de la ciudad tiene un precio muy alto para la seguridad de las siguientes generaciones.
El camino del “Cambio Cultural” o la educación orientada hacia la integración legal, económica y social es una meta nacional, no solo de la administración de la alcaldía; el problema no se ha solucionado en décadas, al menos debemos pensar que los siguientes años, una iniciativa nacional cultural, deberá enfrentar y resolver este foco de involución social en el centro histórico de mi ciudad: San Salvador.
Colatino+Caralvá
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Mi ciudad
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¿Qué pensar de la realidad?
¿Qué pensar de la realidad?
Caralvá
Uno puede ser feliz como pasajero en el Titanic, asumir un venturoso futuro en el amplio camino hacia un destino anunciado.
Mientras la vida este a favor, la nave es un puente móvil hacia una cómoda tierra prometida.
Es un pesar insoportable asumir un divorcio con la verdad, peor cuando esta es aliada incondicional de las sorpresas jamás imaginadas.
Podemos pensar como políticos: “la verdad son nuestros acuerdos”..
O como “falsos profetas”: “Dios dice… manda y ordena… que hagan esto:…”.
O como administradores del poder: “ nos conviene que sea así, jamás sabrán la verdad”.
Asumimos un rol en la sociedad, con plena desigualdad de oportunidades, así nacemos, pero cabe destacar que ahora a esa desigualdad agregaríamos, la enorme diferencia de acceso a la información. El acceso a la información es Ley en otras naciones, además poseen apertura de archivos oficiales después de 20 años de acontecidos los eventos, en nuestra nación parece que pueden pasar muchos años y los archivos oficiales no serán nunca conocidos: ¿por qué?.
Como decía Orson Welles: “solo pensar bien es un pecado”.
Acá en momentos de crisis que implican proyectos nacionales, necesitamos a un Diógenes que salga con una linterna en pleno mediodía a buscar “la verdad”…
Imagino que no tendremos dificultad de encontrar la verdad entre los muertos, pero si entre los vivos.
Como pasajero del Titanic, puedo asumir que mañana despertaré a disfrutar del mar, sus olas cadenciosas, su brisa apacible, la familia que espera, incluso pensar que el precio del petróleo llegará a $6.00 en los próximos días… igual, no tiene caso.
Vamos en esta gigantesca nave, sin prisas.
Es muy malo pensar que nuestro trayecto puede tener contratiempos ¿nada que temer? Nada.
Mañana puede ser diferente, un solo hombre pudo cambiar la historia del Titanic.
El titanic puede ser el Tribunal Supremo Electoral, que en manos de un partido político, no dudará en descalificar triunfos populares, el iceberg podría ser la alternabilidad política, grave amenaza considerando que aún pensamos llegar al puerto-destino.
Pero existen esperanzas, rectificar a tiempo.
Así como un solo hombre puede ser la diferencia al mando del Titanic, el Tribunal Supremo Electoral puede evitar el destino predecible.
¿Qué pensar de la realidad? Que las leyes deben prevalecer y que pensar bien a pesar de ser pecado, es una magnífica elección. -
La verdad sospechosa II
Caralvá
Para resolver las situaciones de implicaciones políticas o jurídicas entre un Partido político legal y otro con distintas calificaciones ilegales, debemos enmarcarnos en un concepto democrático, en el marco de las leyes de la nación.
El costo de hablar bajo las leyes de la nación, nos conduce al Acuerdo de Paz y la “nueva legalidad”, esta fue la base fundacional de este “Contrato Social” a partir de 1992.
Los momentos históricos de la nueva legalidad, tienen un carácter ascendente de gobernabilidad y no lo contrario, algunos ejemplos son el carácter de los gobiernos locales, donde las principales alcaldías pertenecen a la oposición, de igual forma en el parlamento; pero existen eventos que han colocado a la nación al borde de la ingobernabilidad como fue el incidente armado del 05 de julio del año 2006, por una clara acción de pistoleros terroristas, al menos este evento fue superado por el pronunciamiento de la fuerza implicada sobre la desastrosa acción de esta banda antisistema.
Pero los recientes acontecimientos mediáticos a partir del 10 de mayo de 2008, tienen severas implicaciones para la nación, esa acción nos conduce a caminos conocidos en tiempos de la guerra civil, donde muchas personas fueron acusadas injustamente y condenadas sin juicio alguno.
