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Blog - Page 23

  • Tántalo salvadoreño

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    Caralvá

     

    Vivimos en un estado de conmoción que toca nuestras puertas.  Cada día es una sorpresa por  la facilidad que algunos grupos de personas agreden a otras por mínimos motivos, parece que esta enfermedad es masiva y silenciosa, pero con niveles de pandemia en  la República. Salimos de una guerra civil y entramos a otra contra la delincuencia,  ahora es la asociación ilícita contra la sociedad trabajadora, las diferencias de estas guerras son la ausencia de humanismo, de derechos, de límites, es un desastre colectivo sufrir la impotencia de acción ciudadana para contener este flagelo.

     

    El estado de paz ¿será posible un día?... El estado de paz por ahora parece ser el Tántalo salvadoreño, en el tártaro de nuestras áreas habitacionales. No obstante un día podríamos parafrasear a Catón el Viejo: «Ceterum censeo Carthaginem esse delendam» (lo que significa:« ‘Por lo demás, opino que Cartago debe ser destruida’»).[

     

    Hace unos días un vecino fue agredido por adolescentes, el motivo fue una disputa del ofendido para salvar la vida de su esposa porque los adolescentes realizaban “carreras de autos” en las estrechas calles del área residencial, así de un momento a otro, la discusión tomó tintes violentos y tres jóvenes agredieron al  Señor, el cual sufrió fracturas con una conmoción general y fue conducido a un centro asistencial.  La policía realizó la inspección y la acción penal está en curso.

     

    No se tiene aún claridad sobre el caso, excepto que las agresiones son verificables. ¿Pero es justo tanta demostración de violencia? ¿Acaso puede suceder a cualquier otro ciudadano? El problema es tan complejo como fomentar valores de una sociedad en paz ante una mentalidad delictiva, parece que perdemos control en todos los niveles y estos valores de paz son sustituidos por acciones violentas que pretenden revolver cualquier conflicto a patadas, con lujo de violencia indiscriminada. Las bravuconerías de un grupo adolescente que agrede a un hombre desarmado, la matonería en la superioridad numérica que atropella a una persona, con un resultado insultante: la hospitalización de un ciudadano, con fracturas en el rostro y se teme por su vida.  Las autoridades deben proceder de oficio, una familia agredida espera el retorno de su jefe de familia.

     

    Si las condiciones de violencia son extremas, la impunidad es rampante a unas cuantas cuadras de áreas residenciales, ¿Qué podemos hacer como ciudadanos? Por el momento no existe una forma preventiva para impedir estas agresiones, no es posible que estas matonerías se repitan,  mañana puede ser cualquiera, mañana un ciudadano puede morir a manos de estos delincuentes juveniles. No existen soluciones fáciles, al menos dentro de la legalidad existente, parece que desarmados provocamos risa en los jóvenes infractores.  Deseamos soluciones democráticas, las autoridades tienen la palabra.

     

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  • El templo destruido en tres días

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    Caralvá

     

    Nuestra sociedad no tiene el hábito de la reflexión sobre su futuro, no existe ese ejercicio social que incluya los intereses nacionales con elementos propositivos, todo es cuestión de proyectos que terminan usualmente en nada, eso se debe a diversos cambios gubernamentales (o políticos), de esta forma cuando llegan los nuevos administradores parece que el templo es destruido en tres días y reconstruido en los siguientes tres años para iniciar de nuevo otro ciclo. De esa forma una y otra vez repetimos la historia conocida; la reflexión sobre logros, avances o retrocesos no existe, excepto en los hallazgos contables, pero en el desarrollo humano como educación, salud, integración económica, movilidad social, seguridad,  el panorama se torna nebuloso.  Si reflexionamos sobre nuestro futuro, deberíamos estar muy preocupados por el nivel de participación en los acontecimientos que nos agobian, entre estos aspectos: la administración de justicia, el uso de armas de fuego, la migración, la multiplicación de asociaciones ilícitas, etc. que nos perjudican a todos. El llamado natural a solucionar estos problemas es la clase política, pero ¿qué sucede si esta no responde?, al menos en nuestra nación no existe un mecanismo que demande nuestros intereses, vivimos en ese vacío marginal que puede catalogarse como:  “abandono a nuestra suerte”, después del momento electoral. Durante los años del autoritarismo la sociedad evolucionó en algunos niveles populares hacia la “auto-organización”, pero con un sentido ideológico, los resultados fueron los actuales partidos políticos, pero en tiempos de posguerra, en tiempos de paz ¿Cómo nos defendemos ante la mala administración de justicia? ¿Cómo creamos un mecanismo civil que demande acciones acertadas a la clase política? ¿Cómo actuamos ante la corrupción de algunas autoridades? No existe ese derecho ciudadano, quizás sea el momento de crearlo, un derecho que nos proteja de algunas estafas políticas que sucedieron en el pasado, promesas incumplidas, enriquecimiento inexplicable. Vivimos la fragmentación de sectores sociales: los que viven en zonas con influencia de asociaciones ilegales y quienes están fuera, antes eran fenómenos focalizados, ahora son visibles por muchos puntos de la ciudad, ¿Cuántos lugares de la ciudad están libres de grafitis? Eso nos plantea la ausencia de un derecho ciudadano, porque parece que en los muros no hay gobernabilidad, ni control, ni siquiera protestas por la multitud de signos agresivos y territoriales. Debemos reflexionar y actuar, esto no solo refleja la debilidad institucional en muchas áreas y también la débil capacidad de respuesta de la sociedad civil, quizás porque durante décadas la ciudadanía fue educada para obedecer sin cuestionar nada, la represión era absoluta, pero ahora en tiempos democráticos la asociación civil debe imponerse más allá de un partido político, ¿acaso no podemos construir asociaciones civiles por la paz?.

