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el salvador - Page 4

  • Cultura y vigencia de la Historia

    Armonía de mi pueblo, Fernando Llort, mural destruido, en diciembre de 2011

     

     

     

    Caralvá

     

     

     

    Lo importante de las expresiones culturales en las diversas condiciones que nuestra sociedad salvadoreña pueda concebir, reside en su vigencia histórica. La cultura en su dinámica creativa tiene muchas facetas de interpretación al igual que escuelas nacionales e internacionales, es evidente el carácter de influencia que recae sobre los artistas cuando se expresan e interpretan los momentos que viven, de esta forma el arte tiene fronteras filosóficas, religiosas, jurídicas, científicas etc.,  que adelantan sus criterios, en esencia son reflejos del estado de conciencia de los artistas. El momento de paz social que vivimos también reclama las genuinas manifestaciones de un momento inédito, es un presente privilegiado para una generación de cambio, en esencia podemos referir los siguientes elementos: no existe el autoritarismo que imponga una lectura del mundo en contra de otra visión ideológica, tampoco existe una resistencia organizada que posea el ideal de un mundo feliz con plena igualdad mundial, vivimos por primera vez en la historia de la humanidad un sistema mundial y aunque esto suene a blasfemia, de América hasta China el capitalismo es el idioma común, de tal forma que el modelo mixto en algunas regiones también tiene signos de ampliación y buena salud, estos sistemas mixtos son donde coexiste el comunismo con el capitalismo, principalmente en oriente; de no ser por algunos fanáticos religiosos, el mundo parece que no cometerá el suicidio de jugar con armas nucleares; pero ese momento deja a los creadores en un vacío de opción creativa, la cual debe orientarse hacia el modelo que viviremos en los siguientes años y la voluntad de transformar las sociedad.

     

    El artista como agente cultural, no puede permanecer pasivo ante la sociedad que perfila su horizonte histórico, además influenciado por los medios de comunicación multimedia que irrumpen en las redes sociales con sentido positivo y negativo. Debemos fijar un parámetro que cristalice la vocación de los autores y a mi parecer debe ser la historia de las naciones, el estudio, la comprensión de los límites: materiales, espirituales o religiosos de nuestros pueblos, esa es la bandera que debe orientar nuestros esfuerzos, porque al menos esta nos demuestra la genuina vocación de avance hacia el desarrollo personal o social, de esta forma colocaremos la insignia de nuestros pasos, así la tecnología estará a disposición de nuestra consciencia no a la inversa, puesto que en muchos casos poseer tecnología no es sinónimo de avance cultural, ni conocimiento, ni comprensión social, puesto que la tecnología sin orientación es la mecánica del consumo, la mala educación para endeudarse pero no para crear capital, ni consciencia productiva solo reproductiva.

     

    Vivimos un momento para la historia, con dos opciones formidables: hacia la perfección de la democracia o hacia el retorno del pasado disfrazado de nuevos discursos. Los autores con sus obras consciente o inconscientemente se pronuncian sobre el tema. La cultura implica entonces la modernización del capitalismo, la extinción de las oligarquías por la democratización del capital, la movilidad social, la conducción del cambio, la estructura de partidos políticos con proximidad al pueblo, las reformas constitucionales etc. porque esto también es cultura de paz.

     

    La vigencia de la Historia es el signo que debe guiar a la cultura y la sociedad, orienta a la nación y la democracia.

     

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  • ¿Existe movilidad social en El Salvador?

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    Caralvá

     

     

     

    El concepto de movilidad social implica las posibilidades de una persona de ascender en su factibilidad socioeconómica por medio de un empleo, en muchos casos está asociado a sus logros académicos. Si tomamos estas situaciones en forma rígida, algo en nuestro modelos educativos o productivos debe estar equivocado, puesto que muchos ciudadanos logran méritos académicos, pero no consiguen trabajo, también existe el caso contrario, los cargos son otorgados a empleados no por méritos académicos, sino por factores ajenos al clima laboral.