Como hemos escrito anteriormente, la situación actual puede aceptarse o no, puede incrustarse dentro de una guerra mediática o no, puede ser un ardid propagandístico o no, evento que debe resolverse como en la anterior situación, con renuncias a situaciones que impliquen la legalidad institucional.
Mientras no existan renuncias a comportamientos ilegales y clásicos mecanismos políticos del siglo pasado, la credibilidad política no se recuperará, porque en el fondo no es un acto de opción electoral el que se discute, sino un acto de visión histórica y estratégica de una institución legal.
¿Cómo se puede cambiar un acontecimiento de esta naturaleza?
¿Qué sucederá si acontece de nuevo un hallazgo u otros?
No existe otro camino que caminar con la verdad y el derecho.
Estos eventos tienen un carácter educativo, al igual que se juzga a una institución por una condición mediática, de igual forma se someterá a prueba el sistema cuando los acusados pertenezcan a otros partidos políticos; este acontecimiento abre un camino para la justicia en todos los planos, con esta acción se inicia un amplio recurso para verificar si la justicia y la verdad tienen la misma fuerza para todos.
“La verdad sospechosa” no tiene otro camino que enfrentarse al juicio histórico, son las instituciones implicadas quienes tienen la palabra. -
“La verdad sospechosa”
Caralvá
El título de la obra del escritor Juan Ruiz de Alarcón surge a cuenta del hallazgo de la correspondencia electrónica en la computadora del líder guerrillero Raúl Reyes, con relatos de enorme trascendencia para algunas personas e incluso naciones. Pero a pesar de todo asumiré a título personal que es verídica la información.
En realidad Colombia vive una guerra de guerrillas desde hace 40 años, pero a diferencia de otras guerrillas, las FARC no tiene por opción la toma del poder político y además han sido calificada por la Unión Europea de Terrorista, debido a crímenes de lesa humanidad desde el año 2002; en esa condición de guerra los medios de comunicación (des)informan sobre los acontecimientos generales, así las condiciones el contenido de la computadora ha dado la vuelta al mundo, con argumentos sólidos.
La realidad: un bombardeo aéreo aniquiló a un jefe de la guerrilla, en un acto de guerra, pero 3 computadoras sobrevivieron ilesas, lo cual también supondremos que es verídico.
El vínculo referente entre las FARC y el FMLN connota una saga de acciones que tienen vigencia por la vida legal del FMLN y la completa y absoluta ilegalidad de las FARC.
Una situación es ser una organización guerrillera que lucha contra la dictadura que logra la “nueva legalidad” y otra es continuar pensando como guerrilla pero actuar bajo esquemas irregulares ilegales bajo el amparo del Acuerdo de Paz. El Frente ha cumplido porque su accionar es legal y público, en esto ha mostrado un avance superior a cualquier organización continental en su etapa de legalidad, con notables avances en la gobernabilidad de la nación.
El rechazo y pronunciamiento contra el terrorismo es un clamor mundial. Pero el hallazgo de la computadora colombiana, recuerda el caso Belloso y en ese momento el FMLN rechazó las acciones de estos grupos antisistema, de igual forma deberá actuar ahora, rechazando cualquier nexo con organizaciones terroristas o en su defecto pronunciándose contra cualquier acción ilícita que involucre la legalidad partidaria.
Es oportuno un pronunciamiento que deje claro la renuncia institucional a los principios ortodoxos comunistas, que implican: la dictadura del proletariado, el partido único, la lucha de clases, aceptar que el capitalismo es un modelo que puede humanizarse y transformarse, acciones que en conjunto les acercan a los modelos socialdemócratas o al liberalismo democrático, modelos vigentes que demuestran ser opciones válidas y triunfantes en el mundo para modernizar la sociedad y sus economías.
Si estos hallazgos son contundentes y sólidos, deben ser ventilados por la justicia internacional y las instituciones deben responder por sus actos “colegiados” no por acciones individuales, la justicia internacional tiene la palabra, de igual forma si fueron acciones individuales la institución tiene mecanismos de control sobre su accionar, pero pronunciarse sobre el tema es una magnífica oportunidad para fijar posiciones definitivas y creíbles, me parece que los datos son verídicos y explicar a la ciudadanía es prudente, a pesar que esa información de la computadora sea: “la verdad sospechosa”. -
Ante las extorciones
Caralvá
Las extorsiones son una plaga del siglo XXI, ahora usual en El Salvador.
