Caralvá
En el Estado de California Estados Unidos de América, el mes de enero de 2010, La Comisión de Seguridad Pública de la Asamblea del Estado votó 4-3 a favor de la medida que crearía impuestos y regularía la marihuana. Los legisladores de dicho proyecto añaden que la marihuana será controlada de la misma manera que el alcohol.
La dimensión de esta iniciativa contiene factores que provocan estupor en América Latina, puesto que el problema de las drogas implica al menos: la producción, transporte y consumo de dicha droga.
El sitio oficial de la Voz de América, www.voanews.com reseña: “California convoca a sus ciudadanos a tomar una decisión sobre si desean legalizar tanto el cultivo como la venta y el consumo de marihuana como una posible solución para atajar el grave problema de narcotráfico que atraviesa la región. El mismo día de las elecciones legislativas, el 2 de noviembre (2010), la población de este estado decidirá lo que supone un primer paso que podría ser seguido por otros estados.”
El tema de la marihuana es popular en nuestra nación desde los años 60, impulsada por la generación hippie de esa década. En El Salvador existió cierta etapa de relajamiento y tolerancia al libre comercio de esa substancia, pero eso no duró mucho tiempo, puesto que se persiguió a los peludos-marihuaneros con la misma intensidad que el mundo que proclamaban, pronto las cárceles se llenaron de jóvenes que no solo eran rapados, sino que sus fotos exhibidas en los periódicos como símbolos del mal. Algunos casos fueron demasiado lejos, algunos jóvenes rockeros fueron acusados de "The Pusher" como las películas de Easy Rider con música de Steppenwof, pero en realidad esos jóvenes no eran más que consumidores mientras los grandes negociantes jamás fueron atrapados. Si las iniciativas de legalizar la droga prosperan el próximo 2 de noviembre, la historia se coloca en una paradoja que implica nuestra cultura; si Estados Unidos promueve una acción legal sobre la Marihuana ¿por qué Latinoamérica considerará delincuentes a los ciudadanos que la posean?, a lo mejor el continente puede hacer lo mismo: producir, consumir y además cobrar impuestos. ¿Es cuestión de negocios entonces?.
El tema es tan revolucionario como el café en el siglo XVI en Oriente y el siglo XVII en Europa, debido a que la bebida promueve el carácter asociativo en sitios para su consumo entre grupos sociales o negociantes, a lo mejor legalizar la marihuana provoca sitios parecidos a: cannabis-place o Marihuana-bar, incluso gourment al estilo té con cannabis bebible como en Suiza. Aún no sabemos el resultado de las plazas-cannabis, puesto que los café en otros tiempos fueron sitios populares y promovieron la democracia.
El tema apenas se inicia pero en el caso citado las autoridades norteamericanas consideran recaudar impuestos estatales en el orden de los 1.400 millones de dólares, anuales.
Pero la contraparte latinoamericana también responde con las palabras del presidente Felipe Calderón: una votación en California que busca legalizar el consumo de marihuana refleja una ``terrible inconsistencia" en la guerra antidrogas de Estados Unidos.
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