Caralvá
Hace muchos años una decisión política de un partido político permitió la denominada “vía peatonal”, era una maniobra para favorecer a sus grupos partidarios, el objetivo era simple: crear base social, esa acción permitió la expansión sin control de todo tipo de comercios ilegales que asfixiaron a los negocios legales de la zona, cuarenta años después otra decisión política lanza del centro histórico a los pobres que se implantaron entre las calles de la capital. Esta simple condición de otorgar espacios públicos para beneficio de una institución política es el origen del actual reordenamiento (político) de la ciudad, con resultados desastrosos para muchas familias esencialmente pobres.
El otorgamiento de sitios públicos a personas particulares generó una sub-propiedad ilegal con usufructo y pseudorechos sobre esos espacios, con el correr del tiempo se creó una cultura de asentamiento en: calles, pasajes, aceras y todo espacio posible, de tal forma que la circulación de vehículos fue imposible. Esta cultura de la pobreza no solo reproduce valores de ilegalidad sino además favorece acciones ilícitas como la venta de: productos piratas, imitaciones de marcas, contrabando, distribución de productos hurtados, llegando al extremo de proclamarlo: “cachada, cachada, aproveche”…
La pobreza de la situación de estas personas no se refiere a sus bienes materiales, sino a su debilidad de representación “legal”, si en cuarenta años no han logrado superar la pobreza pueden pasar otros cuarenta años y no superarán ese estado, esto significa que no se creó una cultura de derecho para avanzar hacia niveles educativos o representación, que previnieran su estado mercantil; la ausencia de representación también se refiere al elemento que tampoco tienen capacidad para protegerse de los delincuentes que operan en esa zona, ahí se comenten: asesinatos, robos, extorciones, etc. incluso recientemente se denuncia que las personas de tercera edad eran agredidos por un individuo por el pecado de caminar por esas zonas, si estas acciones eran permitidas, ocultadas o toleradas, ¿cómo puede calificarse esta área?.
La superación de la Cultura de la pobreza implica el carácter de organización legal de los pequeños comerciantes honrados, con objetivos de integración económica en estructuras económicas, con proyección hacia niveles superiores financieros, con metas de desarrollo humano en sus núcleos familiares, sin estas condiciones la pobreza persistirá en estas familias para siempre. La organización de estas familias de comerciantes debe ser una meta a corto plazo para diferenciarse de estructuras delictivas, puesto que desde hace algunos años se denuncia que los “dineros” captados por la piratería solo tienen como destino el crimen organizado internacional, por tal circunstancia la organización legal de los comerciantes legítimos se impone con urgencia.
La pobreza no es sinónimo de delincuencia, pero la coexistencia de algunas estructuras delictivas en esas zonas era inocultable, para desgracia de los comerciantes honrados.
La organización de los comerciantes, su representación legal, la transparencia de sus negocios, la independencia de cualquier grupo debe ser verificable, de otra forma esta historia se repetirá una y otra vez.
La salida de la pobreza solo puede ser por la organización legal de los comerciantes honrados.
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