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Science - Page 17

  • Ausencia de Asamblea Legislativa

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    César Ramírez

    @caralvasalvador

    La lectura de nuestra realidad debería calificarse de “estado de calamidad política”, debido a la ausencia “ejecutiva de la Asamblea Legislativa”, éste es un terreno pantanoso provocado por diversos elementos desde la campaña electoral, pero algunos argumentos que dieron origen a esta situación son:  el voto cruzado, la contabilidad del voto por rostro, inclusión de nuevas reglas en el evento electoral que dispararon la incertidumbre del ejercicio del sufragio, los fallos de las empresas contratadas, una tormenta mediática que denigró al Tribunal Supremo Electoral con objetivos siniestros y al final un amparo que debilitó el funcionamiento del Estado salvadoreño. ¿Ésta situación contribuye al crecimiento democrático?, ¿o justifica una práctica permanente que deteriora la gobernabilidad?...El argumento fanático: “los fallos de la Sala Constitucional deben cumplirse” invoca un sentido de fatalismo ineludible, es un límite peligroso y la historia nos ilustra sobre casos ejemplares, puesto que  ese límite puede rebasarse con el argumento ancestral de la disolución de los poderes del Estado y la fundación de un nuevo modelo constitucional, como ha ocurrido en otras naciones. Esa es la triste historia latinoamericana del siglo XX, donde las constituciones protegían a los dictadores, ahora en el siglo XXI, parece que los fallos desequilibran al Estado en su conjunto, con interpretaciones más allá de los preceptos constitucionales al ordenar procedimientos que pertenecen a otras instituciones. En este momento la ausencia ejecutiva de la Asamblea Legislativa implica una parálisis de acción del primer órgano del Estado, porque mientras no se conozcan a los 24 diputados, la Asamblea carece de formación orgánica, en otras palabras vivimos en un limbo constitucional, donde solo están activos dos poderes: Ejecutivo y Judicial... así cada día incursionamos en una historia sin precedente, excepto cuando sucedían las asonadas militares del siglo XX.

    Cuando la Asamblea Legislativa no se reúne en la capital de la República, para iniciar su período y sin necesidad de convocatoria el día primero de mayo de la elección de sus miembros como lo ordena el art. 122 Cn. un abismo jurídico se precipita en la mente de los ciudadanos, puesto que si el Estado es Trino: Ejecutivo, Legislativo y Judicial... ¿cómo denominar nuestra realidad?.

    Al afirmar: “los fallos de la Sala Constitucional se cumplen”, se expresa la máxima invocación hacia un polo del espectro político, cuidado con ello, puesto que la historia no es lineal, la actual situación llama a reflexionar y no repetir esta triste historia. El momento conceptual es muy parecido a un golpe técnico, ¿de qué otra manera calificar la ausencia de un poder del Estado?. Si el día de mañana el TSE entrega los resultados finales de los 24 diputados electos por San Salvador, este tiempo contará como el antecedente jurídico de un fallo de la Sala Constitucional que quebrantó el mandato del Art. 122 Cn., puesto que la Asamblea Legislativa no se constituyó, ni inició su período el primero de mayo de su elección constitucional. Algunos comentaristas afirman que esto no afecta en nada a la República, quizás no se dan cuenta que el Estado está conformado por tres poderes, no únicamente por dos.

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  • Debilitar la gobernabilidad por cualquier medio

     