     

    Me parece que en algunas situaciones somos rehenes legales ante los acontecimientos políticos, donde solo la clase política tiene garantías, mientras los ciudadanos comunes no tenemos defensa ante la violencia ciega de los delincuentes; de ahí que nuevas formas asociativas defensivas deben considerarse porque la debilidad del Estado es notable, de ahí que tratar de impulsar nuevas organizaciones civiles más allá de una campaña electoral debe ser tomada en consideración por todos, antes que sea demasiado tarde. 

     

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  • Del temor al cinismo

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    Caralvá

     

    Aquella extrema crueldad de cientos de asesinatos a lo largo de la nación nos hizo reflexionar sobre el destino del pueblo salvadoreño, aún poseemos ese criterio intacto ante tanta maldad de estos años, pero recién unas semanas un acuerdo entre las pandillas ha dejado una sensación de cierto sentido de “paz” accesible, ¿pero qué sostiene esta plataforma entre facciones ilegales? En realidad no lo sabemos. Un documento que circula por diversas redes sociales no es suficiente, pero observamos acciones que van conformando un mapa de movimientos singulares: la movilización de líderes de estas bandas hacia penales de menor seguridad, un acuerdo entre ellos divulgado por diversos medios, el retiro del ejército de ciertas funciones de primera línea en los centros penales, mientras es notable la disminución el número de crímenes contra ciudadanos a nivel nacional; este escenario al menos comunica cierto optimismo puesto que un “alto” a los asesinatos es buena noticia, pero tiene un lado oscuro, la misma mano que ha dejado de apuntar hacia un sitio puede disparar hacia otro, del tiempo que dure este cese de fuego interpandillas no lo sabemos, pero la sociedad reclama conocer más, puesto que con la misma voluntad que se detuvo,  un día puede iniciar de nuevo. Nuestra sociedad no puede moverse del temor al cinismo, como si nuestra nación aceptara unas reglas impuestas fuera del contexto constitucional. En realidad como ciudadanos debemos apoyar las grandes iniciativas hacia la unidad nacional para derrotar a la delincuencia,  esa es la mejor bandera ahora y para la posteridad, en una palabra: las pandillas no deben existir más.

     

    Junto al tema de la seguridad, existe el llamado del Primer Ciudadano de la República para unir a la nación contra la delincuencia, una acción oportuna, puesto que un solo sector no puede resolver esta problemática compleja, como lo es: el tejido del crimen organizado, narcotráfico, organizaciones de pandillas, asociaciones ilícitas etc. el resultado de ese llamado aún espera respuestas constructivas hacia la nación, de lo contrario si la iniciativa se convierte en banderas partidarias el resultado es tan pronosticable como la realidad que hemos vivido las últimas décadas, donde de la mano de la tristeza observamos el luto en la familia salvadoreña. ¿Por dónde empezar? la mejor respuesta es por la Clase Política Criolla, son ellos los llamado a mostrar el mejor signo ciudadano, de tal forma que después de las elecciones del 11 marzo de  2012, el escenario aritmético no es una figura determinante para encontrar las mejores soluciones entre los partidos políticos, puesto que se impone un acuerdo entre ARENA y FMLN para la elección de la futura Junta Directiva de la Asamblea Legislativa, además de la elección de personalidades para otras instancias. El llamado a la unión pasa por la Clase Política Criolla, debe demostrarnos su disposición a contribuir a la paz social, todo lo demás es adhesión de estos líderes sociales, ya veremos si nuestros votos cumplen su misión constitucional y ellos construyen “confianza” en nuestro futuro.