     

    La realidad salvadoreña en la movilidad social tiene factores deprimentes, con una enorme cantidad de médicos, ingenieros industriales, abogados, odontólogos, ingenieros civiles etc… desempleados, ¿es posible esto?, en una nación con tantas necesidades, con tantas urgencias de salud, alimentos, aplicación de justicia, carencias nutricionales y dentales, donde muchos ciudadanos no tienen una habitación digna ¿es posible que estas personas estén desempleadas? Por extraño que parezca así sucede, ¿qué falla entonces?: El modelo educativo, la oportunidad de empleos, el sistema capitalista o nuestra sociedad que no orienta la educación hacia las oportunidades posibles. Durante años debatimos informalmente y con muy bajo perfil, la factibilidad del modelo educativo integrado al modelo productivo, es decir si las universidades o la educación se orienta hacia las fuentes reales de empleo o son producciones de profesionales sin posibilidades de inserción laboral, es necesario pensar sobre estos problemas puesto que el aumento de la población, así como el envejecimiento de otras creará muy pronto problemas de la creación de nuevas plazas, las cuales no son nada fáciles de encontrar para los jóvenes profesionales. Estas aristas entre la educación, la sociedad y el modelo productivo deberían de existir en una agenda de la nación, que establezca modelos de concordancia entre el crecimiento de la nación y la orientación de la educación, puesto que de continuar la trayectoria actual pronto existirán muchos “ilustres desempleados” como en otras naciones, que desempeñarán los trabajos que en otros tiempos correspondían a personas con mínima escolaridad.

     

    El caso de jóvenes graduados de prestigiosas universidades o escuelas superiores que no logran integrarse a la vida productiva es notable, al igual que otros con potencialidades extraordinarias, que realizan labores para las cuales su grado académico no sirve para nada, en otras palabras estudiar tanto no es rentable y la pérdida de inversión efectuada por sus familias es visible.

     

    Existen problemas asociados a este fenómeno, uno de ellos es la devaluación de los méritos académicos por la multiplicación de los ilícitos debido a la delincuencia, el caso del narcotráfico, el crimen organizado, las drogas, la corrupción que impacta en la oportunidad de empleos puesto que destruye el esquema de acumulación dineraria, todo el modelo educativo y jurídico sucumbe ante este fenómeno no solo en nuestra nación, quizás necesitamos nuevos valores que eliminen la idolatría del dinero y la vida fácil.

     

    La movilidad social entonces con sus muchos componentes no puede resolverse en poco tiempo, pero no podemos ocultar esta realidad, no es posible que una persona que ha invertido muchos años estudiando viva en el desempleo, no es justo, puesto que podemos llegar al absurdo de que la educación no sirve para nada, es un engaño y un fraude. Necesitamos entonces que las necesidades productivas coincidan con el modelo educativo, así como el respeto y la oportunidad para las personas con méritos académicos, al igual que innovar en nuevas áreas de trabajo; necesitamos nuevos valores sociales para rechazar la corrupción en todas sus formas.

     

     

     

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  • Diálogo y reformas permanentes

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    Caralvá

     

     

     

    El instrumento del diálogo ha demostrado ser el único que puede acercar posiciones de puntos opuestos políticamente, con resultados concretos.

     

    Históricamente al proponerlo es vilipendiado y descartado en los conflictos políticos de nuestra nación, no obstante debería instituirse como primera opción para no llegar a los extremos que hemos presenciado en las últimas semanas, puesto que provoca el ascenso de las opiniones a favor y en contra de la interpretación constitucional, que  llega a saturar los medios de comunicación con enfoques negativos para los protagonistas.

     

    Este es un buen momento para realizar un “control de daños” en los contendientes políticos, puesto que no es posible que en cada confrontación la institucionalidad colapse voluntaria o involuntariamente por situaciones de vacíos constitucionales, parece más racional la previsión de estos eventos que sufrir las consecuencias de estas confrontaciones.

