Caralvá
La diferencia de este neogolpismo y los tradicionales cuartelazos es la evolución democrática en muchas partes del mundo, esa diferencia impide la consolidación de un régimen repudiado mundialmente.
El ejemplo hondureño esta fuera de lugar en nuestro continente, pero a pesar de nuestra visión democrática, la fuerza militar y sus aliados no cederán simplemente con nuestras voces, esto demuestra que observaremos el viejo camino de la violencia generalizada contra todo opositor a la dictadura.
Nuevas sanciones internacionales se anuncian, pero el régimen se aferra como: “burro con garras” al poder, a pesar de todos los pesares.
¿Nos encontramos en el agotamiento de la democracia en Honduras o es el inicio de una nueva relación continental para la defensa de los gobiernos legítimos?.
Si los golpistas se consolidan, el derrocamiento de Manuel Zelaya significa contemplar el nacimiento del neogolpismo legal y los pueblos latinoamericanos saben que su respuesta es la desobediencia civil y las luchas populares en todas sus expresiones.
Parece que esta lección no ha sido aprendida, ni tampoco las consecuencias de esta barbarie.
En momentos como este es bueno recordar a Alberto O. Hirschman: “Retóricas de la intransigencia”, en su libro dice: dentro de la democracia: ¿qué podemos hacer?: “cambiarla, perfeccionarla, destruirla, revolucionarla”… desafortunadamente en Honduras la democracia parece estar agotada, simplemente porque la perversidad de grupos de poder y el ejército se unieron para terminar con el gobierno constitucional, de esta forma han repetido los vicios del pasado.
En el momento actual los anuncios desafiantes del gobierno golpista serán escuchados por algunos sectores fanáticos, pero quienes mejor lo entenderán son los empresarios, porque a ellos se refiere la palabra: “sanciones comerciales” que anuncia la Unión Europea y entidades multinacionales.
En el caso de Honduras, el grave acontecimiento del Golpe Estado inicia la autodestrucción de todo concepto legal, de la vida civil, del reconocimiento institucional etc., en general de la paz social.
Sin democracia en Honduras y en cualquier nación que acontezcan estos atropellos, todo es posible, sin democracia no existe freno a la violencia con enormes consecuencias para los derechos humanos.
Si la democracia esta agotada en Honduras, el camino de la lucha popular clama por restaurarla con el llamado a la insurrección, condición extrema que el pueblo esta dispuesto a pagar como tributo a su libertad.
El golpe de estado ha llegado en el peor momento de crisis económica, donde el desempleo, las enfermedades y la pobreza catalizan el descontento hacia la naciente dictadura hondureña, los resultados son previsibles, la gran perdedora es la democracia y los pobres terminarán pagando con su sangre la lucha contra la dictadura militar.
En la distancia nos unimos por una solución política y en solidaridad con el pueblo hondureño.