     

    Construir confianza es compartir el liderazgo y la conducción en un proyecto, en nuestro caso de seguridad nacional.

     

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  • "Ni Dios lo quiera" la paz de una dictadura

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    Caralvá

     

     

     

    Existen diferentes conceptos de Paz,  estas refieren criterios de individuos, comunidades, sociedades, instituciones, naciones etc. bajo formas elementales puede referir “ausencia de la guerra”, pero esta no es suficiente, puesto que a la paz se asocia usualmente la violencia. La violencia puede ser legal o ilegal, la primera es aquella que se esgrime como derecho, la otra es para luchar contra ese derecho, paradójico pero la violencia se transforma históricamente.         

     

    De esta manera podemos continuar agregando conceptos asociados a tan importante condición humana.

     

    Para no reconstruir la historia en general fijemos algunos puntos trascendentales, uno de ellos es la Revolución Francesa al proclamar los Derechos del Hombre, que cambió la concepción de las antiguas sociedades absolutas al proclamar estos derechos también se recuerda a las personas que no tienen derechos, los pierden, el Estado los suprime y las instituciones también niegan a ciertos individuos esta calidad.

     

    En nuestra nación la democracia tiene un largo camino que recorrer en el respeto a la vida humana, para no ir muy lejos la contabilidad de las muertes de ciudadanos a manos de los delincuentes es una estadística que mide la paz de la nación y además es un argumento político para alimentar la desinformación cotidiana de adversarios políticos.

     

    En días recientes se informa a la población por medio de voceros de la Iglesia Católica de una tregua entre las principales pandillas de la nación, en otras palabras se inicia la otra paz que se concibe más o menos como el respeto a la vida entre ellos. Los alcances de este pacto son difusos, pero con resultados visibles, existe una dramática caída en las estadísticas de las muertes violentas, es un acontecimiento para reflexionar y proponer caminos a seguir, no para “legalizar” a organizaciones criminales sino para continuar en este esfuerzo que al menos proclama el respeto a la vida. El complejo surgimiento de las bandas criminales y sus ramificaciones en los últimos veinte años,  no puede solucionarse de un día para otro; unido al surgimiento de estas estructuras está la violencia indiscriminada en todos los niveles, al igual que la corrupción de menores, inducción a cometer ilícitos, coacción, extorsiones y un rosario de actos que destruyen la paz democrática de la nación. Este infortunado evento no tiene solución fácil, ni siquiera en Estados Unidos de América, ni en México, ni en ningún otro país existe un antecedente donde una tregua entre pandillas elimine la violencia generada por intereses antagónicos entre sus miembros, usualmente por dominio de territorios para favorecer ilícitos de diversa naturaleza. Pero quizás nuestra incomprensión del alcance de este evento este propiciado por que desconocemos todo el árbol que une este tejido de acuerdos entre pandillas, así como desconocemos implicaciones que nos involucran como ciudadanos, sociedad o Estado.

     

    La Paz  de nuestra sociedad democrática es un acuerdo de nación, de historia, de cultura entre ciudadanos, esta paz se ilumina bajo los conceptos constitucionales. Acaso debemos ser prudentes ante esta iniciativa de la  Iglesia Católica, pero eso es todo, la Iglesia asumirá compromisos bajo su jurisdicción que no implican compromisos con la sociedad salvadoreña en absoluto. Ni Dios lo quiera la paz de una dictadura,  como en 1932, que por cierto también recibió la bendición a sus armas de la Iglesia Católica.

     

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  • Bicentenario de la Constitución española de 1812

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    Caralvá

     

    La Constitución española aportó para la posteridad de nuestras naciones significativos conceptos que deben tomarse como importantes legados del desarrollo histórico regional;  en el siglo XIX la provincia de San Salvador aún era parte del Reino de Guatemala, bajo una administración colonial.  El decadente imperio español mostró signos de renovación política ante la invasión francesa, su contradicción interna entre la monarquía, el clero,  el ejército y la población civil española fue su más notorio signo conflictivo. El complejo mapa político de aquella época se materializa desde las Renuncias de Bayona en 1808 y se manifiesta en toda su extensión bajo la Constitución del 19 de marzo de 1812.  Los historiadores españoles al menos coinciden en los siguientes puntos de reformas de aquella constitución: División de poderes (Miguel Artola), Ciudadanía ( Antonio Álvarez), Enseñanza Pública (Emilio de la Parra), Libertad de Expresión e Imprenta, Abolición de la tortura, Diputaciones provinciales, Libertad de trabajo e industria, Loterías del Estado, Fiscalidad para todos, Tertulia política –cafés, círculos de discusiones ciudadanas- (Marieta Campos)..