     

    Una lectura de los resultados es que no se pueden sostener las propuestas maximalistas, ni idealismos extremos,  agregando que la mediación internacional es una herramienta recurrente en nuestros conflictos internos, lo cual quedará como precedente para futuros eventos de igual naturaleza.

     

    A pesar de los buenos augurios por el acuerdo alcanzado, ahora afloran nuevos desafíos entre ellos las reformas constitucionales, tema que probablemente nos lleve a situaciones parecidas como las semanas anteriores.

     

    Ante estos sucesos como nación debemos despojarnos de la mentalidad bélica, los problemas políticos no deben asumirse como conflictos entre enemigos de la guerra fría sino como compatriotas que luchan por la nación, tampoco se debe impulsar la confrontación pensando que el problema político es la mejor plataforma para ganar votos en un futuro evento electoral, no podemos continuar en un clima de confrontación permanente, puesto que los problemas concretos como: seguridad, pobreza, crisis internacional nos golpea sin preguntarnos si pertenecemos a una facción política, simplemente eso no contribuye en nada.

     

    Aprender de la Historia, desmontar la mentalidad de guerra al infinito,  para no caminar en cada crisis sobre barriles cargados de pólvora, porque un día alguno encenderá un fósforo por accidente… por eso la mentalidad de paz debe imponerse, si existen diferencias las soluciones deben ser posibles y realistas, sin necesidad de la amenaza permanente del  cuartelazo o la violencia contra opositores políticos.

     

    Si la solución siempre fue política como lo será en el futuro, debemos asumir formas racionales, justas y  dignas, acompañadas de acciones incluyentes, que unan a la nación porque desunir a la nación, fragmentar al pueblo salvadoreño, alimentar el odio y la violencia ha sido el canto de la tragedia por generaciones, de eso la nación ha soportado catástrofes reseñadas.

     

    Existe además en estos temas, la notable ausencia de la acción directa del pueblo, ¿Cuándo votamos por las Reformas Constitucionales? ¿Quién ganó sobre tal o cuál artículo a reformar? Si la respuesta es: ¡no se puede consultar todo! Como dijo un abogado en televisión, entonces no deseamos una democracia que solo nos pida un voto por una persona que no nos representa, puesto que este tema y otros si son temas de nación, no solo de una facción política.

     

    En conclusión necesitamos: diálogo permanente, consultas a nación en estos temas y reformas constitucionales.

     

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  • Ayer era legal ahora ilegal, mañana reforma constitucional

    Profanación a estatua de Monseñor Romero, daños visibles en rostro, sin cruz

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Caralvá

     

    A propósito del impase entre la Asamblea Legislativa y la Sala de lo Constitucional, una anécdota atribuida a Abraham Lincoln, decimosexto Presidente de los Estados Unidos (12 de febrero de 1809 – 15 de abril de 1865) nos ilustra sobre un caso jurídico que podría tener dos soluciones, dos interpretaciones, pero al final una realidad posible o en su defecto una posibilidad que reforme la constitución sobre un tema: “no escrito”, siempre y cuando exista la visión que en ocasiones no se puede ganar todo, “solo lo necesario”.