    César Ramírez

    @Caralvasalvador

    El amparo constitucional de los candidatos a diputados encendió una discusión inédita en la nación: el recuento de votos ordenado por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia versus la decisión del TSE al declarar firmes los resultados de  las elecciones a diputados y alcaldes; un organismo colegiados firma y publica los nombres de los designados a cargos públicos, pero horas después su nominación es calificada de “provisional”. La constante de estos fallos constitucionales, son coincidentes con un clima de negación de inversiones del Sector de la Iniciativa Privada, las fuerzas conservadoras niegan empréstitos incluso para la seguridad nacional, mientras fundaciones y gremios aliados  predican a sol y sombra que el Estado no funciona, en otra vertiente los poderosos medios de comunicación siembran la imagen negativa contra funcionarios públicos día tras día divulgando insinuaciones de corrupción e ineficiencia; estas líneas de comunicación negativa apuntan a la destrucción de las instituciones democráticas. El panorama configura el asalto al poder por medios legales o ilegales, no son situaciones aisladas, son una constante de “desinformación” articuladas durante años, estas acciones se construyen por medio de noticias, eventos, foros, opiniones, rumores, etc., para aislar a los gobernantes y propiciar un golpe técnico constitucional e instaurar un retorno del poder oligárquico en el poder ejecutivo, pero olvidan que los gobernantes han sido electos por el pueblo en elecciones libres.

    Existe un factor de punta de lanza en esta conspiración perversa, el tema de la seguridad nacional junto a elementos del antiguo ejército, mantienen una plataforma desestabilizadora de largo plazo; en este vértice los grupos del crimen organizado parecen unirse contra la democracia al coincidir en el tema de debilitar a las instituciones del Estado, cometiendo actos terroristas contra civiles, policías o soldados desarmados, jueces, profesionales, escolares etc., actos que en lugar de conducirnos a la unidad nacional, son utilizados por los grupos conservadores para agredir el orden constitucional y lanzar improperios contra los funcionarios públicos. Se trata de restar toda la base de apoyo popular al gobierno democrático aunque no estemos en campaña política, se pretende constituir un poder paralelo al Estado por medio de estructuras de facto constitucional en  niveles que la Carta Magna no refiere por ejemplo: impedir que los militares retirados ocupen cargos públicos, legislar la militancia de abogados e impedir su incorporación a cargos de primer nivel, impedir procedimientos jurídicos para juzgar a sus miembros por faltas a la ética, fallar tardíamente en el caso electoral de un candidato con impedimento constitucional, impulsar el voto cruzado a pocas semanas del evento electoral, propiciar un recuento de votos que crea incertidumbre en el sistema democrático y siembra un precedente constitucional sobre el TSE como máxima autoridad electoral, etc. Este mapa desestabilizador tiene por objetivo estratégico provocar un golpe técnico desde la Asamblea Legislativa bajo cualquier excusa, sea por la seguridad nacional o una mayoría calificada en la Asamblea Legislativa y paralizar al Poder Ejecutivo, etc… Me parece que defender el modelo democrático comienza con la denuncia de esta conspiración oligárquica y llamar a la opinión pública para que se pronuncie contra éstos mecanismos perversos en nuestra nación.

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  • Ahora se preocupan por la economía

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    César Ramírez

    @caralvasalvador

     