     

    Si bien aquella condición en 1812 era una verdadera lucha civil en España, en Guatemala se jura la Constitución de Cádiz hasta el día 12 de septiembre de 1812. Dicha constitución establecía la creación de las diputaciones provinciales así: José Matías Delgado es  elegido diputado, ante lo cual debió abandonar su curato y trasladarse a la capital y se instaló el 3 de septiembre de 1813. El presbítero José Simeón Cañas en la sesión inaugural expresó su criterio que la representación de los pueblos en la diputación solo estaba sujeta a las Cortes y no al Jefe Político José Bustamante y Guerra (Capitán General). Bustamante consideró aquello una afrenta a su poder.  La diputación elevó y acusó públicamente en las Cortes de Cádiz al propio Bustamante: “por haber dilatado con un pretexto frívolo la instalación de la Diputación expresada”… por su omisión en todo lo concerniente a las elecciones de diputados porque no le acomoda que vengan a la península testigos de su conducta y por no haber permitido cantar un Te Deum, después de concluida las elecciones, ni que se imprimiesen éstas… no se conoce la libertad de imprenta, por tener Bustamante “previstos a todos los impresores para que nada impriman sin su licencia”;  en la Cortes los diputados Arispe y Doctor Antonio Larrazábal levantaron su voz contra estos abusos.  El resultado de aquella situación fue el maltrato contra Larrazábal. Es de notar la diferencia de aplicación y comprensión de tan importante documento, si bien en España transcurre una revolución liberal, en América parece que la Constitución de 1812 cambia según las autoridades coloniales, no obstante el sufragio se constituye en un precedente histórico. Aunque algunos historiadores afirman que “El principal error de esta Constitución es su tratamiento a las colonias americanas. El no reconocerles derechos de autonomía ni cederles parcelas de soberanía  probablemente disuadió a los liberales hispanoamericanos de intentar llevar a cabo las reformas deseadas  sin romper con la metrópoli”. No obstante el 4 de mayo de 1814 el Rey Fernando derogó la Constitución de 1812 y disolvió las Cortes. Pero aquella constitución influyó decisivamente en el segundo movimiento ciudadano hacia la independencia del 1814 en la provincia de San Salvador. 200 años después el evento electoral (El Salvador 2012) también llama a Reformas Constitucionales.  www.cesaramirezcaralva.com

     

  • Elecciones 2012: novedades conocidas hace 40 años

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    Caralvá

     

    La percepción que tenemos después de las elecciones es que el partido de la oligarquía ha triunfado sobre el partido de los proletarios, o el partido anticomunista triunfó sobre el partido de los marxistas-leninistas, condición miserable para una legítima democracia, ello provoca una falsa alegría o tristeza,  puesto que las elecciones se transformaron en batallas con el saldo de militantes fallecidos, atentados terroristas (uso de granadas, esparcir químicos en la sede del partido rival con muchos intoxicados), desinformación, campañas negras, grises, rojas etc. ¿ésta es la democracia que queremos?; de nuevo escuchamos los cantos a voz de cuello que pidieron la muerte del adversario y la respuesta no fue menos contundente. Al finalizar el proceso electoral, la realidad muestra signos decadentes en los aspectos del ejercicio del voto, existen denuncias de fraudes, delitos electorales, llamados a no votar, coacción de electores en poblaciones, agresiones contra las residencias de los opositores, suplantación de miembros en juntas receptoras de votos, turbas que causan daños en centros de votación, además del abstencionismo que en el fondo beneficia el caos institucional y deteriora la credibilidad en el sistema democrático. 

     

    Hemos sostenido que la diferencia entre partido de gobierno y poder ejecutivo es un logro histórico, condición que es un cambio educativo trascendental, los errores cometidos por un partido se reflejan en sus contenidos programáticos o las propuestas de leyes, declaraciones, dirección interna etc, mientras en el gobierno los desaciertos se reflejan en algunas políticas administrativas que han causado daño en diversos sectores sociales, muchos sectores de clase media han perdido el inicial entusiasmo por una mejoría en el horizonte democrático, estos desaciertos no permiten la movilidad social. Pero también han existido notables éxitos, de tal forma que si buscamos culpables los encontraremos, si buscamos soluciones estas pasan por modernizar las formas de participación ciudadana.