    “Cuando Lincoln era un joven y prometedor abogado, tuvo dos vistas por un delito similar en el mismo día y en la misma sala. La única diferencia era que en el primero defendía al demandante y en el segundo al demandado. La exposición de la mañana le dio la razón a su defendido y ganó el pleito. Pero, por la tarde, para convencer al tribunal hubo de emplear el argumento contrario. El juez le preguntó cuál era la razón de su cambio de actitud. «Muy sencillo, señoría. Esta mañana tal vez estaba en un error, pero esta tarde sé que tengo razón»” este podría ser el caso de la elección de los magistrados declarados (in)constitucionales según la lectura de las partes interesadas. En el caso de la multicitada elección de las autoridades de la Corte Suprema de Justicia, el fallo de la Sala de lo Constitucional llega tarde a la sociedad salvadoreña, de haber sucedido el fallo inconstitucional en el año 2006, no viviéramos este limbo legal con las consecuencias tenebrosas en el año 2012; en este punto unimos Justicia y Derechos que van de la mano con las reglas de la convivencia social,  en línea directa con el modelo del Estado de Derecho que deseamos. La solución cualquiera que sea, no puede ser una justicia elitista, ni tampoco una justicia que provoque la disolución del Estado de Derecho, por lo tanto los derechos de los magistrados electos deben ser respetados incluso los declarados “inconstitucionales”, de tal forma que un retorno al estado de “cosas” anterior al precedente sería deseable. Los sectores en contienda afirman cada uno, la lectura selectiva de “su” historia, por supuesto que los sectores pro-oligárquicos están dispuestos a colapsar la nación, su contraparte una alianza amplia de fuerzas políticas no-oligárquicas tampoco están dispuestas a ceder sus avances expresados en las elecciones; esta historia era desconocida por generaciones anteriores en nuestra joven democracia, pero este puede ser un buen punto para que ganemos todos, bajo el signo de Reformar la Constitución y reafirmar la vocación de la República hacia una sociedad justa. Los mares de tinta destinados a este conflicto también deben orientar hacia la paz, hacia la deposición de la violencia, hacia una solución que proponga una reforma constitucional donde se exprese que la Asamblea Legislativa solo pueda elegir una vez a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia cada tres años (en su período vigente), desafortunadamente al no estar escrita, cada quién la interpreta a su manera, en algo recuerda aquella lógica elitista: “sino es ilegal es ética”, que es la base de muchos desafortunados eventos históricos no solo en esta nación.

    Pero se trata de encontrar soluciones, en este caso una solución de buena voluntad-política.

    Si la política es la culminación del derecho como escribió Luis M. Faría, “la mejor política es hacer el bien, como elemento natural del derecho”.

     

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  • Ejercicio constitucional salvadoreño sin fronteras

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    Nos movemos entre maniobras políticas bajo argumentos jurídicos, en esencia el derecho implica refinadas acciones de intereses de poder, tanto “intransigente” como “renovador”. El escenario actual entre la Sala de lo Constitucional y la Asamblea Legislativa es una cuestión de escenarios que chocan por la conducción de los poderes del Estado, en este caso el Poder Judicial y la Fiscalía General de la República entre otros. Asistimos al fin de una era cargada de abusos del sector “intransigente” ese poder antiguamente llamado oligárquico que engloba a poderosos capitalistas que ciegos de poder han ejercido durante décadas un rígido esquema de dominio que tiene como característica su ausencia de modernismo, es una derecha que no entiende de razones, puesto que tiene como bandera que esta nación les pertenece, así  como hace 200 años eran dueños de haciendas y todo lo que se encontrara en su territorio, los cambios para ellos son esencialmente: “comunistas”. El movimiento “renovador” constitucional está conformado por una nueva alianza democrática conformada no por una coalición formal, sino por intereses políticos que se oponen a la decadente derecha intransigente, el mapa que propugna por los cambios constitucionales es claro, es la correlación de fuerzas de la Asamblea Legislativa.  Los sectores que apoyan o no  los fallos de la Sala de lo Constitucional nos muestran el mapa social de la opinión pública, que avanza hacia la crispación de los sectores en pugna, escenario peligroso que impide la objetividad y en consecuencia soluciones políticas. La secuencia de acciones negativas por el grupo intransigente a partir de la instalación de un gobierno de izquierda desde el año 2009, tienen en común el signo que propiciar la ingobernabilidad, incluyendo acciones heredadas como: la quiebra del Estado, los hospitales jamás construidos, la transferencia presupuestaria de un Ministerio a otro a discreción de los presidentes durante 20 años, etc. ellos son los fariseos que defienden ahora la Constitución, pero jamás pronunciaron ni una leve queja, ante esas acciones extrañas, quizás porque eran parte de la rosca dorada, ahora a la luz de una nueva alianza renovadora en la Asamblea Legislativa que impulsa el fin del reparto partidario del poder judicial, se oponen a todo incluso a las decisiones que corresponden a la Asamblea Legislativa. Es muy extraño que los fallos de la Sala de lo Constitucional impliquen acciones desde el año 2006 en adelante, ¿por qué no se detectó este vicio durante estos años?... ¿dónde estaban los brillantes juristas pro-oligárquicos? Si el objetivo es ejercer un control constitucional sobre el poder político (de la Asamblea Legislativa u otros), parece que es el camino de Saulo a Damasco, puesto que habría que Reformar la Constitución y normar este capítulo. Cumplir las sentencias de la Sala de lo Constitucional paradójicamente es inapelable y patético para la nación. Ahora nuestra constitución tendrá un fallo en Nicaragua, quizás sea nuestro camino a Damasco.

