Caralvá
El asesinato de Christian nos recuerda el absoluto de la guerra civil, con todo ese dolor impreso en nuestras mentes y corazones.
Recuerdos etéreos y fragmentados retornan en destellos diminutos.
1980-1981 Chalatenango en plena efervescencia juvenil, eran meses de eclosión social, cuando nuestra nación se precipitaba a la guerra civil.
Años de sinceridad y abrazo a la esperanza desde los más ingenuos sentimientos cristianos, la solidaridad a la vista, mientras acompañar al movimiento social era lo mismo que escuchar música rock, al igual que asumir las consecuencia de semejante acción, pero era la aspiración del cambio, el sueño de una sociedad diferente.
Como cada quién tomó su sitio en la historia, me parece distinguir a una misión francesa-española que tomaba fotos y realizó un filme en los áridos campos de Chalatenango de la vida campesina, del aspecto humano, del conflicto desde sus raíces… el inicio de la lucha armada por la negación a la democracia en El Salvador.
De esa época son los trabajos de Christian:
1981 : « El SALVADOR » selected and presented by Mme Danielle MITTERRAND for FRANCE-LIBERTE.
1981: "El Salvador : le peuple vaincra" El Salvador people’s Solidarity Comité
1981: "REVOLUCION O MUERTE", 52’, 16mm - TF1. Co directed by Yves BILLON. The genesis of a guerilla in Salvador.
Los anteriores documentan parte de la historia y el invaluable trabajo por la memoria popular, la cual gracias su dedicación ilustraron al mundo de la realidad salvadoreña en aquellos años.
Cuando un profesional hace de su obra una comunicación universal, transmite para el resto de las naciones el amor sin fronteras, coincide su propuesta con la visión de los pueblos y la naturalidad del trabajo por un mundo mejor.
Por esta razón Christian incursionó en un área muy sensible y peligrosa de nuestra sociedad, para reflejar el grave deterioro de una sociedad que exporta ciudadanos y recibe deportaciones masivas de delincuentes, de una sociedad excluyente y sin movilidad social, que durante décadas ha perpetuado el abismo entre sectores sociales.
El asesinato de un profesional como Christian, revela la actitud cobarde de los delincuentes que cometieron tal atropello, son lo peor de nuestra sociedad y estos presuntos sicarios a lo mejor son aquellos que se pretendió rehabilitar en su momento.
No se necesita heroísmo para asesinar a un hombre desarmado, ni tampoco mucha inteligencia para calificar a esos seres despreciables.
La Justicia debe aplicar sus mejores recursos para encontrar a los culpables, la impunidad no debe prevalecer en nuestra sociedad democrática.
La muerte de Christian suma un nexo de fraternidad entre nuestras naciones: Francia-España-El Salvador, sus memorias y sus trabajos quedan entre nosotros como un tributo a la amistad entre los pueblos.
Gracias Christian por tan valioso legado a nuestra historia y tu obra por un mundo mejor.