     

    Tenemos la percepción que un voto es igual a la democracia, condición muy pobre para las aspiraciones de muchos ciudadanos que después del 11 de marzo no tendrán ni voz, ni voto en las grandes decisiones hasta el año 2015, un poco triste puesto que hasta ahí llegó nuestro sentido de decisión política, a partir de ahora los ciudadanos que votaron por un diputado no tienen ningún mecanismos para influir en los depositarios de ésta representación, no recibirán información sobre su actuación, ni sus decisiones, menos si se convierte en tránsfugo a mitad de período. Nuestro momento político no debería terminar solo en el voto, pero al menos la institucionalidad funciona, la democracia se fortalece, ahora cada quién a ganarse la vida como pueda, a la realidad capitalista y el trabajo honrado.  Desolador el panorama para los siguientes años y esto no cambiará nada a mediano plazo, excepto si surge el liderazgo para formar consensos nacionales desde el poder ejecutivo, junto a los partidos políticos hacia los objetivos que nos unen bajo una sola nación.

     

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  • Después de las elecciones de 2012. El Salvador

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    Caralvá

     

    La campaña electoral ha llegado a su fin, los electores ya tenemos una decisión firme sobre el partido a quién otorgaremos nuestro voto. Esta campaña se ha caracterizado por un enfrentamiento visceral del pasado con el presente, un esquema de realidades versus las promesas, mentira y verdad en desenfrenada contienda repitiendo cada quién a su modo una comparsa de sordos, es muy desafortunado este acontecimiento puesto que algunos partidos minimizan la inteligencia popular y la memoria no es un recurso vital para la clase política.

     

    Hemos observado con preocupación durante este tiempo de campaña, que todo acto social fue enmarcado desde la óptica partidaria, acción que ha desenmascarado a entidades que en otro momento se denominaron “apolíticas”;  pero todo es sospechoso en tiempos de elecciones a tal  grado que bajo esta premisa nada escapa de esas fuerzas ocultas para obtener votos subterráneos, agazapados en sus trincheras neutrales gritan tropelías, pero son muy conscientes que ese golpe desesperado apela hacia la lealtad de sus electores perdidos, esa condición de la pérdida de fidelidad de otrora sectores conservadores se debe a una serie de errores que durante muchos años excluyeron a sus propios sectores aliados, de ahí la gran diferencia visible entre partidos ortodoxos. La campaña ha demostrado que los resabios de la guerra no han terminado, ha existido violencia de todo tipo, condición preocupante veinte años después del Acuerdo de Paz, quizás porque ambos partidos son hijos de la guerra, sus historias son producto de un concepto ideológico del siglo pasado, el cual no terminará hasta que se inaugure de la misma manera otros nuevos partidos productos de la era de paz, sin diferencias ideológicas bajo un nuevo acuerdo por la democracia. Si esto es considerado imposible, es oportuno estudiar el proceso democrático en Rusia o en México, con cambios trascendentales en beneficio de sus propias sociedades.  

     

    Desde la óptica ciudadana la seguridad es un tema apremiante, así como el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo, la migración, la salud, las pensiones etc., realidades que golpean a los asalariados bajo el gobierno de cualquier bandera política y desafortunadamente está limitado por leyes en su mayoría desfasadas, sin modernización.  Los ciudadanos estamos obligados a delegar nuestras decisiones políticas a la clase política, no hay otra alternativa, de ahí la responsabilidad de continuar la renovación o retornar al pasado. Podría parecer indiferente qué partido gobierne, si no cambia la condición económica, ni la exposición a delincuencia, ni se detengan los asesinatos de los trabajadores del transporte, pero estas circunstancias si nos afectan, por ello no podemos dejar de asistir al evento electoral, puesto que debemos cambiar esta herencia negativa y solucionarla, desde mi punto de vista acelerar los cambios es urgente, continuar con la renovación de la democracia es impostergable y avanzar hacia una nueva sociedad incluyente es la meta necesaria.

     

    Necesitamos una clase política que visualice elementos fundamentales para la nación: Democracia y Desarrollo Social, de tal forma que las soluciones se conviertan en realidades y no solo  promesas, necesitamos un parlamento fuerte con una mayoría que impulse la modernización del Estado y las reformas constitucionales, así las iniciativas legislativas podrán coincidir con una presidencia líder del cambio, acompañado por el poder municipal junto a sus ciudadanos. Es un momento crucial, continuar el cambio es necesario. El balance político es positivo y pronto será mejor.

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