     

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  • Honduras y Paraguay: caducidad democrática y traición

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    Cuando un fenómeno es recurrente como el caso de Honduras el  28 de junio 2009, donde Roberto Micheletti sustituye a Manuel  Zelaya como mandatario interino, la comunidad internacional calificó la situación de golpe de Estado; hace unos días el 22 de junio de 2012 el Congreso de la República de Paraguay destituyó al Presidente Constitucional Fernando Lugo en un juicio relámpago de 5 horas, la comunidad internacional reacciona calificando dicho evento de igual forma: Golpe de Estado.  Este cambio no es el clásico evento del siglo pasado, sino una acción que implica varias fuerzas concurrentes, entre ellas la traición de un sector poderoso del mismo partido gobernante al negar su apoyo en el congreso a su dirigente y la confabulación con fuerzas opuestas al liderazgo del presidente constitucional. Algunos argumentos contra Manuel Zelaya fueron: “salvar a la patria”, “contener al comunismo internacional”, “ruptura constitucional”, “ilegalidades en el orden institucional” y rechazar todo argumento intelectual a favor de la continuidad democrática; esa retórica es muy similar a los argumentos de las oscuras fuerzas de Paraguay al afirmar algunos miembros del Congreso : “un mal desempeño de sus funciones” y con 39 votos a 4 (2 ausentes) se declaró culpable al presidente, procediendo a su destitución, puesto que se superaron los dos tercios de los votos tal como lo exige su Constitución, el resultado es el mismo, la democracia caduca ante una interpretación de la clase política que traiciona la continuidad de los procesos constitucionales. Una lectura inicial de estos fenómenos parecen indicar que la democracia no es para siempre en el siglo XXI, tampoco la delegación política y el apoyo a su liderazgo de cambio de los ciudadanos a un presidente, son acontecimientos inéditos pero ahora no parecen aislados, asemejan eventos cíclicos y focalizados, como réplicas de espejos diabólicos, de tal forma que no será extraño que sucedan en cualquier otra nación donde una interpretación (-i-legal) constitucional puede ser esgrimida para una destitución presidencial con una velocidad sorprendente, mandando al carajo el apoyo ciudadano hacia su mandatario, como en los viejos tiempos del autoritarismo. Si este es el destino de la democracia latinoamericana, nos aproximamos al fin de una era de teoría política, puesto que esos eventos demuestran que la democracia tiene caducidad por confabulación legal de la clase política, con un resultado desconcertante en: tiempo, gestión y liderazgo, parece que los períodos de delegación política ciudadana están destinados a terminar prematuramente. Resulta evidente que existe la traición de sus propios partidos al cambio impulsado por ambos presidentes y la prisa por su destitución, tampoco importa las consecuencias nacionales e internacionales.  La clásica pregunta de Alberto O. Hirschman: “Retóricas de la intransigencia”, dice: dentro de la democracia: ¿qué podemos hacer?: “cambiarla, perfeccionarla, destruirla, revolucionarla”…según los nuevos parámetros en Honduras y Paraguay la respuesta parece ser además: “caducarla y apropiarla” a gusto de la clase política. Nuestro país que parece caminar al borde del abismo con interpretaciones divergentes entre la Asamblea Legislativa y la Sala de lo Constitucional, se discute extrañamente un argumento parecido: continuidad o no del orden constitucional, la historia al menos tiene dos ejemplos recientes y sus resultados son la caducidad democrática y apropiación del período presidencial.

