Caralvá
Las ideologías a fin de cuentas son: “las ideas que nos llaman a la acción”, nos mueven bajo el carácter social, pero es el complemento de un programa político, de una serie de postulados sobre la visión del mundo, cualquiera que este sea, cada partido político tiene su programa, su nivel de acción, su organización, pero también las empresas, la iniciativa privada, las instituciones del Estado etc. estas puede coincidir con diversos modelos democráticos o antidemocráticos, de tal forma que los ciudadanos, empresas, agrupaciones civiles o denominaciones puede alinearse bajo esa bandera. En algunas naciones las grandes corporaciones no ocultan sus preferencias partidarias, en la nuestra sus acciones las delatan.
¿Una empresa tiene filosofía? ¿tiene ideología una institución privada? ¿un conglomerado de empresas tiene ideología?
A pesar que muchas empresas nieguen poseer una filosofía o una ideología, su accionar visible en nuestra sociedad demuestra que poseen un carácter que repercute en el conglomerado ciudadano, algunos de estos modelos pueden observarse en la Responsabilidad Social Empresarial que tiene al menos dos vertientes: una que niega que exista ese criterio porque una empresa no debe “retornar” nada a la sociedad de sus utilidades capitalistas y otra que considera que “reintegrar” parte de las utilidades materiales es una magnífica inversión en todos los niveles; esta situación al final es una filosofía, que implica una visión al interior de las empresas. Deberíamos observar si las empresas cumplen con este criterio de Responsabilidad Social o es solo un concepto desechable para otras, así podríamos configurar sus compromisos con las comunidades, entidades sociales, gobiernos locales etc, La RSE es una filosofía de empresa hacia las comunidades.
Asociado con estos criterios una empresa puede o no cumplir sus obligaciones fiscales con el Estado, puede eludir bajo diversas formas su contribución legal, esta condición ya tiene calificativos jurídicos, pero es a fin de cuentas una actitud hacia el Estado o la Nación. ¿Qué sucede si un conglomerado de empresas se pronuncia contra una iniciativa del Estado en materia de reformas tributarias? En una democracia cualquiera que sea su repuesta nos indica una situación ideológica, puesto que la decisión de reformas es aprobada por la Asamblea Legislativa, así aprobada por los representantes del pueblo es Ley, no obstante si las empresas no están de acuerdo y se pronuncian contra los diputados con tergiversaciones, la condición original ya no es ideología sino “opción partidaria”.
Toda persona entonces tiene un signo ideológico que crea una cultura de acción, cambio, estabilidad, etc., por consiguiente liberal o conservador desarrolla un criterio que favorece o impide el avance de coincidencias sobre diversos factores sociales, al final cada acción de organización ciudadana repercute sobre el conglomerado que usualmente se llama sociedad civil.
El título es el negativo de “ideología correcta”, en determinados momentos la ideología correcta “ayuda a la construcción de una sociedad mejor”, puesto que existen conceptos como la Constitución de la República que están fuera de la ideología o un partido político. Si observamos sin ideología el conflicto empresas privadas versus el resto de la sociedad civil, el resultado es positivo para todos, la sociedad civil ha optado por la reforma a la ley de contribuciones. Quienes ganen más que paguen más, al final construye una Patria mejor para Todos.