    Se quejan hasta el llanto por los impuestos, pero han antepuesto demandas inconstitucionales en la Corte Suprema de Justicia, un poco pesimista puedo adelantar que el recurso de inconstitucionalidad prosperará porque como todos somos iguales ante la ley: los pobres debemos pagar los mismos impuestos que los millonarios, de tal forma que el salario mínimo es igual al ingreso de miles de dólares que perciben los funcionarios de primer nivel, o los ingresos libres de impuestos y gastos fijos de las sociedades anónimas que otorgan dividendos a los verdaderos dueños de aquellas corporaciones –usando testaferros, transferencia de bienes, llamados de capital entre accionistas, y todas las argucias legales de sus direcciones jurídicas-, es posible que la inconstitucionalidad prospere porque todos somos iguales ante la ley:  Sí,  pero unos con ventajas comparativas y acumulación dineraria a costa de los dineros del pueblo; es posible que prospere porque los pobres de la nación no tienen abogados que usan sus conocimientos para crear contratos ilegales a favor de transnacionales incluso pasando sobre decretos legislativos por los cuales ahora la nación debe pagar cientos de millones de dólares por la traición de esos abogados que velan por sus bolsillos, no por los intereses populares ¿de cuánto será la comisión de esas acciones a estos abogados del diablo?.  Ahora se quejan que no hay dinero: en lugar de contribuir, pagar sus impuestos, aumentar su planta productiva, re-invertir sus ganancias, elevar su nivel tecnológico etc. Prefieren exportar sus capitales a otras naciones, ¿de dónde salen las ganancias de las corporaciones salvadoreñas? ¿Cómo las operaciones comerciales salvadoreñas inyectan millones de dólares a los negocios de terceras naciones?, así las gremiales privadas llamadas a elevar la productividad lanzan campaña tras campaña, día tras día por todos los medios a su alcance desinformando; cotidianamente los medios de comunicación al servicio de la oligarquía y sectores aspirantes al lujo ofensivo para nuestra pobreza salvadoreña, divulgan opiniones negativas para no pagar impuestos.  A pesar de todo, recientemente la Revista Forbes México con fecha 05 de agosto 2014, identifica a las 10 familias más influyentes de Centroamérica, entre ellas el Grupo Poma de origen salvadoreño con: “Ventas anuales del Grupo: $ 1,800 millones y da empleo a 18,000 personas en Centroamérica, Colombia, México y Estados Unidos; además se menciona a la familia Simán con sus Tiendas del Grupo Alsicorp en Centroamérica: 33, que genera empleo a 24,000 personas, ¿es posible que todo esté tan mal, cuando a estas corporaciones les va tan bien?   ¿Qué han hecho las gremiales durante estos años para contribuir a cambiar nuestro nivel de pobreza?... los resultados están a la vista: expresidente, exministros, exfuncionarios, exdirectores legales, exmiembros de juntas directivas de paraestatales son mencionados por graves fraudes fiscales, en otros casos sus expedientes fueron ocultados y alevosamente esperaron hasta la expiración del proceso legal, todo ello en colusión con funcionarios afines.  Somos iguales ante la ley, pero no ante el dinero de los funcionarios corruptos y sus corifeos… debería darles vergüenza no pagar impuestos para: educación, salud, seguridad.  www.cesarramirezcaralva.com

     

  • Por seguridad mejor no llegar tarde

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    César Ramírez

     

    @caralvasalvador

     

    ¿La seguridad es un concepto de clase social o un discurso político?, si nos ubicamos en la clase social los más pobres de la nación no tienen seguridad alguna, ni ahora ni en toda la historia de la nación, los pobres nacen inseguros y morirán intentando superar sus falencias, sean materiales o de realización personal. La seguridad como discurso político es excluyente, los datos de trabajadores fallecidos en manos de la delincuencia no tiene comparación con sus contrapartes de las élites económicas, los datos son desproporcionados.  En este momento del año 2014 la seguridad (personal ciudadana) me parece un esquema defensivo y ofensivo. En nuestra nación la seguridad no es un concepto popular, es conocido que el pueblo no tiene seguridad alguna, los pobres no tienen guardias armados, ni escoltas, ni siquiera las grandes poblaciones tienen organización autodefensiva, nada… el monopolio de la seguridad reside en los instrumentos del Estado. Estemos de acuerdo o no, la seguridad para el pueblo ha sido entendida bajo un criterio político, no es un dictado que responda a la organización popular de barrio por barrio, casa por casa, cantón por cantón, ha sido una jurisdicción exclusiva de los políticos, pero muy recientemente este concepto ha cambiado; ahora es motivo de opinión y organización ante el avance de un nuevo modelo de inseguridad: “la delincuencia organizada”.  En otros tiempos este avance delictivo era ajeno a los núcleos populares, a sus organizaciones internas; el discurso político siempre llamó a confiar en las instituciones, así era la norma. Ahora sufrimos a diario (des)información de los datos delictivos de nuestra seguridad ciudadana, ¿qué hacer? La respuesta popular es contundente cuando los ciudadanos enfrentan en igualdad de condiciones a los delincuentes, muy caro pagan los agresores sus atropellos.  La seguridad de las clases sociales altas ¿está en crisis?, se sienten amenazados empresarios, banqueros, industriales, etc. Por supuesto que no. No obstante los golpes más rudos de estos criminales son dirigidos hacia el pueblo trabajador, por momento indefenso. Paradójicamente el discurso de seguridad personal comienza a cambiar, la clase política asociada a los grandes estamentos económicos muestra signos decadentes, en sus filas se encuentran diputados con antecedentes de narcoactividades perseguidos por la justicia internacional, otros diputados fueron asesinados en Guatemala por grupos policiales vinculados a traficantes de drogas, recientemente los nombres de prominentes políticos  y hombres de negocio circulan en las redes sociales señalados por la Trata de Personas. Estos actos parecen el mundo bizarro, donde  las clases sociales altas propician la inseguridad nacional.  El colmo de esta situación de “inseguridad clasista” son los datos divulgados en medios de prensa, un religioso extranjero en sus grabaciones privadas se burla de todo, incluso de la fe de los feligreses por el Día de la Cruz, oficiaba misa pero cometía ilícitos con sujetos identificados de “terroristas” por Estados Unidos, resulta que los fieles encomendaban su seguridad personal al propio demonio disfrazado de ministro de Dios… introducir un celular a la prisión es peor que diez fusiles en las calles… Si nuestra sociedad muestra signos decadentes en la seguridad ciudadana es oportuno valorar un nuevo tipo de ciudadano unido a las instituciones policiales, Fuerza Armada, Inteligencia y autodefensa, este tiempo requiere unidad de acción ante un poderoso enemigo, nunca antes enfrentado: el crimen organizado… esperemos no llegar tarde. www.cesarramirezcaralva.com