A diario los ciudadanos se quejan de robos, pillajes, amenazas, saqueos a residencias o negocios, ventas de estupefacientes en sitios públicos, reclutamiento de menores por coacción, todo bajo las nuevas formas ilegales denominadas: maras.
Existe un abanico de soluciones, pero las más apropiadas son las relacionadas con la educación de los jóvenes, en la prevención de la violencia.
Además de comprender el fenómeno social de estas bandas delincuenciales, el estudio y divulgación del fenómeno por medios de comunicación debería ser una constante de campañas ciudadanas, puesto que no existe un día que la ciudadanía viva tranquila sin temer por su vida o sus bienes.
No es exageración afirmar que muchos puntos de la ciudad viven en acoso permanente de estas bandas delictivas. Estas bandas usan los microbuses para delinquir, se observan microbuses en los alrededores de la Terminal de buses de occidente realizando circuitos extraños hasta el Hospital Roma, interceptando a otros microbuses y amenazando a otros conductores, sus ocupantes se ocultan en el piso del microbús y de nuevo retornan al circuito de maldad, existe temor de la denuncia, algunos denunciantes han sido asesinados, otros han logrado con éxito su cometido descubriendo a “personajes judiciales” que cobran extorsión, en franca complicidad de malos policías.
Estudiar y divulgar los resultados, campañas mediáticas y de nuevo estudiar la evolución de este fenómeno asociado al narcotráfico debe ser una acción permanente de la sociedad, estas campañas deberían ser predicadas desde los altares de la patria hasta los altares más celestiales de todas las religiones, sin ninguna restricción porque está destruyendo los valores que han originado a la nación: Dios, Unión y Libertad; si piensan que es exagerado, preguntemos a los ciudadanos extorsionados que a diario reniegan de su seguridad y prefieren emigrar a Estados Unidos por el temor de represalias.
Hace unas semanas la televisión norteamericana reveló un programa sobre este fenómeno social en Los Ángeles, California, donde los jóvenes de 12 años son reclutados y engañados por este sistema delictivo; estos jóvenes obligados a delinquir en poco tiempo no pueden escapar de la red del mal, en San Salvador la situación parece ser un espejo de aquella gran urbe.
Con satisfacción observamos la veda de armas en lugares públicos y tenemos referencias de ciudades suramericanas donde se establece un Estado de Sitio para Menores de edad, a fin de cuentas los menores de edad ¿qué pueden aprender en las tabernas?.
Ante las extorsiones lo mejor es la denuncia, la educación corresponde al Estado, a los ciudadanos no les corresponde tomar la justicia en sus manos, porque sería la perfecta excusa para eliminar inocentes a nombre de calumnias.
La racionalidad pública, elemento olvidado de la nación debe considerar la educación preventiva de la violencia como acción estratégica, al igual que los alimentos y los empleos en esta época de crisis. -
La Paz Social en tiempos de crisis económica
Caralvá
La Paz Social es un tejido que se construye entre ciudadanos, la actual crisis económica puede ser un buen principio.
El llamado a una conjunción de voluntades por parte del Gobierno de la República es una afortunada iniciativa, de la cual ninguna institución política se declara en contra, porque nadie se opone a la búsqueda de soluciones a la difícil situación económica de la nación.
La Paz Social tiene ahora la palabra, La Paz Social no son normas de buena conducta, ni aspectos morales, la Paz Social es delegar funciones a las instituciones políticas en acciones cruciales para mediar en la crisis, es acreditar trabajos de responsabilidad en acciones concretas nacionales e internacionales para facilitar recursos que la nación requiera, pensando incluso en (re)formas de intercambio comercial no tradicionales, La Paz Social es la construcción de la confianza entre adversarios políticos porque eso elimina las diferencias ideológicas.
La Paz Social crea puentes con la oposición política y se necesitan por la transparencia, que cada día es más proclamada ante la severa contracción del poder adquisitivo de los trabajadores.
Es un bueno momento para escuchar y corregir el rumbo nacional, es hora de escuchar el clamor por las reformas, pactos sociales, cumplimiento de acuerdos internacionales, respeto a los derechos humanos, etc., una visión pragmática hacia el futuro, que al menos garantice suministros básicos para las poblaciones.