     

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  • François Hollande horizonte solidario

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    Caralvá

     

    La memorable proclama de la declaración Franco-Mexicana que reconocía al FMLN-FDR en un momento crucial en la historia de nuestra nación, aquél 28 de agosto de 1981, retorna con vigencia ante el triunfo del socialismo francés en las recientes elecciones de aquella nación europea. Han pasado más de treinta años de una proclama que significó una bandera de esperanza en la desoladora realidad de represión que vivía nuestra nación, con una feroz persecución a todo sector democrático pero que la lucha del pueblo salvadoreño logró resistir en las peores condiciones a la intemperie autoritaria. Los ministros de relaciones exteriores de México y Francia: Jorge Castaneda y Claude Cheysson se pronunciaron ante los graves acontecimientos de aquella época que ahora son historia, pero fueron un enorme significado para el presente de nuestra vida democrática, puesto que en nuestra nación las instituciones se consolidan día con día. En los años ochenta del siglo pasado, François Mitterrand en su momento logró tender puentes con América Latina bajo un esquema general que algunos autores calificaron de urgentes obligaciones para colaborar por la paz en la región, ahora muchos años después podemos comprender el alcance de esos nobles principios y celebramos que así sucedieran. En la Revista Proceso, México, no. 246, 18 de julio de 1981 Julio Cortázar anotó una cita de François Mitterrand: “América Latina no pertenece a nadie”, “Está buscando su pertenencia propia, y es importante que Francia y Europa la ayuden a realizarla. Los Estados Unidos deben comprender que no les corresponde oponerse a ello y tratar de imponer una presencia que puede ser sentida como ilegítima cuando se lleva a cabo a expensas de la independencia de los pueblos y de los derechos humanos”. En ciertas ocasiones como nuestra lucha en este pequeño país por la supervivencia de las instituciones en este siglo XXI, con un gobierno absolutamente diferente a los 20 años de administración de un partido conservador, aquellas palabras cobran una extraordinaria vigencia, puesto que el nexo histórico con otros pueblos es la solidaridad democrática en sus momentos tan difíciles. Ahora nuestra nación se debate en graves problemas sociales que nos obligan a nuevos urgentes pronunciamientos, la vida democrática tiene desafíos que no tienen solución fácil, debido a que la nación en su conjunto debe asumir responsabilidades como es el caso de la Seguridad Nacional ante el tema del narcotráfico y el crimen organizado, ya no es como en el pasado que la negación de la democracia era el motor del cambio, ahora es la supervivencia del Estado Democrático el que se aferra a una oportunidad para intentar vencer ese cáncer social. De la misma manera que en Europa el tejido de la economía pasa por diversas naciones, en Centroamérica la economía con sus repercusiones sociales, no pueden verse aisladas entre los bloques dominantes como Estados Unidos y Europa, porque las evoluciones del narcotráfico con sus ramas destructivas no podrán vencerse sin el apoyo de terceras naciones. Tarde o temprano apelaremos a la solidaridad de los pueblos ante nuestros limitados recursos económicos, y esperamos como en otros tiempos la ayuda esas naciones amigas. El triunfo de Francoise Holland al menos tiene una visión de esperanza para la nación de América Latina, con la historia de la solidaridad entre los pueblos como su mejor ejemplo.
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