     

  • Lenguaje político: Estado fallido

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    César Ramírez

     

    @caralvasalvador

     

    Los conceptos en nuestra sociedad cambian de acuerdo al momento histórico, no vivimos aquellos años ochenta o noventa del siglo pasado cuando la palabra: diálogo-negociación era un anatema, tampoco mencionamos: “represión”, “tandona”, “violación de los derechos humanos”, etc. Pero encontramos diversos conceptos o palabras lanzadas como dardos venenosos contra enemigos políticos en cada momento pre-electoral o electoral; algunas palabras son falacias para orientar la opinión pública hacia un partido político, causar incertidumbre, proyectar fatalismo, desesperanza, etc... ese lenguaje conforma un modelo que tiene los siguientes elementos: “todo está mal, la economía es un desastre, no funciona la seguridad, en otras palabras: ¿qué estamos haciendo acá?”... pero ese mensaje no llega al nivel de desesperación, solo es una apariencia de grupos interesados con objetivos electorales, en realidad el emisor del mensaje no pretende provocar el pánico general, solo degradar la imagen del partido oficial.  Ellos no se pronuncian cuando existen transacciones comerciales de millones de dólares de una entidad financiera local a otra del exterior; ni la venta de acciones de un banco crediticio a punto de quebrar; tampoco la fuga de capitales de donaciones internacionales etc., se trata de construir una mala imagen por diversos “ríos de comunicación”: rumores, testimonios fraudulentos, documentos apócrifos, medios de comunicación “leales”, seminarios internacionales –que presagian la muerte súbita económica- campañas para profundizar el incumplimiento de pagos,  voceros que proclaman el pago de millones de dólares a empresas internacionales a costa de contratos ilegales e inconstitucionales, defensa de la impunidad (para los sectores oligárquicos), oposición activa contra cualquier financiamiento del Estado y sus pagos contractuales etc.. Ésta comunicación degradante llegará al clímax durante la campaña electoral de 2015. Proclamar el “Estado fallido” es una comunicación negativa, destructiva, solo aumenta la desesperanza pero no contribuye en nada, como dicen los chicos: “ni cachan, ni pichan, ni dejan batear”, solo obstruyen cualquier iniciativa democrática, porque desean el retorno del modelo oligárquico. Para ellos: ¿Existe una propuesta aceptable que acompañe a la nueva administración?. No… quizás porque es democrática, constitucional y legítima.  ¿Después de quejarse qué hacen? ¿Esperar un golpe de Estado “constitucional” similar al caso de Honduras? ¿Soñar con un pasado oligárquico lleno de represión? ¿Acaso retornar al autoritarismo con la Tandona Recargada?. Todos vivimos en esta pequeña nación plagada de historias heroicas, tenemos el mismo cielo, el destino quizás no sea igual para todos, porque los pobres (de los cuales yo el primero) usualmente somos pre-destinados a leyendas tristes; pero día a día suscribo un contrato de esperanza y  empeño mi voluntad por un nuevo país, creo en la democracia, también en el esfuerzo cotidiano por un mundo mejor, nos merecemos un futuro diferente “todos”, incluyendo los nostálgicos,  también para ellos hay lugar, su opinión no es mi menos ni más alta que la mía. Así que esta es nuestra nación, con sus problemas que parecen insuperables... al final… venceremos a la adversidad.