El respeto a la institucionalidad será la base fundamental de la Paz Social, de manera que sea impronunciable invocar la “seguridad nacional”, para destruir el estado democrático, tanto en las formas de alternabilidad política como en las reformas que propicien cambios en la estructura económica que generan pobreza.
Además La Paz Social para los ciudadanos es viajar tranquilo en el transporte colectivo, poseer integración económica, acceso a la educación, agua, vivienda, salud, pensión con honor, pero si los ciudadanos no tienen empleo, además existe un alto costo de los productos básicos y la gasolina, esta condición nunca puede ser Paz Social.
El reciente llamado a las fuerzas sociales es un buen principio para aglutinar voluntades ante la desaceleración económica, también es una buena señal para renunciar al nocivo hábito de la desconfianza política, creado por antiguas ideologías y acciones que ya no tienen validez histórica.
En un día memorial de las jornadas de trabajo podemos citar unas palabras de Andrei Gromiko: La paz, en sus múltiples condiciones, es una condición de eterna juventud en la búsqueda de la verdad, opuesta a la maldad y la opresión. -
En el tanque… la credibilidad política
Caralvá
Ahora lo primero que hacemos es observar el tanque de la gasolina, esta tan próximo que nuestras respuestas son medidas por cuantos cuartos de gasolina tenemos acumulados en el tanque del auto, pero si lo ampliamos podemos imaginar el tanque de los buses, taxis, motos, tractores, aviones, buques, etc. de esta forma toda operación comercial debe implicar costos sobre nuestros ingresos, en general, al final los pobres terminarán pagando el costo de la crisis, porque es lo más fácil para algunos, para los pobres es la peor de las medicinas.
El tanque mide el pan, la harina, las medicinas, el salario mínimo, los servicios, hasta los frijoles, porque solo a “pocos” privilegiados les regalan la gasolina, a los demás no nos regalan ni el saludo…
Es legítimo preguntarse por el futuro: ¿cómo estaremos en abril de 2009? cuando el precio de la gasolina llegue a $5 o $6…espero estar absolutamente equivocado y yo seré el primero en alegrarme, pero hacia allá vamos y sin frenos.
Algo debemos tener claro, no buscar culpables evidentes, porque solo encontraremos inocentes, toca a cada sector hacer su mejor esfuerzo en la búsqueda de soluciones integrales, como nos repetían algunos maestros en el INCAE: “Duro con los problemas, blando con las personas”.
El tanque de la gasolina parece que ha movido nuestro sistema de creencias, ahora creemos que las distancias son más largas porque la gasolina dura menos, creemos que el auto consume más cuando en realidad realiza el mismo trabajo con menos combustible, creemos que la aguja del marcador no se mueve cuando en realidad la aguja no miente en su recorrido a “tanque vacío”, creemos pecar por usar vías más largas para evitar el tráfico diario o elegidos de la Divina Providencia al exclamar: “Gracias a Dios tengo para la gasolina”.
El costo de la gasolina es una magnífica oportunidad para los gobernantes de brindar soluciones y un factor que no distingue de banderas políticas; sobre este tema diversos sectores sociales públicamente han expresado puntos coincidentes: austeridad gubernamental, ejecución de proyectos pendientes, transparencia en el manejo de los dineros del pueblo, aumentos salariales, liberación de impuestos en productos básicos, garantía alimenticia para los más necesitados, defensa de empleos… etc.
En el tanque también esta la credibilidad política, ahora no bastarán promesas, sino realidades en un mundo ahogado por los precios del petróleo, esta brecha de credibilidad implica muchas variantes, pero una parece indicar el camino de la razón, la nación debe comprometerse en una amplia alianza social para lograr acuerdos entre todos los sectores: gobierno, iniciativa privada, iglesias, partidos políticos, medios de comunicación porque el momento lo exige; ninguna fuerza por si sola puede hacer frente al golpe económico mundial, al menos de esta manera un pacto social podría atenuar este infortunio internacional.
Es un buen momento para reflexionar que el mundo no llegará a su fin por el aumento del precio de los combustibles fósiles, pero si puede acabar con la credibilidad política de muchos representantes populares.