Caralvá
En 1811 éramos parte del Reino de Guatemala y conformábamos la provincia de San Salvador, nuestra dispersión geográfica era compensada por varios elementos que encerraban el embrión de la futura República de El Salvador.
Entre las características diferenciales de nuestra futura nación se encontraba el idioma náhuat-pipil, el cual era hablado en las siguientes regiones: desde Ahuachapán hasta Apaneca, Nahuizalco, Sonsonate, Caluco, Izalco, Norte de Sonsonate Cuisnahuat, Ateos, zona de mexicanos (Aculhuacan, San Sebastian, Ayutuxtepeque), Apopa, Nejapa, San Jacinto, Huizúcar, etc..
Las distribuciones eclesiales seguían a la administración política-administrativa colonial, bajo esta condición los pueblos eran comprendidos junto a diversas haciendas que englobaban el modelo de producción agrícola, pero con marcados abusos impositivos de por vida para indios y africanos, con una horrorosa ausencia de justicia.
Existen al menos tres etnias diferenciadas en coexistencia: blancos (europeos y americanos), Africanos (libertos y esclavos) y pueblos originarios (en diversos grados de organización social), con una mezcla en los pueblos que coincidía con el poder económico en ciudades como: San Salvador, Santa Ana (en aquel momento pueblo), Sonsonate etc..
Paradójicamente el poder aglutinador colonial esta fragmentado desde España. En 1807 el tratado de Fontainebleau, permite la invasión de Portugal por tropas francesas y españolas, pero Francia con tropas estacionadas en territorio español se convierte en ejército de ocupación. La resistencia de los españoles contra los franceses es modelo educativo para el continente americano.
Son momentos de crisis en España, algunos autores citan el momento como “implosión del imperio”, condición que alienta a los españoles americanos hacia su independencia administrativa bajo una condición detonante: ¿Qué fin tienen los impuestos coloniales en este período?.
Otro elemento en el contexto es la creación el 27 de mayo de 1810 en el reino de Guatemala del Tribunal de Fidelidad, que tenía por objetivo vigilar y castigar en este territorio a quienes mostraran simpatía con la insurgencia independentista, así el citado tribunal fue organizado por tres magistrados peninsulares, no obstante los americanos españoles se opusieron a dicho acontecimiento puesto que implicaba un claro mensaje de desconfianza hacia su lealtad.
De esta forma: Idioma, distribución político-administrativa y eclesial, identidad étnica, ausencia de justicia, corrupción, y la férrea voluntad de superar aquella postración social
une a los diversos sectores nacionales hacia aquella primera gesta de independencia el 4 y 5 de noviembre de 1811 en San Salvador y posteriormente en otros pueblos de la futura República de El Salvador, incluyendo a León en Nicaragua.
1811 no es la declaración de independencia, pero es el inicio de un movimiento nacional con rasgos de espontaneidad heroicos (Usulután, Santa Ana, Metapán, San Salvador) bajo el signo de africanos, indios, mulatos y americanos-españoles que solicitan una nueva forma de administración y posteriormente la Independencia.
La historia es generosa y no olvida, otorga a cada quien su lugar.
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