     

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  • El Capital: el más cobarde en un Estado fallido

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    César Ramírez

    Afirman los hombres de negocios: “nada es más cobarde que un millón de dólares”, pero si existe alguien más cobarde… “El dueño de ese millón de dólares”… si nuestra nación se encamina hacia esa invectiva lanzada por un sector de la Iglesia Católica contra el Estado Salvadoreño es desafortunada y fatalista. Veamos el concepto académico propuesto por Jonathan Di John de la Universidad de Harvard, en su artículo: Conceptualización de las causas y consecuencias de los Estados fallidos: una reseña crítica de la literatura (2008), publicado por La Universidad de los Andes “Estado fallido: definimos un “Estado fallido” como una condición de “colapso estatal”, es decir, un Estado que no puede desempeñar sus funciones básicas de seguridad y desarrollo y que no tiene control efectivo sobre su territorio y sus fronteras. Un Estado fallido es aquel que ya no puede reproducir las condiciones para mantener su propia existencia. Este término se utiliza de forma muy contradictoria en la comunidad política (por ejemplo, hay una tendencia de llamar “Estado fallido” a un Estado que simplemente se desempeña pobremente, tendencia que rechazamos). El opuesto a un “Estado fallido” es un “Estado duradero”, y la línea absoluta que divide estas dos condiciones puede ser difícil de establecer en los márgenes. Aun en un Estado fallido, algunos de los elementos del Estado, como las organizaciones estatales locales, tal vez sigan existiendo”. El artículo se extiende en muchas líneas teóricas, ¿pero en realidad vivimos ese nivel de calamidad?, me parece una exageración, los más cobardes serían los capitales millonarios arraigados en nuestra nación, acá gozan de buen salud, veamos por ejemplo: las telefónicas, las instituciones bancarias, empresas comerciales de diversos niveles, no expresan signos decadentes; una simple revisión de sus balances anuales hablan por sí solos, tienen ganancias netas millonarias después de la depreciación, salarios, etc., incluso se exportan capitales a otras “operaciones comerciales”, de tal forma que nuestra nación hace posible el crecimiento de inversiones internacionales, acá no existe control de inversiones al considerar que son capitales privados, pero olvidan la acumulación originaria salvadoreña. Recientemente la Revista Forbes México con fecha 05 de agosto 2014, identifica a Las 10 familias más influyentes de Centroamérica, entre ellas el Grupo Poma de origen salvadoreño con: “Ventas anuales del Grupo: $ 1,800 y da empleo a 18,000 personas en Centroamérica, Colombia, México y Estados Unidos; además se menciona a la familia Simán con sus Tiendas del Grupo Alsicorp en Centroamérica: 33, que genera empleo a 24,000 personas, ¿esta condición es posible en un Estado fallido o en camino del colapso?, de ninguna manera.  En Colombia existe una guerra con más de cincuenta años con territorios guerrilleros, muchas armas, organismos paramilitares, narcotráfico, etc. La escala de violencia es superior a nuestra nación, pero nadie califica a esa hermana nación de “Estado fallido”, lo mismo en México con acciones históricas de combate a grupos irregulares, en magnitud incomparable con nosotros, no obstante nadie califica a México con esas invectivas, de tal forma que nuestro deber ciudadano en El Salvador, es contribuir como ciudadanos en la construcción de la paz social, fortaleciendo la democracia y denunciando esos desafortunados pronunciamientos que solo tienen por objetivo provocar incertidumbre y fatalismo. El capital no esperará el llamado del cielo para abandonar sus negocios terrestres en nuestra nación, y acá ese capital o sus dueños no tienen nada de cobardes.

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  • Sector Privado con nueva mentalidad

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    César Ramírez

    @caralvasalvador

    El Sector empresarial tiene por objetivo invertir en sus negocios, debe construir una estructura económica más allá de una administración gubernamental, con una mentalidad de crecimiento y desarrollo. Hemos observado durante estos últimos años una distorsión del objetivo estratégico del sector privado, convirtiéndose en actor político, pronunciándose en áreas que no le pertenecen como en las pasadas elecciones, así muchas empresas fueron denunciadas por promover el temor a sus trabajadores si votaban a favor de un partido político, esta connotación provoca una imagen distorsionada del empresario tradicional.  El empresario está llamado a desarrollar su empresa,  crear relaciones con todos los sectores de la sociedad, expandir su negocio con diversificación, elaborar un producto de tanta calidad que compita en niveles internacionales, ese empresario visible en otras naciones quizás dejó de existir en nuestra nación. Es posible que el conflicto armado creara los fantasmas necesarios para el discurso: “amigo-enemigo”, “amigos son todos los capitalistas, quienes no piensen como nosotros son comunistas”, ese discurso obsoleto aún persiste, es una lástima. ¿El sector privado evoluciona al mismo ritmo que el capitalismo o involuciona bajo un discurso político del pasado?, es evidente que la eterna oposición a toda la democratización de la economía provoca un retraso en el mismo desarrollo del capitalismo, hace mucho tiempo que la movilidad social tiene serios desajustes en nuestro modelo económico, la correspondencia estudio-empleo-salario no coinciden con las ofertas de trabajo, de tal modo que la meritocracia no aplica, de esta forma muchos profesionales son desempleados, tiene sub-empleos o simplemente emigran del país… esta condición es una resultante de la relación empresa privada, gobierno, inversiones internacionales, demanda laboral, etc., la apertura del mercado en todas sus modalidades también parece una ficción, el libre mercado tiene doble discurso por ejemplo en las radiotelecomunicaciones;  la nación necesita un cambio de mentalidad hacia la democratización del capitalismo, ello significa generar confianza “política” entre trabajadores y empresarios, crear un clima de diálogo entre el gobierno junto a la iniciativa privada, aceptar la Reforma Tributaria para sumar esfuerzos bajo la unidad nacional.

    La opinión pública es bombardeada con mensajes negativos sobre la Reforma Tributaria, se difunden conceptos políticos pero no argumentos económicos, así los mensajes llenos de falacias golpean día a día a la población como una campaña política, pero nunca en toda la historia de la nación se han divulgado con la misma intensidad las ganancias anuales de algunas empresa exitosas por más de $100 millones después de impuestos, salarios y derivaciones, son utilidades extraordinarias, estas acciones jamás son divulgadas, ¿por qué no anuncian los excedentes con la misma vehemencia? Estos datos se pueden encontrar en los estados financieros y en los informes anuales públicos hacia los accionistas.  No existe un límite a la ganancia de estas entidades, cabe destacar que en otras naciones los límites de utilidades están normadas y al sobrepasarlo pagan impuestos. Necesitamos entonces una nueva mentalidad del sector privado, que retorne a la visión estratégica de invertir. El Estado necesita de una Reforma Tributaria acorde a la realidad nacional, un cambio de mentalidad es necesario para la garantizar los intereses de la nación en los siguientes años. www.cesarramirezcaralva.